Capítulo 11: Pasado

Ashly

El jet es grande y me encanta volar, aun así, siento que me asfixio, estaré tres días fuera de la ciudad, mi padre no quiso que fuera ni a por ropa a mi apartamento diciendo que puedo comprar nueva, no tuve forma de hablar con Sergio, no pude decirle a mi pequeña que pasaré tres días o quizás más sin ir a verle. Mi mirada va hacia Adrik que está sentado frente a mí, es alto, elegante, tiene un cuerpo musculoso y unas manos grandes, mi mente juega conmigo imaginando sus manos sobre mí y niego con la cabeza, por Dios, ¿en qué estoy pensando? Debería de pensar en él del pasado, el niño delgado y tímido, solo que ahora es totalmente diferente y tiene un cuerpo de infarto, sigo con la mirada recorriendo su cuerpo hasta llegar a su rostro, ya no es pálido como antes ni tiene ojeras y su boca, por Dios, muchos me han besado, pero lo de él ha sido de otro mundo, cuando mi mirada se cruza con la suya Adrik sonríe como si leyera mis pensamientos y aparto la mirada moviéndome incómoda en mi asiento, la temperatura parece haber subido unos grados.

—¿También vas a decirle a tu padre que te besé? —su pregunta me hace mirar hacia atrás en donde mi padre duerme y suspiro

—Cállate Adrik

—Sé que te gustó Ashly —ruedo los ojos —dicen que mis besos enamoran —¿será engreído? Bufo y lo miro

—¿Y quién lo dice? —él sonríe y por extraño que parezca me molesta, ¿con cuántas mujeres ha estado?

—Podría presentarte a algunas justo en esa ciudad a la que ahora vamos —dejo de mirarlo —también conozco buenos restaurantes ahí, podríamos ir.

—No pienso cenar contigo, solo verte se me quita el hambre —él ríe con mis palabras.

—Eres amiga de mis hermanos quizás puedas sacarme de duda —me mira interesado y ahora bastante serio —¿quién es la niña que está con ellos? —intento no tensarme y sigo mirando sus ojos —Kristin se llama —Adrik sonríe —tiene unos bonitos ojos —sigue mirándome y me encojo de hombros sintiéndome la peor madre del mundo por negarla.

—No sé de quien me hablas

—¿Vive con mis hermanos y no sabes de quién te hablo? —sigue mirándome, esta vez extrañado —Ashly

—Apuesto a que no vive con ellos, será alguna vecina, no lo se Adrik —bufo —nunca he visto a una niña en casa de tus hermanos.

—Es raro —él sigue y ya mi pecho duele —la pequeña me dijo que vivía con mi hermana

—Es una niña —sonrío negando —quizás se confundió —miro sus ojos necesitando que se olvide de eso, él asiente.

—De todas formas pronto visitaré a mis hermanos y lo sabré

—Ellos te odian —Adrik sonríe

—Por poco tiempo —me guiña un ojo y dejo de verle sintiendo como late de rápido mi corazón, Adrik no puede saber que Kristin es mi hija, le dirá a mi padre y mi padre...intento tranquilizarme tocando la cadena que cuelga de mi cuello, ¿por qué mi padre no le despidió? Tendré que hacer algo más, miro hacia Adrik y evito bufar cuando veo que él sigue mirándome, el beso, su forma de verme y como me habla, además de lo que dijo Mark, ¿en verdad está enamorado de mí? Me acomodo en mi asiento cerrando los ojos, pensando en el pasado, si eso es verdad, puedo usarlo en su contra.

Luego de acomodar las cosas que compré en mi habitación salgo de esta, lo primero que hago es ir a la cocina, suspiro acomodando un poco mi cabello, es casi de noche, mañana tendré esa reunión e intentaré que firmen un contrato importante para la empresa, sí, el contrato les dará mucho dinero, pero luego haré que lo pierdan todo, el lugar en el que estoy es hermoso y el hotel es uno de los mejores, lo peor es tener que compartir habitación con Adrik y claro, que mi padre está justo en la habitación de al lado. Sin pensarlo mucho tomo una botella de vino y sirvo dos copas, luego de tomar estas en mis manos salgo de la cocina, voy hacia el sofá en donde Adrik está y pongo mi mejor sonrisa para él.

—Bebe conmigo —me mira en cuanto me escucha, una de sus cejas se alza y sonrío viendo el sentimiento bailando en sus ojos al verme con el corto vestido que traigo.

—¿Acaso quieres dormirme de nuevo? —su pregunta aumenta mi sonrisa y sin dejar de mirar sus ojos doy un trago a una de las copas, él sigue todos mis movimientos y me acerco a pasos lentos hasta quedar justo frente a él, bastante cerca, él debe levantar su cabeza para mirar mi rostro y noto que ya está tenso, es muy fácil seducirlo.

—Llevarme bien contigo Adrik, es lo que quiero —una de sus cejas se alza

—¿Dónde está la trampa? —se pone de pie, ahora soy yo quien se tensa, intento retroceder un paso, ha quedado demasiado cerca, pero Adrik pasa un brazo por mi cintura y me mantiene ahí, casi pegada a su cuerpo haciendo que mi corazón comience a acelerarse.

—No hay —logro hablar sujetando fuerte las dos copas, ¿en qué momento el juego se volvió en mi contra?

—¿Ya no quieres que me despidan?

—No Adrik, no —él relame sus labios mirando los míos y mi pulso se dispara

—No puedo beber —mira ahora mis ojos —mi trabajo es cuidar de ti Ashly

—¿Ni un trago?

—¿Qué pasó? —sonríe —¿te asustaste cuando te dije que te besaría cada vez que me hicieras enfadar? —aprieto los dientes —¿acaso te gustó mi beso Ashly? —quedo como estúpida largos segundos mirando su intensa mirada

—¿Por favor? —río saliendo de mi trance y me alejo de él que por suerte me suelta sin hacer esfuerzo, respiro hondo y me doy la vuelta para alejarme.

—¿Sigues enamorada de él? —su pregunta me detiene por completo

—¿Cómo dices? —lo miro

—De Alaric —trago en seco —¿sigues enamorada de él?

—No —respondo demasiado rápido

—Lo besaste

—Él me besó —contradigo sus palabras queriendo salir de aquí

—Tú te dejaste

—No somos amigos Adrik —bufo —no voy a hablar contigo sobre eso —dejo las copas sobre una mesa con rabia y cuando iba a mi cuarto el timbre de la puerta suena deteniendo mis pasos, miro a Adrik que rápido se pone de pie y va hacia la puerta llevando una mano a su espalda listo para defenderme, la puerta es abierta, Adrik se tensa, se nota y yo quedo incrédula al verlo a él ahí que rápido me busca con la mirada y me encuentra.