Ella es mía (trilogía Trillizos, Libro #3)

Capítulo 16

Es todo lo que tú quieras.

P.O.V. LANA COLTER. 

Los guardias entran a cada hora a la habitación donde estoy para revisarla y por si quiero algo, por la ventana ya se puede ver la luna y las estrellas que adornan el cielo. El alpha aún no viene.

Yo estoy viendo algo en la tv, no le tomó mucha importancia porque estoy esperando a que Chris venga porque ya tardó mucho. Y puede que quiero que esté a mi lado, no se por que.

Escucho como alguien ordena algo a los guardias, mi corazón se acelera a reconocer la voz ronca, sonrió porque voy a poder volver a verlo.

La puerta se abre y abro ojos en grande cuando él entra, tiene su traje y el rostro manchado de sangre, de inmediato me asusto.

-- ¿Qué t-te pa-paso? -- pregunto asustada.

-- No es nada -- se acerca a la ventana y la cierra con llave, al igual que las demás -- No iremos mañana.

-- Pe-pero…

-- No es mía -- dice mirando cualquier cosa que no sea yo.

-- ¿Y de qu-quien es? -- pregunto temerosa.

-- De nada importante.

-- De-debes limpiarte y cambiarte-te -- él sólo asiente con la cabeza y camina al baño dejando la puerta abierta.

Con algo de nervios camino a donde está su maleta y busco entres sus cosas ropa para que pueda cambiarse, espero que no se enoje por buscar en su maleta.

Saco un pantalón de algodón y una camisa, ambas de color negro, ya que sólo de ese color hay. Camino al baño donde la puerta está entreabierta.

La abro completamente, está parado enfrente al espejo con las manos en el lavado, tiene los ojos cerrados, dejó a un lado la ropa y busco una toalla, él sólo se mueve un poco cuando abro el grifo del agua.

Mojo la toalla y cierro el grifo, él no dice nada y sólo sigue con los ojos cerrados, pensando algo, algo que lo tiene mal. Lo tomó del brazo y lo siento en el water del baño, él sigue sin decir nada y sólo me deja pasar la toalla mojada en su rostro.

-- N-no me gusta ve-verte así -- digo rompiendo el silencio y sólo está vez me mira a los ojos.

-- Sólo es una pequeña cosa, y no será la última vez.

Se que lo dice por la sangre, no será la última vez que lo veré así, si estoy con él, esto y aceptado todo de él así como Chris acepta todo de mi. No lo he oído quejarse ninguna vez por mi forma de actuar ¿O se quejará con alguien más de mi? ¿A mi espalda? ¿Con quien?

Lo terminé de limpiar y lo dejé ahí para que se cambie, regrese a sentarme al sillón tomando el licuado, si mi madre me viera tomando licuado a la ocho de la noche me dejaría castigada toda la semana.

Minutos después Chris se sienta a mi lado y mira mi licuado.

-- ¿No es muy tarde para tomar licuado?

-- Di-dijiste lo que quiera y e-ellos no dijeron n-nada -- Chris rie.

-- Tienes razón. Es todo lo que tú quieras y siempre será así.

Sonrió un poco, él tiene la vista en la televisión, quiero abrazarlo pero tal vez me rechazó y me aleje ¿Cómo lo veré después? Me daría mucha vergüenza verlo después de eso.

Y si, simplemente lo abrazo un segundo, un abrazo corto, pequeño y no sería vergonzoso si me aleja. Hay cientos de escenarios que pueden ocurrir si no me abraza, si me abraza.

Me acerqué y sólo rodeó mi brazos en su torso, cuando iba alejarme y él me detiene, pasando su brazo sobre mi hombro y dejó su cabeza encima de la mía, huele tan bien, aún después de que llegó manchado de sangre.

-- Chris -- lo llamo.

-- ¿Qué pasa?

-- ¿Tú m-me o-odias? -- pregunto en un susurro.

-- ¿Por qué debería odiarte? Hago lo contrario. Te adoro y te quiero. No tengo razones para odiarte y dudo que algún día tendré razones para hacerlo, Lana -- mis mejillas se encienden al oírlo, menos mal no ve ni rostro.

-- ¿L-lo prometes? 

-- Lo prometo y lo juro -- Me abrace más a él acomodándome lo mejor posible en su pecho y sólo lo escuché reír.

¿Se está riendo de mí?

-- Es agradable tenerte así, y me imagino que ahora tienes las mejillas de color rojo.

Rayos.

-- N-no -- miento.

-- Mientes -- afirma -- que bien, sabré cuando mientes. 

Me alejo de él indignada pero parece que está alerta a lo que vaya a hacer ahora.

-- No miento -- Me cruzo de brazos y él ríe.

-- Claro, y yo no soy un lobo.

Lo miro con los ojos entrecerrados pero él sólo sonríe. Me siento de nuevo en mi lugar, lejos de él y lo escucho gruñir por eso pero lo ignoro.

Entonces se acuesta dejando su cabeza en mi pierna y abrazando mi cintura con fuerza, mi cara se torna roja por su acción.

¿No es incómoda? Aunque él parece feliz estando así o es lo que me confirma la sonrisa en su rostro. Una linda sonrisa.

-- No te alejes, me gusta abrazarte o que tú me abraces -- dice.

-- Tú, dices que mi-miento.

-- No, no lo haces -- dice rápidamente y río un poco.

Hay algo que quiero hacer y lo quiero hacer siempre, desde el día de mi cumpleaños pero soy muy penosa y no se como hacerlo.

Ni se como tuve el valor de ese día para hacerlo, pero quiero volver a hacerlo y da mucha pena, a él puede no gustarle y alejarse sin más.

-- A-alpha…

-- Chris -- corrige.

-- Chris ¿Pu-puedo hacer lo que qui-quiera?

-- Sabes que si.

-- ¿Y si te i-incluye?

-- Sería mejor.

Me sonrojo inevitablemente, paso mi mano por su cabello y veo como sonríe, está relajado y feliz, me gusta verlo así. Aún no lo he visto enojado ¿Se enojara conmigo algún día?

-- Lana. -- murmura mi nombre y yo sólo lo miro, tiene los ojos cerrados -- deja de pensar tantas cosas, yo siempre voy a querer, no pienso alejarme de ti.

-- N-no estaba pe-pensado nada malo -- excusó.

-- Creo que ya te conozco lo suficiente como para saber que cuando te quedas callas estas cuestionante a ti misma. Eres suficiente, Lana, mucho más que eso.

 

 

 

 




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