¡Feliz cumpleaños!
P.O.V. LANA COLTER.
Despierto gracias que anoche no cerré las cortinas de la ventana pero en mi defensa me quedé dormida viendo una película con el alpha.
Ya pasó una semana desde que estoy aquí y me he sentido tan bien, sin nada de qué preocuparme, sin tener que seguir las órdenes de mi madre.
Mayormente a la hora de despertar, soy la primera, estoy tan acostumbrada a despertar temprano pero hace dos días dormir hasta la diez de la mañana, si mi madre me hubiera visto me hubiera reprimido todo el día pero el alpha sólo tío cuando le pedí perdón y me dijo que soy adorable.
Me me muevo hasta poder verlo bien, su pijama es de color azul, toda azul, he notado que sólo viste de negro, azul y gris, son colores triste ¿Está triste? Pero ¿Por qué?
Levantó mi mano con algo de miedo a que despierte y me encontré así, no quiero que se enoje conmigo, paso mi mano por su cabello, es muy suave.
Me entretengo paso mi mano por su cabello, escucho una risa que me hace míralo a los ojos, está despierto, mi cara de enrojece y me quedo quita, sin saber que hacer, hasta que en me cumbre por completo con la sabana.
Escucho de nuevo su risa pero ya no lo veo por la sabana, esto es vergonzoso ¿Se enojara? ¿Y no querrá que duerma junto a él?
-- Buenos días -- saluda con voz ronca que me causa cosquillase en el estómago.
-- Buenos días -- murmurro en voz baja.
Me pasa su brazo por la cintura y se pega a mi, puedo sentir su respiración en mi cabello a través se la sabana.
-- ¿No saldrás? -- pregunta.
-- N-no -- respondo.
-- Eres tan adorable -- deja un beso a un lado de mi cabeza encima de la sabana -- ¿Sabes que día es hoy?
Bajo un poco la sabana para poder valor pero me mantengo aún cubierta, mi pelo debe estar hecho un desastre y él se ve tan… bien. ¿Cómo puede dejarme seguir a un lado de él? Somos muy diferentes.
-- Mi-miércoles -- respondo y él vuelve a reír.
-- Todavía debes seguir dormida.
-- E-estoy muy despierta.
-- Lo se, me gusta que acaricies mi cabello -- Lo miro con los ojos abiertos y vuelvo a esconderme en la sabana -- Si hoy es miércoles.
-- Ya lo sabía -- vuelve a reír.
-- Creo que todavía no captas lo que te quiero decir.
Me vuelvo a destapar los ojos y lo miro -- ¿Q-que cosa? -- pregunto nerviosa ¿Acaso quera echarme?
-- Lana, hoy 31, hoy es tu cumpleaños número 19.
¿Mi cumpleaños? No me acordaba.
-- Feliz cumpleaños -- felicita y toma mi rostro con su mano para dejar un beso en mi mejilla, pero yo aún no reaccionó, mis mejillas ya debe estar más rojas de lo que se le permite pero el alpha son sonríe emocionado.
-- Gra-gracias -- respondo.
-- ¿Acaso no te acordaba? -- pregunta con diversión.
-- Bueno… mi madre desde una semana antes me hacía qué es lo que tenía que decir y está vez na-nadie me dijo nada que se me o-olvido.
-- Bueno, ahora ya lo sabes y podemos hacer todo lo que quieras
-- ¿Cualquier cosa?
-- Si es lo que quieres se hará, estoy a tus órdenes.
-- ¿Y si me quiero quedar todo el día en la cama?
-- Entonces eso se hará -- sonríe.
-- ¿Y no ti-tienes nada que hacer?
Él es un alpha, claro que tiene miles de cosas que hacer ¿Para que quedarse conmigo?
-- Hoy no, he arreglado mi día para poder pasarla contigo.
Eso es tierno, sonrío sin poder evitarlo. Él se ha portado tan caballeroso conmigo, siempre me espera a la hora de comer.
-- Entonces… quiero quedarme aquí.
-- Bien pero en la noche te tengo una sorpresa.
-- ¿Qué sorpresa? -- pregunta curiosa.
-- Una sorpresa no se puede decir.
-- Para ya me dijiste que me tienes una sorpresa.
-- Sí pero no te diré que es la sorpresa.
Me acerco a él descubriendo totalmente mi rostro, dejó mi cabeza en su hombro y lo abrazó.
-- Por favor-- pido y lo escucho reír.
-- ¿No quieres desayunar? -- pregunta en un intento de cambiar el tema de una manera muy clara.
-- Por favor, dímelo -- me separó y lo tomó del brazo moviéndolo pero sólo muevo el brazo.
Él vuelve a reír - Iré por el desayuno -- se levanta.
-- Alpha -- pido una vez más, es que tengo mucha curiosidad, nadie ha hecho algo por mi y ahora quiero saberlo ya.
-- Crei que ya no me dirías así -- camina a la puerta.
-- ¿Y cómo le diría? -- pregunto mientras me siento en la cama.
Abre la puerta y me mira sobre su hombro -- No se, amor, cariño, mi alpha, mi pareja o mi mate, no se, tu decides -- sale de la habitación y mi cara se vuelve roja.
¿Quiere que le diga eso? ¿Es seguro? Y si le digo… ¿Cariño? Se oye algo… lindo. Hay Luna… ¿Por qué quiere que le digas así? Bueno… soy su pareja, la diosa nos unió pero yo apenas y puedo identificar su aroma cuando está a medio metro de mi.
¿Cómo puede ser feliz con eso? Tengo tantos defectos pero el Alpha cada día hace que mis mejillas se pongan rojas y me sienta nerviosa cuando soy el centro de su atención.
No pasa mucho cuando él regresa pero no dice nada de lo que dijo antes de irse, sólo sonrió y dijo que viéramos una película.
***
Nunca había disfrutado tanto de un día y más si era mi cumpleaños, el alpha no se levantó, sólo se levantó para ir por comida, me dio de comer caramelo ¡Es una delicia!
De repente el alpha mira a la ventana y pone pausa a la película, lo miro buscando una explicación.
-- Ya es de noche -- avisa -- Ya será hora de tu sorpresa.
-- ¿Qu-que me tengo que poner? -- pregunto.
-- Ropa cómoda, hace mucho frío afuera, así que cúbrete bien. Ya regresare, ve alistadote -- se levanta y sale de la habitación.
Me levanto de la cama rápido y camino al closet, decidió rápido por un pantalón negro y una sudadera verde, me doy una ducha rápida y me pongo ma ropa. Cuando estoy peinado mi cabello escucho la puerta abrirse.