Adrik
Miro hacia todos lados y me desespero cuando no la veo, camino por el lugar buscándola con la mirada, supongo que me enojé demasiado por sus palabras en el coche, solo quería perderla de vista, pero no, debo recordar que estoy aquí por trabajo, que su vida corre peligro y es mi misión cuidar de ella. Entro a la casa necesitando ya verla, camino por esta sin mirar nada en específico hasta que me detengo en la puerta de la cocina, mi primer impulso es retroceder en mis pasos y salir de ahí, pero mi cuerpo simplemente no reacciona y siento lo mismo que años atrás sentía cuando la veía con otro, mis ojos arden viendo que besa a Alaric y luego solo siento asco, retrocedo lo más rápido que puedo y salgo de ahí, es el esposo de su hermana, esperaba cualquier cosa excepto esto, voy directo al primer baño de la casa que encuentro y me encierro en este con ganas de vomitar, desajusto el nudo de mi corbata y debo sujetarme del lavado.
—No puede ser —susurro mirando mi reflejo en el espejo, ahora quiero borrar ese maldito beso de mi cabeza, pero no puedo —Dios —choco con rabia el espejo, acabo rompiendo este y maldigo cuando miro mi mano que ahora de ha manchado de rojo.
Luego de lavar mis manos y mi rostro salgo del baño, decido llevar mi mano en el bolsillo no queriendo que nadie vea lo que ha pasado, mi mirada va hacia Ashly cuando la veo caminar hacia la salida y comienzo a seguirla a paso rápido.
—Ashly —la llamo, pero ella simplemente sigue caminando —Ashly espera —corro hacia ella que sube a un taxi, maldigo en voz alta y voy hacia mi auto, debo seguirla, perderle de vista sería hacer mal mi trabajo, pero cuando llego a mi auto me quedo estupefacto cuando veo lo que ha hecho a las ruedas de este, todas están pinchadas y pateo con fuerza el auto, si hablo con Steven sobre esto me hará trizas y si hablo con su padre quedaré despedido, maldita sea.
Abro los ojos cuando siento el sonido de las llaves en la puerta, miro mi reloj, perfecto, casi las ocho de la mañana, no he dormido nada esperando su llegada y ahora es que aparece, la puerta se abre y ella entra, al verme se queda quieta sin hacer nada mientras yo solo la observo, tiene el cabello arreglado, no parece haberse duchado y no siento ningún perfume extraño, no creo que haya estado con algún hombre, al menos eso quiero creer.
—¿En dónde demonios estabas? —no responde nada y lanza a un lado su bolso —¿Ashly a donde fuiste?
—Llamaré a la policía, estás en mi casa
—Tengo las llaves, viviré aquí contigo —ella bufa mientras camina, yo la sigo —¿en donde estabas? No puedes huir así, soy tu guardaespaldas
—Pues haces muy mal tu trabajo —ríe sirviéndose agua y tenso mi mandíbula
—No es un juego por Dios —gruño —tu padre me contrató para
—Vigilarme —ella me mira sonriendo —no confía en mí y quiere saber todo lo que hago en todo momento —Ashly se acerca —ve Adrik, ve y dile que no sabes en donde estuve toda la noche —sonríe —quizás yo se lo diga —intenta pasar por mi lado, pero tomo su brazo, solo ese toque provoca una descarga a todo mi cuerpo y ella mira mis ojos —Suéltame
—Tu padre intenta cuidarte —suelta a reír —están en peligro Ashly, toda la familia lo está y
—Por supuesto que lo está, son malos —ella se suelta de mi agarre —cada quien obtiene lo que merece
—Sé que saliste de tu casa a temprana edad por no estar de acuerdo con sus negocios pero
—Le quitaron todo a tu familia, ¿ya fuiste a ver a tu madre? —me tenso un poco —no te metas en mi vida Adrik, no eres quien para hablarme sobre esas cosas, tú eres un traidor que defiende a una banda de personas malas —ella pasa por mi lado
—¿Te llenas la boca llamándome traidor, pero qué hay de ti? —mis palabras detienen sus pasos y me mira —entiendo que odies los negocios de tu familia, pero qué hay de tu hermana? ¿La odias?
—No sé de que hablas —ahora soy yo quien sonríe
—Me llamas traidor, pero qué hay de ti? Pensé que eras diferente Ashly, pero eres peor de lo que pensaba —la miro con asco —te vi en la cocina con Alaric —puedo notar como se tensa —están juntos y tú
—No estamos juntos
—Los vi besándose y mira —río aunque tengo algo roto por dentro —parecías bastante satisfecha —me acerco a ella
—No sabes de lo que hablas Adrik
—Eres una zorra traicionera que se acuesta con su cuñado y aun así habla de traición —ella levanta su mano, pero soy rápido al tomar esta y detener sus movimientos —es el marido de tu hermana —veo dolor en sus ojos —eres
—No sabes nada —masculla empujándome, esta vez le suelto —no te metas en mi vida Adrik
—Ya estoy en tu vida —me mira enojada
—¿Qué pasa? —ríe —¿te dolió lo que viste anoche? —aprieto mis dientes, ella solo sonríe —deja de trabajar para mi padre Adrik, pienso decirle que me perdiste ayer
—Hazlo y todos sabrán tu relación con Alaric
—No eres capaz —ríe, pero al ver que sigo mirándola serio ella deja de reír, yo vuelvo a acercarme a su cuerpo, solo que ya no puedo verla como antes, no cuando solo en mi cabeza está ese maldito beso
—Prueba y verás —le aseguro acercándome a su oído —intenta hacer que me echen Ashly y te juro que diré lo que vi, tu hermano me va a creer, todos lo harán, tengo una bonita foto —miento ahora mirando sus ojos, ella niega —no me retes —añado y paso por su lado, me detengo antes de salir de la cocina —por cierto, es feo lo que haces —sonrío dejándola ahí y me alejo aunque solo quiero romper algo, destruir y gritar, paso las manos por mi rostro y salgo del apartamento, me quedo recostado en la puerta sin saber ahora que hacer, mi deber es cuidar de ella, me pagan por ello aunque sí no lo hicieran tampoco dejaría que nadie le hiciera daño, han pasado años, ¿por qué sigo sintiendo lo mismo por una mujer que nunca ha volteado a verme como quiero? Debería apagar mis sentimientos, no sirven para nada, no cuando ella no es la mujer que creía que era.
Permanezco en mi coche mirando hacia la casa de mi madre, miro mi teléfono cuando este suena y suspiro, tomo la llamada rápido sabiendo que le debo explicaciones.