M I C H A E L
La manera en la que sonríe. Sentir de nuevo la calidez que sus besos provocan. La electricidad que nuestros cuerpos producen cuando colisionan es experimentar un efímero pedazo de perfección.
No soy una persona pesimista, ser así es condenarte a ti mismo. Eso no quiere decir que soy la persona más positiva del mundo. Digamos que trabajo mi percepción de una situación con la información que tengo.
La información que recolecté para tratar de adivinar los posibles resultados de la reacción de Megan estaba relacionada con cómo reaccionó la primera vez que confesé este sentimiento.
Se cerró, nos cerró.
No pueden culparme por pensar que de esta situación saldríamos otra vez fingiendo que podemos ser amigos y creer que en algún punto lo lograríamos. Fingir hasta que se haga realidad fue en lo que pensé que terminaría esta conversación.
Hasta que ella decidió darme una agradable sorpresa. Se confesó, ella admitió estar enamorada de mí. De mí. Lo repitió, lo dijo dos veces. Y nos besamos.
Como aire regresando a los pulmones se sintió ese beso. Fue como hecho a la medida. Caliente y deslumbrante.
Megan está llena de sorpresas que disfruto. Megan es una sorpresa.
Para terminar invictos está racha de atracción ella pidió que seamos novios. Novios.
Disfruté que fuera tan directa. Que lo hiciéramos oficial así.
He salido con otras chicas y quitando a mi primera novia, cuyo noviazgo empecé con tan solo doce años y terminó cuando estaba a punto de cumplir trece nunca había sido parte de una confesión de sentimientos tan directa. Además, Megan se lleva el puesto de la única chica que me ha pedido noviazgo.
Recuerdo con nostalgia una de las tantas frases de mi abuelo. Memoricé sus frases, necesité escucharlas repetidamente en los recuerdos que compartimos.
“En la adolescencia pequeño Michael es cuando tienes las relaciones fugaces sin nombre y pasionales. Pero, si encuentras a alguien que te haga sentir que quieres tener miles de relaciones fugaces con esa misma persona, ponle nombre porque es ahí donde debes quedarte.”
Mi abuelo y Abby disfrutaban de debatir sobre mi vida amorosa, les gustaba debatir sobre el amor adolescente. Abby defendía que los adolescentes si podían amar de manera profunda, mientras que mi abuelo decía que los adolescentes estamos muy perdidos y deberíamos buscarnos a nosotros mismos antes de buscar amor.
Nunca me dejaban opinar, creían que mi opinión carecía de experiencia por lo tanto mi puesto era de hacer de juez. Realmente nunca respetaban mis veredictos.
Los Extraño.
Quisiera poder llamar a Abby y contarle sobre Megan. Amaría poder escucharla burlándose de mí, me llamaría Mickey al frente de Megan. Estaría feliz por mí.
Tomo un respiro profundo. Debo mantener su recuerdo vivo sin torturarme con visiones del futuro donde su accidente no hubiera pasado. No es sano para mí, y quiero pensar que tampoco lo es para el espíritu de mi tía.
Mi abuelo tal vez me permitiría unirme a su debate nombrando mis sentimientos hacia Megan. Él disfrutaría de poner a prueba nuestro amor. Sé que al final del día estaría orgulloso de mí por encontrar a alguien que me hace feliz y que disfruto hacer feliz.
Ellos ya no están y duele.
Duele como una fractura. En la primera parte lloras por el dolor desgarrador que es romperse. Luego viene el sentimiento de sentirse adormilado, vacío, como si un yeso nos cubriera. Y eventualmente llegará el momento de quitarlo, de curarse para poder recuperarse. Siempre quedará en ti un pequeño recordatorio de que ese hueso estuvo roto.
Megan aprieta mi mano trayéndome de nuevo a la realidad. Me mira trasmitiéndome seguridad, no puede trasmitirme calma. No estamos en una situación de calma. Estamos con los chicos tratando de discutir soluciones a los posibles problemas que conllevan los diferentes secretos que Olivia le pudo contar al entrenador.
Es frustrante tantear los problemas sin saber realmente a que nos enfrentamos.
…
M E G A N
Hablamos de posibles soluciones. Todos estamos frustrados porque por mucho que estemos en un punto débil en nuestra amistad no queremos estar débiles como equipo. Todos planeamos ganar.
Los gemelos se encargaron de hablar con Debby, ella se negó a incluirme en su conversación. Aún no sabe sobre Michael y yo porque sentimos que nos atacará con otro discurso moral y no es algo prioritario ahora.
Me visto rápido para encontrarme con ellos en el restaurante en el que mi tío situó la reunión. Mi tío no ha respondido ninguno de mis mensajes. Mi padre sigue dejándome en visto. Mi madre está contenta de que haya encontrado a alguien que acepte, según ella, mis hermosas imperfecciones. Mi hermano se siente orgulloso de que pudiera contarle a Michael.
El equipo de porristas convenientemente decidió hacer una visita guiada al planetario, por lo que Olivia consiguió excluirse de esta reunión.
Él único que se quedó fue Justin. Debby ha estado con él todo el día. Calvin se encuentra alterado pensando que perderá la apuesta. Y Chad de verdad está molesto, por mucho que quiera ganar él cree que Debby está ignorando sus sentimientos.
Me gustaría estar para ella, poder hablar juntas sobre sus sentimientos. Poder hablar cara a cara sobre cómo realmente se siente. Me gustaría aconsejarla y al mismo tiempo ver como hace lo que quiere. Me gustaría ser otra vez su amiga.
Termino de acomodar mi cabello y voy al baño. No pretendo levantarme en medio de una posible discusión a hacer pipí. Doy unas últimas respiraciones y salgo de la habitación.
En la recepción se encuentran los gemelos, Adrien y Mi novio. Mi corazón disfruta de la palabra.
Michael se encuentra mirando su teléfono con el ceño fruncido. Calvin golpea su hombro para que levanta su vista. No entiende el inesperado golpe hasta que se encuentra conmigo.
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Editado: 22.12.2020