Capítulo 5

Gema: está bien, madre. No pienso tardarme mucho, además nunca fui una persona importante en su vida, sino que era una obligación para él.

Benjamín: primero debes dejar tu mochila a tu recámara para que te puedas ir. El nunca más formara parte de tu vida y eso se lo deje muy claro ante de irse.

Gema: sabía muy bien que esto pasaría. Nunca debemos de adelantar las cosas, porque eso tarde o temprano un día sucedería y tenía que hacerlo precisamente él.

Ella se sube a su recámara para dejar su mochila, pero al darse cuenta de que tenía su uniforme se empieza a cambiar y ya que termina baja las escaleras y se despide de sus padres para irse rumbo al hospital. Ella tiempo después llega y cuando entra ve al señor Mcgregor en la sala de espera y se acerca donde esta él. Ella estaba a punto de hablar, solo que él empieza hacerlo.

Pablo: muchas gracias por haber venido. En verdad lamento lo que hizo mi hijo, jamás espere que hiciera eso y mucho más faltando un mes para la boda.

Gema: usted no tiene la culpa de nada y las cosas se dieron de esa manera. Solamente he venido a verlo por última vez, ahora me pregunto si puedo pasar a verlo.

Pablo: mi esposa esta con nuestro hijo. Podrás entrar a verlo cuando salga de su cuarto y ella se puso triste cuando se enteró del accidente.

Gema: él es una persona fuerte y estoy segura de que se va a recuperar con el tiempo. Además, lo único que tiene que hacer es tener mucha paciencia y que muy pronto estará con ustedes completamente sano.

Pablo: eres muy buena. No Puedo creer que estés aquí desde de lo que te hizo, espero que encuentres a una persona que te merezca y sobre todo que se enamore de ti.

Ellos se sientan en la sala de espera. Pablo le cuenta cual es el estado de su hijo y de esa manera siguieron esperando hasta que al fin sale Leticia del cuarto de su hijo. Ella se levanta de su asiento y la abraza para tratar de confrontarla y le dice que todavía no despertaba. Entonces sus padres dejan de pase al verlo y a los pocos minutos se encuentra en el cuarto.

Gema: en verdad está muy mal. Solamente he venido agradecerte lo que hiciste por mí, así que he venido a despedirme de ti. Espero que un día te enamores como lo pienso hacer yo y antes de irme quisiera que despertaras ya que tus padres están esperando que lo hagas, debes de hacerlo por ellos, por favor. Este sería un adiós definitivo para nosotros.

Ella no podía evitar sentirse mal por él, Gema tenía que irse así que se despide de él con un beso en la frente y cuando ella hace eso el abre sus ojos.

Axel: me duele la cabeza, solo que es un dolor insoportable. ¿Quién soy yo? y sobre todo ¿Quién eres tú? Trato de recordar mi nombre y no se me viene nada a la mente.

Gema: eso no es posible. No me digas que no recuerdas nada y será mejor que entre un médico a examinarte, además yo soy la menos indica para contestar a tus preguntas y sobre todo muchas gracias por despertar.

Axel: no te vayas, por favor. Porque siento que si te vas no volveré a verte y quisiera que estés conmigo, ahora que desperté todo esto es nuevo para mí.