Ella es mia

Capítulo 5

—Buenos días —me siento frente a Danielle, ella levanta la mirada.

—Buenos días ¿dormiste bien? —desvio la mirada hacia las fotos que ella tiene en su escritorio.

—Danielle —me acomodo más en la silla —¿Recuerdas lo que hablamos cuando regresarás de Siliconia? —ella se quita los espejuelos que usa para la computadora, colocándolos suavemente en el escritorio.

—Cassio yo... —levantó la mano antes que hablé.

—Creo me he precipitado —ella me mira sorprendida, sonrió un poco —Anoche le estuve dando vueltas al asunto, analizándolo bien, nosotros nos vemos más como amigos, hermanos —pasó mi mano por mi nuca, mis ojos se posan en ella, realmente no despertaba en mí un deseo sexual, ansias de tocar su piel, frunzo el ceño.

—Estoy de acuerdo Cassio... —la puerta de la oficina se abre, Anna entra con el vaso de café helado que le lleva todas las mañanas a Danielle.

—Buenos días —la observó, fría e indiferente como todos los días, llevaba una blusa de seda el tono hacia ver su piel más delicada, como porcelana, mis ojos se detienen en cada pequeño botón en el frente de su blusa, a mi mente se vino una imagen de mis dedos desabrochando cada botón, llevaba un pantalón de tela de color negro, le quedaba precioso... frunzo el ceño ¿precioso?, jamás había relacionado la palabra precioso con la bruja de Anna.

Mis ojos siguen sus manos cuando le entrega el café a Danielle, se ven suaves y delicadas.

—Buenos días Anna —Danielle le sonríe —Gracias por el café —tomó uno de los informes que hay en el escritorio de Anna, mi mente está fuera de control en estos momentos.

—¿Puedo retirarme a las cinco? —mis ojos miran las letras, pero no estoy leyendo, estoy atento a la conversación de ambas, algo cuestionable para mí, ya que el documento es importante, pero extrañamente no puedo concentrarme.

—¿Estás bien? —pregunta Danielle.

—Si, solo que está noche saldré con Harry —dejó de ver el informe para verla ¿saldría con Harry Donovan, después de besarme?

—¿Saldrás con Harry? —gracias Danielle por exteriorizar mi pregunta y saber que rayos le pasa a Anna.

—Si —sonríe ampliamente, mis ojos miran esos labios que sé que son suaves como los pétalos de una flor—Debo avanzar con lo que me has pedido, para poder irme a las cinco.

—No te preocupes, aunque no hayas terminado, puedes irte a las cinco, estoy emocionada que al fin vas a volver a salir con un hombre —¿Qué? ¿La iba a dejar ir tranquilamente? Anna era una descarada, me había arrebatado mi primer beso la noche anterior y tranquilamente hoy saldría con otro hombre ¿acaso lo olvidó?

—Debemos tener el material impreso para la reunión de mañana, haré unos últimos cambios a la presentación, me llevará tiempo —sonrío porque no irá.

—Pediré a una de las chicas que lo imprima —siento que algo caliente recorre mi cuerpo, es furia.

—¿Sabes cuál es el problema? —me pongo de pie, estoy furioso, Danielle está sorprendida, lo sé, este no soy yo —¡Siempre esta mujer irresponsable, lo arruina cuando habrá una reunión importante! —lo reconozco he exagerado, pero este no soy yo, el Cassio Fortuna frío e indiferente no se que rayos se hizo.

—¡No puedes decir eso! —Anna esta furiosa, pero no al nivel en que yo lo estoy.

—¿Es mentira? O se te quiebra una uña y el mundo debe detenerse o te duele un diente —lo sé, una estupidez lo que acabó de decir, pero estoy molesto, suelto un quejido de dolor, la pequeña rubia acaba de darme una patada en la pantorrilla, me ha dolido y no dejo de dar saltos.

—¡Jamás me marchó porque se me quebró una uña y nunca me ha dolido un diente, maldito estirado!

—¿Todo bien? —mi tío se ha asomado a la oficina, creo nuestros gritos se salieron de control.

—Todo bien Señor Fortuna, Cassio está practicando para el día nacional de Zafiria —es despiadada, sonríe después de golpearme.

—Estamos a pocos días del primero de junio—sonríe y se marcha.

Danielle suelta el aire.

—Puedes irte a las cinco Anna —sus orbes verdes me miran molestos —Tú y yo sabemos que la persona que nunca pide irse de vacaciones o irse temprano es Anna. No sabemos si está noche se convierte en el inicio de una relación con Harry —miró a Anna lleno de furia, no deja de sonreír.

—Bueno sigamos trabajando '—anuncia Danielle, Anna de la oficina, sigo de pie, no debía recordar lo del beso—¿Pasa algo?

—¿No tienes lástima de Harry? Pensé lo apreciabas como tu amigo.

— Y lo hago ¿Porqué le tendría lástima?

—Conoces a Anna, todo lo resuelve a golpes, odia que le den órdenes, Harry las da, imagino que si le lleva la contraria le caerá a golpes.

—No te preocupes por Harry, cuando mi hermana esta enamorada es un gatito —¿Gatito?, hasta el día de ayer, antes de llevarla no pensaba en ella, después del beso, no dejaba de revivirlo... fue mi primer beso.

****

Reviso cada juego de documentos que he impreso para la reunión de mañana, no iba a darle el gusto a Cassio de tener razón y que no me esforzaba para las reuniones.

No había conocido esa faceta iracunda de él, tenia cinco años de conocerlo, y jamás alguien a expresado que lo ha escuchado gritar, frunzo los labios, entendía que estaba furioso, no debía perdonarme que le robe su primer beso, pero honestamente no me arrepentía, estaba enamorada de él, sabia que no tenía oportunidad con él, mi consuelo es que probado sus labios vírgenes, que por un momento sus brazos me rodearon en un cálido abrazo, me encanto estar en sus brazos, pero se que es la única vez que estaré en ellos.

Harry era mi amigo, después de darse por vencido de conquistar a Danielle, lo intentó conmigo, pero no podía verlo como un hombre, Cassio había borrado hasta el recuerdo de Adrián, todos estos años fui fiel a mis sentimientos por Cassio, pero ahora que Danielle estaba decidida a divorciarse de Lex y casarse con Cassio, debo seguir con mi vida, renunciar a él para siempre, ya que será mi cuñado después de todo.




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