Ella es Rebecca

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CAP 2 

Al salir de mi habitación veo los guardias haciendo rondas, ellos con un asentimiento o un “Buenos días, señorita” me saludan. Bajo a la cocina y saco un poco de agua fría y con el vaso en mano entro al despacho de mi padre, lo primero que me enseñaron fue a abrir cerraduras, cajas fuertes, coches. Me siento en donde siempre mi padre lo hace, desde que vine a vivir aquí me di cuenta que no es como en las películas, él convive lo más que puede con su familia, me ha dicho que ha matado lo menos que sea necesario, que de todo se encargan Uno o los demás, Raven se ofreció enseñarme pero me negué, Zara  me dijo que es normal por lo que pasé pero que en algún momento yo tendré qué aprender por mi propia seguridad, ella es lo más realista que puede. Veo el reloj y son las siete de la mañana, tomo el medicamento que mi padre también guarda, y él entra con su arma en mano y me empiezo a reír

—Robert si yo hubiese querido te mato con esto— aviento el vaso que tengo en mano y se estrella a un lado de él —Y fallé a propósito con la puntería— le guiño un ojo y él sigue riendo

—Dolcezza della mia vita, buenos días— me da una respectiva mirada de ceja alzada esperando a que me pare, pero niego y pongo mis pies encima del escritorio —¿Qué haces despierta a esta hora? Deberías de estar descansando para más tarde— se sienta en la silla que yo debería estar ocupando

—Ya no podía seguir durmiendo, aparte necesito hablar contigo sobre mí— su mirada se conecta con la mía y puedo ver preocupación en ella —Necesito irme de aquí un tiempo, aún no sé cuándo ni a dónde, pero debo hacerlo— enderezo mi espalda

—Dime que esto no es parte de tus impulsos— niego con la cabeza —¿No te sientes cómoda aquí hija? — doy un suspiro largo

—Padre una vez que digas que soy tu hija algunos de tus enemigos vendrán por mí y qué mejor estar fuera del radar cuando eso suceda. Raven me enseñó a cuidarme, y estoy segura de que cuando yo me vaya mandarás a tus hombres a cuidarme o ¿me equivoco? — empiezo a golpetear la mesa con mis dedos —Pero tranquilo primero hablaré con Richie una vez que lo vea, él necesita compartir tiempo con su padre y yo, un tiempo para mí— Richie me va a querer matar, pero es por el bien de ambos

—Rebecca no sé qué decirte, dime ¿No hay progreso con tus terapias? ¿Quieres internarte otra vez? —

—No me quiero internar otra vez lo que quiero es tiempo para pensar y ver qué haré con mi vida papá, Ryan será tu sucesor, Raven no sé y Richie no sé si ya está estable o quiera continuar estudiando y yo, bueno yo solamente necesito pensar qué haré con mi vida— giro la silla de rueditas hacia la ventana y veo cómo el amanecer pinta el paisaje —No tenía planeado llegar a los diecinueve papá, yo planeaba suicidarme por no aguantar a mi madre por lo que no sé qué hacer ni cómo— él se aclara la garganta, puedo jurar que se está jalando el cabello de frustración

—Déjame hablarlo con tus hermanos, yo te entiendo y te apoyo okay, es tu vida tomas tus decisiones, pero debemos ver algunos detalles, si quieres mañana en el almuerzo familiar, pero hija si es porque no tienes progreso podemos cambiarte a Zara…— decido interrumpirlo

—¿No quisieras ser un pájaro padre? Poder volar, ellos son animales nómadas, no se quedan en un solo lugar, pueden ir a donde se les antoje— regreso la silla en dirección y vista hacia mi padre —Robert necesito hacer unas cosas, sé defenderme sola, sé que tienen miedo de mi inestabilidad, pero estoy controlada— “La verdad no tanto” —Por lo cual ya lo he pensado y analizado lo suficiente, tú eres mi padre por lo cual he decidido comentarte primero esto, antes que a Raven o a alguno de mis hermanos y no, Uno no sabe nada. Sé que le has dicho que me saque algún tipo de información, pero créeme, papá, que en ese internado sí aprendí cosas, las terapias allá dejaron de ser malas con Blake, digo, el doctor Earl. El caso es que necesito salir de aquí, estuve en un infierno, después estuve retraída por un tiempo y ahora como si estuviera internada en mi casa, lo único que cambia son los países papá— Sé que él aún no se acostumbra a mi tono serio y a veces piensa que es mi impulsividad cuando nada que ver

—Hija, entiendo tu punto y créeme que apoyo esta nueva faceta de ¿independencia?, aunque no estoy de acuerdo que te vayas sola— empieza a repicar los dedos en el escritorio

—¿Te acuerdas de que te dije que quería que Uno me entrenara? Estaré más que lista, es más él dará el visto bueno para que yo me pueda ir— junte mis manos en forma de súplica —Vamos Robert, no puedes decirme que no— hice un puchero y le di una mirada angelical —Soy tu niñita— agarró uno de los dardos y le dio en el centro y bufó

—Lo hablaré con la familia y te daré respuesta esta semana, no te emociones— me paré al instante y corrí para abrazarlo

—Eres el mejor papá, gracias. Prometo que te enorgullecerás de mí— palmeó mi cabeza

—Ya lo veremos, mientras regresa a descansar o a hacer algo, tus hermanos no tardan en llegar— me alejé de él

—Haberlo dicho antes hombre, le diré a Mirna que les prepare su comida favorita— salí corriendo del despacho pero un cuerpo me hizo casi caerme si no fuera por sus brazos e mi cintura voltee y di con sus ojos grises —HOY REGRESAN— lo rodee con mis brazos y empecé a saltar con él —Después de tanto los veré— Uno empezó a reír extrañado, salí corriendo nuevamente hacia la cocina en dónde me encontré con Mirna, una señora de unos sesenta años, que por lo que sé llevaba ya tiempo trabajando aquí —REGRESAN HOY MIRNA, HAZ LA COMIDA FAVORTA DE RYAN, A RICHARD LE GUSTA LA LASAGÑA ¿PODRÍAS? — Me arrodillé delante de ella y al momento me hizo pararme

—Niña basta, deja de gritar. Claro que sí solamente deja que termine unas cosas y me encargo que tus hermanos coman hoy su comida preferida— la abracé y subí corriendo.

Las ventajas de las noches de insomnio es que mi cuarto la mayoría del tiempo está arreglado me encuentro peinándome en una trenza o intento de ella, cuando unos toques en la puerta me hacen voltear y veo a Ryan, tiro mi cepillo por algún lugar y corro para abrazarlo



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En el texto hay: mafia, religion, traición.

Editado: 25.01.2021

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