Ella Me Persigue

PRÓLOGO

— ¿Por qué lo haces?

—No tengo a nadie más...

Solloza apartando sus hermosos ojos verdes de mí.

—Claro que sí, tienes a tu familia, tus amigos

Contesto, ya cansado de lo mismo. son pasadas las dos de la madrugada y allí esta ella, parada en medio de la sala despeinada y con un camisón todo sucio.

—Ellos no son importantes en mi vida, tu si lo eres...

Intenta acercarse, pero hago señas con mis manos de que se detenga titubea por unos segundos para después asentir sin ganas.

—¿Como una persona puede decir eso de su propia familia? Yo no soy importante en tu vida. Tú te estas creando un cuento en tu cabeza, has pasado la raya.

Intento controlarme y no armar un alboroto, pero ¡mierda! es imposible ya estoy cansado de todo esto. Es una chiquilla, una menor de edad metida en mi casa.

—Si lo eres, eres esa pequeña luz que necesito en mi vida...

Una sonrisa se curva en sus labios olvidando lo que antes le había pedido se detiene frente a mí intentando tomar mi rostro, mas no se lo permito.

— Pero, ¿qué dices? Eres una chiquilla hablando cosas totalmente fuera de lugar, no estás bien. Estoy siendo muy paciente, te agradezco que regreses a tu casa, y no vuelvas, deja de perseguirme.

—No soy una chiquilla, estoy a punto de cumplir la mayoría de edad. Y las cosas que expreso están un cien por ciento en su lugar, no te persigo

—Eres una menor de edad invadiendo la privacidad de un adulto, no me importa tus extrañas teorías, SOLO TE QUIERO FUERA DE MI CASA Y QUE ME DEJES EN PAZ...

 




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