Mi día.
P.O.V. LANA COLTER.
Salgo del último salón, como siempre, no me gustan las personas y menos cuando ellos se burlan de mí.
Camino a pasos rápidos buscando la salida del instituto, quiero salir rápido de aquí antes que ellas me vean.
Pero el destino nunca está a mi favor, las tres chicas están al final del pasillo, recargadas en la pared, y aunque el pasillo está medio vacío ellas no notan que estoy cerca ya que están muy concentradas en su plática.
Dejo salir un pequeño suspiro y con las manos temblorosas tomó las cintas de mi mochila con fuerza, camino a la salida con pasos neutros, que no note que quiero salir rápido y sepa que soy yo.
Creo a ver cumplido con mi objetivo cuando estoy por empuja la gran puerta de color marrón cuando siento como me jala de mi mochila, suelto un pequeño grito cuando me golpeó con la pared, al menos mi mochila a recibido más el impacto.
Las tres me miran con una sonrisa y yo intenté esconder mi miedo pero es algo en lo que siempre fracaso, las manos me tiemblan más y las escondo detrás de mí cómo puedo.
-- ¿A dónde pensabas ir, gorda? -- pregunta Flor, ella es como la líder de las tres y es la más me molesta, no respondo.
Jessica toma mi cabello rubio y lo hala provocado que suelta un chillido pero ellas solo sonríen como si fuera su gran espectáculo.
Solo quiero llegar a casa, me repito.
-- No sirves para nada -- habla de nuevo Flor con una sonrisa malvada -- Ni siquiera tu loba puede salir -- me toma mis mejillas con una de sus manos, haciendo presión causado que me duelan -- ¿Acaso no piensas decir nada o quiere llevarte un recuerdo para este fin de sem…
-- Señorita Abrego -- Eso hace que Flor y Jesica me suelte de golpe, mis piernas se doblan y caigo al piso, me levanto con la ayuda del profesor -- ¿Qué cree que estaba haciendo? - pregunta con los brazos cruzados.
-- Nada, solo jugábamos -- responde Flor con una sonrisa amigable.
-- Eso no es lo que parecía -- responde el profesor -- están castigadas, las tres.
-- Pero profesor…
-- Sin peros, mañana hay un festival en toda la manada para el Alpha, la escuela será un lugar de servicio, y ustedes estarán incluidas.
Ellas no dicen nada, el profesor de matemáticas es el hermano menor del Alpha de la manada por lo tanto tiene casi el mismo poder pero lo suficiente para que en la manada lo respeten.
-- Ahora, Fuera - señala las puertas y las tres corren para poder salir.
Dejo salir un suspiro, al menos esta vez no ha sido peor.
-- Debes de defenderte Lana -- me dice el profesor y levantó la mirada para verlo.
-- L-lo se.
-- No eres menor que ellas, pero debes saber defenderte de ellas tres, no siempre podrás esconderte. Ven a casa, el lunes hay examen sorpresa, déjalas saber que al menos eres más inteligente que ellas por que dos de ellas vendrán a semana de refuerzo -- sonrió y el profesor se dio la vuelta para regresar.
Arreglo mi cabello con mis manos que aún están temblorosas, camino a la puerta y salgo del instituto, con pasos apresurados camino hasta mi hogar, que está a seis cuadras, así que llego rápido.
Al abrir la puerta, entró y cerró con llave, dejó mis zapatos a un lado, a mi madre no le gusta que deje tierra por todo lados. Pero como siempre al llegar ella no está.
Subo las escaleras al segundo piso y camino a mi habitación, dejo en la silla del escritorio mi mochila y me paro enfrente del gran espejo que tengo en la habitación, puedo ver mi cuerpo completo, rapado con la mirada desde mi pies a mi cabeza.
Hoy me había puesto un patalon negro y una sudadera ocre, mi cabello lo había dejado suelto por que me había agarrado la tarde para irme.
Las lágrimas comienzan a salir, haciendo camino por mejillas y llega hasta mi mentón.
Mi cuerpo no es el mejor de todos y es algo por lo cual he recibido insultos, no tengo el cupón delgado como las demás, soy rellana, mi mejillas son más gordas y rojas,soy de estatura baja, tal solo mido 1.56, llevo lentes a causa que mi loba no sale.
Eso sucede en un caso de millones, soy como un caso imposible de salir.
Que mi loba no salga se debe a que no desarrolló muy bien los genes cuando mi madre estaba embarazada de mi.
Tengo un olfato bueno así que si puedo llegar a distinguir a mi pareja o al menos es lo que han dicho los doctores, mi vista no es la mejor, no tengo la residencia de un lobo, mi resistencia es menor que un omega y no puedo transformarme a uno, ya que ni loba tengo.
Eso ha sido otra cosa por la que me hace bulling en el instinto, aparte de mi físico y poder llevar buenas notas. ¿Por qué es malo llevar buenas notas? Es una pregunta que siempre me he hecho.
¿Por qué es malo ser rellena y tener las mejillas gordas? ¿Por qué es malo ser de baja estatura? ¿Por qué es malo ser mejor en los estudios? ¿Por qué es malo ser como soy?
Dejo salir un suspiro y limpio mis lágrimas con las mangas de mi sudadera, si mi madre me viera diría diría soy una exagerada, ella es puro caso más que tengo que soportar. Al menos puedo estar sola algunas horas durante el día.
Me cambio de ropa a una más floja, bajo las escaleras para ir comer algo, en cualquier momento llegará mi madre y no estoy de humor como para tener una discusión con ella, lo que hago ahora es solo asentir con las cabeza y quedarme callada.
Saco del refrigerador el jugo del jarrón y una porción de tarta que sobre del día de ayer. Me siento en unos taburetes cuando escucho los pasos de alguien, mi madre, que hace sonar los sus tacones con el suelo.
Comienzo a comer la tarta y escuchó un suspiro de ella que me hace parar, aquí vamos de nuevo. Mi paz acabó rápido.
-- ¿Qué no comiste en el Instituto? -- pregunta y se pone del otro lado de la barra.
No como siempre ahí, tengo que buscar un lugar seguro donde pueda comer y no siempre puedo llegar.