Ella es sólo mía

CAPÍTULO 8 ~me apetecía~

Narra Jenny:

Abby es una niñita súper Bonita y tranquila hasta me lo imagino cuidandola, la idea me da gracia

Tengo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no quedarme dormida, pero valdrá la pena, en estos 16 años de mi corta vida aprendí que cada esfuerzo tiene su fruto y en este caso el el pago, me encanto. 

Abby se durmió en el sillón, y tengo que encontrar su cuarto, voy a la segunda planta y empiezo a abrir puerta por puerta para encontrar su cuarto ya que Emilio no me dijo por dónde quedaba 

Quedaban sólo dos habitaciones y al abrir la primera, me encontré con unas paredes rosa palo con una cama gigantesca de castillo, tenía una alfombra muy Bonita en el suelo, en mi infancia soñaba con una habitación así, pero, dada nuestra situación económica no se pudo

Salí de la habitación y tardé en darme cuenta que estaba frente a la habitación que evidentemente era de Emilio, quería entrar

La curiosidad mató al gato- dijo mi queridísimo subconsciente 

Estaba con la mano en el pomo de la puerta de la habitación del dueño de los ojos verdes más intensos que vi en mi vida, cuando me disponía a abrir la puerta, oí cerrar la puerta principal, seguramente era Emilio ya que eran aproximadamente la 1 de la mañana, lo que me sorprende es la hora, no creo que el sea la clase de persona que llega a su casa temprano, al instante lo solté, no dejaría que me viera con las manos en la masa. 

Al bajar las escaleras lo vi entrar tambaleándose a la casa

-Pero que carajos- susurre, no quería despertar a Abby

-Pero si es la Niñera- Levantó su mirada, estaban sus ojos demasiado rojos y sus pupilas dilatadas

-No hagas ruido, que Abby duerme- dije señalandola

-Quien eres tú para darme órdenes, que yo sepa te pagaron por cuidar a mi hermana no por meterte donde no te llaman- dijo arrastrando las palabras. Puse los ojos en blanco y me dispuse a cargar a Abby para llevarla a su habitación.

Es muy liviana, cosa que agradezco porque no me veo con 40 años y bastón debido a mi dolor de espalda, eso no señores

Al bajar me encontré a Emilio sentado en la escalera de tal manera que me bloqueaba el paso

 -oye, permiso- dije con fastidio. Su respuesta fue un molesto sonido con la boca, así que no decidí molestar al señorito e intenté bajar.

Al poner el pie en el escalón siguiente, me resbale y me caí de hocico al suelo

 

Toma mierda, por tonta

 

Al instante Emilio se paró - esta bien?- me dijo y detectaba una pizca de preocupación en su tono.

Me levanté muy avergonzada y bajé la mirada

- sí, no te preocupes- 

ESTOY DEMASIADO AVERGONZADA, eso, es lo que quería decir en realidad

Al instante me levantó la barbilla y me obligó a mirarlo, estábamos demasiado cerca, pero por una extraña razón no me quería mover de ahí, nuestra respiración se sincroniza casi al instante, y el paso de mirarme a los ojos a mi labios, me demoré en darme cuenta que yo estaba haciendo lo mismo, poco a poco el espacio que teníamos desapareció, y a consecuencia de eso recibí sus calidos labios en los míos, el beso se intensificó más, la mano que tenía mi barbilla la pasó a poner en la parte baja de mi espalda

Pero luego flashes de él  y no específicamente buenos inundaron mi mente y me alejé de él, sus labios estaban hinchados por el ímpetu de besarme, el me miró con asombro, 

Quizás por rechazarlo

No lo sé

Pero lo  que si sé es que este chico besa demasiado bien

-Por qué lo hiciste?- dije tocándome los labios

-Es algo que me apetecía, y desde hace mucho- dijo en tono serio, a pesar de estar borracho

Esas simples palabras se reproducían en mi mente, no se como pero activaron algo en mi, algo que estaba dispuesta a no sentirlo otra vez

 

 

 

 




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