Ella es mi secreto

Capítulo 4: No aguanto más

Ashly

Mi padre ni siquiera levanta la mirada cuando entro a la oficina, esa que se supone será mía, él está acomodando la mesa ignorándome por completo y me cruzo de brazos esperando que diga algo, pero nada llega y respiro hondo intentando controlar mi genio, necesito estar aquí, pero con un guardaespaldas no podré ver a mi pequeña, sé que no solo quiere cuidar de mí, también vigilarme, ¿y por qué él? Le conozco desde niña, siempre fue el niño tímido e introvertido del que nos reíamos, ese que mi hermano cuidaba de otros y del cual las chicas se burlaban, pero ahora ya no es ese niño pálido y delgado, es un hombre musculoso, con un cuerpo como dios manda, no lo he visto sin camisa, pero de solo imaginarlo la boca se me seca.

—¿Ya firmaste el contrato? —mi padre me mira —hija

—¿Por qué él?

—¿Hablas de Adrik? —asiento lentamente —confío en él

—Apuesto a que fue mi hermano quien lo recomendó

—Es muy bueno Ashly, es confiable, te conoce, sabe de muchas cosas y sabe salvar una vida —papá se acerca a mí —es un soldado por decirlo de alguna forma

—No necesito

—Sí, si lo necesitas y si quieres trabajar aquí junto a mí debes aceptarlo —levanto los documentos que debo firmar

—Aquí dice que vivirá en mi piso papá

—Debes estar segura —resoplo y voy hacia la silla —Adrik no se va a separar ni un segundo de ti

—Escoge a otro —pido mirando sus ojos —cualquier otro

—¿Crees que elegí a lo loco para proteger tu vida? Elegí al mejor Ashly, solo quiero que estés bien

—¿Y hace seis años querías lo mismo? —su mirada se oscurece —tú y mamá sabían sobre mi relación con Alaric, me hicieron ir a ese hospital y

—Fue lo mejor —dice con total seguridad —ese hijo no podía nacer Ashly, firma o no —señala los documentos, tomo con rabia un bolígrafo y dejo mi firma en todas las hojas, su forma de pensar sigue siendo la misma, pero pienso deshacerme de Adrik, sé que este no aceptará trabajar para mí, pero cualquier otro si, por lo que debo encontrar la forma de que mi padre lo despida o de que él renuncie, sonrío y miro a mi padre el cual también sonríe antes de salir de la oficina.

Termino de ducharme y comienzo a arreglarme, no quiero ir a la ridícula fiesta de cumpleaños de mi hermana, pero el mensaje de mi madre fue claro, pude con sus palabras entenderlo a la perfección, doy un largo suspiro, hace años que no voy a esa casa y ahora debo estar ahí, pero es lo que quería, acepté la oferta de mi padre y eso implica volver a estar en la familia.

—Entonces ya estás en la constructora —comenta Benjamín con el cual hablo por teléfono mientras me maquillo

—Sí, pero no te hagas ilusiones, no hacen nada mal ahí

—¿Entonces que de bueno tiene? —bufo

—Me sorprende que seas el policía —me burlo de él que masculla algo que no entiendo —Solo es un paso Ben, necesito que confíes más en mí

—Confío en ti mi reina, pero quiero verte —sonrío mirando mi reflejo en el espejo

—Tengo guardaespalda y vive conmigo —ruedo los ojos y él maldice —por ahora es mejor que no

—Escápate de él

—Lo haré, pero no para verte a ti —Ben dice una palabrota y río

—Te haré la visita un día de estos preciosa

—No vengas sin avisar —cuelgo cuando digo esas palabras y miro mi teléfono, ya es hora de que salga y no debería ir a esa fiesta, sino a ver a mi pequeña, le prometí que hoy le haría un cuento para dormir y no pienso fallarle.

Al salir de la casa voy hacia el auto de color negro fuera y subo a este, sé que es Adrik quien conduce, el cual ni me mira y el auto comienza a moverse, tengo muchas preguntas, ¿en dónde estuvo todo este tiempo? ¿Es consciente de que su familia lo odia? ¿Por qué trabaja para mi familia? Nada tiene sentido

—¿Se cambió las bragas? —alzo una ceja y lo miro —dijo que duraría menos aquí que sus bragas en su cuerpo, no cumplió —él ríe burlándose de mí

—Haré que mi padre te despida

—Ashly

—Cumple con tu trabajo y no me hables por favor —pido dejando de mirarlo —solo eres mi guardaespaldas, no me des conversación.

—Sigues siendo la misma de antes —cierro mis ojos —la misma engreída

—Al menos yo no traiciono a los míos por dinero —el auto se detiene de forma brusca y debo sujetarme del asiento frente a mí, él voltea a verme

—No sabe de qué habla

—Sé que mi familia le quitó las tierras y los negocios a la tuya

—Es mentira

—Tu padre se quitó la vida porque no soportaba verte la cara —su mandíbula se tensa y aprieta sus dientes sin dejar de mirar mis ojos —tus hermanos te odian —sigo tocando su punto débil —tu madre te odia y no quiere verte ¿y todo por qué? ¿Qué te ofreció mi hermano? —acerco mi rostro al suyo —¿dinero? ¿Poder? Eres miserable —Adrik deja de mirarme y en completo silencio vuelve a arrancar el auto, ahora la tensión puede cortarse entre ambos, haré que deje de trabajar para mí sea como sea.

En pocos minutos estamos en la casa de mis padres y Adrik abre la puerta del auto para mí, sé que está tenso y enfadado, pero sonriendo bajo del auto, camino con la mirada en alto hacia la entrada y sin dejar mi sonrisa a pesar de que no quiero estar aquí, quiero estar con mi hija, pero hoy iré con ella y dormiré a su lado como le prometí, le haré un cuento mientras acaricio su cabello hasta que se duerma, se lo debo.

—Hermana —chilla Anastasia al verme y me abraza, me tenso un poco, pero le abrazo también ya que llevo años sin hacerlo —no sabes lo feliz que soy de tenerte aquí —sus manos toman las mías cuando nos separamos —al fin mi hermanita vuelve a la familia —le sonrío mirando sus ojos, me pregunto, si supiera que hay un pasado entre su esposo adorado y yo, ¿ella me querría?

—Veremos cuanto dura esta vez —miro hacia Steven cuando habla, este llega con una copa en sus manos y sonríe, Anastasia se aleja de nosotros diciéndole idiota y va hacia otros invitados

—También un gusto volverte a ver hermano




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.