Ella es mía (trilogía Trillizos, Libro #3)

Capítulo 23

Un aroma dulce.

P.O.V. LANA COLTER. 

 

Entró abrazada a Chris, hoy dejó que mi loba jugará con su lobo, sólo me dijo que nos íbamos a ver afuera y yo fui toda alegre. Desde que me convertí en loba, Chris me deja jugar con su lobo. Es lo mejor.

—- ¿Ya estás mejor?

—- Si —- paso mi nariz por su cuello y lo escucho reír.

—- Tu aroma se está volviendo muy dulce —- comenta —- creo que es tu omega.

Me deja en la cama pero yo hago que no se separe de mí, arrodilladome cerca de la orilla y parado enfrente de mi, vuelvo a escuchar como rie. Tomó su rostro con mis manos y uno nuestros labios.

Chris pasa sus manos por mi cintura hasta pegarme lo más que se puede a él.  Se aleja de mis labios para comenzar a besar mi cuello, enredó una de mis manos en su cabello.

Hago que ambos caigamos en la cama, suelto una risa pequeña, Chris sube su mano por mi abdomen llevando con ella la camiseta. No se como le hago pero logró quitarle camisa y él me quitó el pantalón. Pasa sus manos por mis piernas ya Te a llegar a mi cintura.

Como puedo hago que nos demos vuelta quedando yo encima de él, su sonrisa se extiende. Beso sus labios y comienzo a hacer movimientos con mis cintura sobre su miembro, suelta un gemido ronco entre el beso y lleva ambas manos a mi cintura sin pararme. Beso su mandíbula y cuello.

—- Lana —- dice.

Paro mis movimientos y quito su pantalón con rapidez y ayuda de él, aún soy inexperta en esto.

—- Hazlo —- dice cuando no puedo dejar de ver su cuello.

No lo pienso y sólo entierro mis colmillos en su cuello, haciéndole una marca de pertenencia. Él es mío y siempre lo será.

***

Bajo con pereza las escaleras, Chris salió de la manada y puede que vuelca hasta mañana, han dejado instrucciones sobre cualquier cosa que ocurra, incluso un ataque zombie.

Cuando le pregunté por eso sólo dijo que su lobo le pide que me proteja de todo y todos. Si, me puse colorada cuando lo escuché. Aún no me acostumbro.

Llegó a la cocina donde está Aby y Valeria, ambas están leyendo un libro.

—- Hola —- saludo.

—- Valeria, sube a tu habitación, terminamos por ahora —- dice y me siento a un lado de ella.

Valeria sale de la cocina con su libro y lápiz en la mano, irá a ver televisión me imagino.

—- ¿Y? — pregunta Aby. 

Y yo la miro confundida —- ¿Y que?

Ella ríe — ¿Puedo confiar en tu aroma? Desde hace días está muy dulce.

—- ¿Y eso que tiene? —- pregunto confundida.

— ¿Sabes por qué el aroma de una loba se vuelve dulce, sobre todo en las omegas?

—-  No s-se. —- me siento a un lado de ella, totalmente confundida.

Ella sonríe —- Chris tampoco lo sabe por eso me imagino que no lo ha notado.

—- Él dijo que e-es por mi loba.

–-- Lana, cuando una mujer loba se embaraza su aroma se vuelve dulce, y en las omegas es aún más dulce que no se puede ocultar.

¿Qué?

—- ¿E-embarazo?

—-Chris nunca ha olido el aroma de una omega embarazada, cuando su hermana se embarazo él pensó que era un aroma normal dulce. A veces es  un poco tonto.

—- P-pero… ¿Embarazada? ¿yo? —- me señaló a mí misma, sí ni puedo cuidarme cómo voy a poder hacerlo con un bebé.

—- Tranquila para estar segura hay que ir al médico.

—- Pero…

Ella de repente pone cara de pánico y se levanta del taburete y me abraza.

—- Perdón, no quería asustarte. Perdón, perdón.

—- Es que no s-se que decir o co-como reaccionar — digo nerviosa y asustada, más que todo asustada.

—- Está bien, no es algo a lo que una persona esté acostumbrado. Sólo debemos hacer una prueba de embarazo, si quiere podemos ir al médico, cuando esté lista o la prueba simple de embarazo.

—- ¿Prueba s-simple-e? 

—-Si, sólo debe de orinar en un palito, es fácil. Si quieres voy corriendo a conseguir una —- y lo único que puedo hacer es mover la cabeza en afirmación.

***

He estado media hora en el baño encerrada, sentada en el taper del baño y no dejó de mover mi pie nerviosa.

Quise hacerlo sola y no he podido ver los resultados, tengo mucho miedo.

¿Y si sale positiva? ¿Chris reacciona de buena manera? ¿Se enfadara? ¿Y si yo soy la mala? Él podría ser un buen padre, lo he visto con Valeria, pero ¿Yo? Yo ni se que hacer y tengo miedo de ver el resultado de la prueba, una que ya estaba desde hace mucho.

Diosa, yo ni soy la mejor pareja del mundo, prácticamente Chris hace todo, yo no hago nada. Yo sólo hablo, hablo y nada más. Él me da cosas y ¿Yo que le doy? ¡Nada!

¡Soy de lo peor!

Unos golpes en la puerta me sobresaltaron, casi cayéndome al piso.

—- ¿S-si?

—- Lana ¿Está bien?

—- S-sii, sólo… solo me daba un baño. Ya sa-salgo.

—- Bien.

Dejo un salir un largo suspiro. Bien, tengo que ver el resultado por las buenas o por las malas. Me levanto y camino al lavado. Tomó el pequeño palito y le doy la vuelta, mis manos tiemblan.

Dos rayitas, oh, no. Dos. Rayitas. Hay no, ya no se que hacer, hay diosa. ¿Y cómo se lo digo a Chris?

Hay no, él está afuera. Dejó la prueba escondida en la parte donde yo guardo mis cosas, él nunca busca nada ahí.

Salgo del baño y veo a Chris sentado en la cama con el conteo remoto en la mano. Diosa, mis manos no dejan de temblar y sólo las llevo a mi espalda.

—- ¿Pasó algo? –-- pregunta.

—- N-no —- camino para sentarme a un lado de él.

—- Pensé que podríamos ver una película, la semana pasada querías ver la de Marvel —- dice mientras la busca.

—- Chris…

—- ¿Pasó algo? —- desvía su mirada hacia mí.

—- Ammm… este… es que vi algo hoy con Aby.

—- ¿Qué cosa? —- pregunta curioso.

—- Es que… ¿Tú has pensado en hijos?

Vaya, si que soy sutil cuando debo sacar un tema.




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