Ella es sólo mía

CAPÍTULO 34 ~el chocolate

Narra Jenny

-olvidemos esto, no quiero que nuestra amistad se acabe por un error- si, lo que estoy sintiendo es un error, me gusta Emilio y ya

-Ya- contestó abriendo su mochila para sacer sus apuntes 

Simplemente quiero olvidar todo esto, quiero olvidar el hecho de pensar que hubiera podido besar a Dylan.

Aunque acordaramos olvidar la mierda que hubiera pasado, no nos dirigimos la palabra, y apenas nos regalabamos una miradas tímidas. Pero mientras la profesora hablaba sobre la edad contemporánea, pude aclararme a mi misma que lo de Dylan es una atracción, hablando de su físico casi perfecto y su manera de ser, pero no como para sejar todo lo que he avanzando con Emilio. Me gusta como amigo y ya

-Ya vengo, iré al baño- dijo Dylan a pocos minutos que toquen el timbre

-Vale- dije y empecé a guardar mis cosas. Emilio ya debe de estar esperándome y siendo sincera conmigo misma,la idea que me venga a recoger me hace mucha ilusión, y por otra parte me demuestra que no le avergüenzo. Estoy nerviosa y ansiosa, joder

Me quedó un momento estática con una tonta sonrisa en mi cara cuando suena el ansioso sonido del timbre, me cuelgo la mochila en el hombro y empiezo a caminar hasta la salida

Estando ahí no veo su moto, es temprano aún, me digo a mi misma cruzando los dedos para que no me deje plantada

Me acerco a un árbol, su sombra me tranquiliza un poco

-Hola Jenny, te quería pedir disculpas como se merecía, fue algo muy tonto de mi parte la verdad, así que te compré esto para que se te olvide el ridículo de hace unas horas- dijo entregandome un pequeño chocolate

-No pasa nada- dije recibiendo el chocolate y sonriendo a modo de agradecimieto

-Era los únicos que encontré- dijo, pero paró de golpe y miró atrás mio

-Hola, Diego ¿verdad?- Emilio, carajo

-No, Dylan- dijo muy serio corrigiendolo su error adrede

-Da igual tu puto nombre- dijo y me miró -Hola nena- dijo acercándose a mi y poniendo un brazo en mi espalda y dándome un beso, la intensidad del beso me sorprendió pero fue odo tan raro

-¿Nos vamos?- dijo cuando se separo de mi, dejándome sin aire en los pulmonares literalmente 

-Eh si claro- dije un poco aturdida -Nos vemos luego- dije acercándome a Dylan para darle dos besos.

-Vamos- le dije  Emilio antes que haga cualquier estupidez. En respuesta me agarró la mano y caminamos hacia el carro, 

Mientras íbamos caminando varios se nos quedábamos mirando, no estoy acostumbrada a tantas miradas y estoy demasiado intimidada que no me permito alzar la vista 

-¿Que mierda ven? ¿No estan acostumbrados a mirar a una pareja de la mano?- dijo al darse cuenta cuanto me intimidaba las miradas

Llegamos al coche y me subí rápidamente, Abby no está 

-¿qué fue eso?-pregunte, no estoy molesta, estoy confundida 

-¿El que?-  pregunto sin darle importancia al asunto

-Lo que pasó hace un momento- dije obviamente

-¿Encontrarte con un chico, específicamente Dylan y que le diste dos besos en mis narices?- dijo mirándome fijamente y controlandose lo se por como aprieta la mandibula

-No Pasa nada con él, sólo es mi amigo y no puedes decirme que no puedo tenerlos, a demás de debía una disculpa por lo del parque- dije tiernamente, no quiero molestar el día 

-¿el beso?- dijo más calmado, con inseguridad

-¿de despedida puede ser?- dije riéndome  un poco por la pregunta 

-es igual, esos besos deberían  ser solo para mi- dijo, claramente celoso fruncinedo el ceño

-Y es verdad lo que dices, estoy acostumbrada a dar los dos besos, inconscientemente lo hago, por educación 

-ya- dijo fijando su vista al frente 

-¿Abby?- Pregunté cuando entrábamos a  la autopista 

-En casa de su prima, Irán a ver una película y luego una pijamada- dijo riéndose 

-Que guay- dije recordando los tiempos en que le suplicaba a mamá  para que me dejara ir a las pijamada de mis amigas, al final no me daba permiso, siempre me respondia con un no rotundo

-Pararemos en un grifo, para poder llenar el tanque- me informó y paramos por el sitio mencionado 

Se bajó y lo empezó a llenar. Abri mi mochila y metí el chocolate dentro, Menos mal que Emilio no me dijo nada del chocolate, se dio cuenta, pero no dijo nada 

Dejo el abastecedor en el soporte y entro al Listo del grifo, seguro quiere algo de la tienda. Prendo la radio del coche y pongo alguna emisora para distraerme un poco

Tarareo la canción que esta en la emisora y a lo lejos veo regresar a Emilio con una bolsa en mano y entra al coche. Me entrega la bolsa

-¿Qué es?- digo mientras abro la bolsa

Dentro habían muchos chocolates, chocolates blancos, para ser más exactos, ese chocolate es mi punto débil. Alzó la mirada con  una sonrisa de  oreja a oreja, veo el paraíso 

-Es para ti- dijo sonrojandose mirando a otra parte

-Gracias, me encanta el chocolate blanco- dije acercándome y dándole un beso en su mejilla no pensaba que me iba a traer semejante detalle

-Creo que te daré chocolates más seguido- dijo bromeando sobre el beso que le acababa de dar

-No hace falta que me des chocolates para darte un beso, pero si insistes- dije riéndome 

-¿te gustan más que el que te dio Dylan?- dijo con una voz tierna y evitando mi mirada

-Cariño, todo lo que venga de ti, me encanta, no importa lo que me des- dije cogiéndole la barbilla para que me mirara 

-Tu me encantas- dijo acercándose y depositando un suave beso en mis labios.

En camino a casa fue tan tranquilo que me obligaba a no dormirme en el carro. Me trae paz estar con él, me hace la mujer más feliz de este puto planeta lleno de mierda

-Dejare esto en mi cuarto- dije cuando entramos a la casa 

-Luego vas a mi cuarto ¿vale?- dijo entrando a la cocina por un vaso de agua




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