*Omnisciente*
Intentaste suicidarte, en realidad lo hiciste, pero milagrosamente estas viva...
Esas palabras no han dejado de dar vueltas por su vacía mente, cada vez que intenta recordar algo solo causa que un horrible dolor de cabeza le invada, casi como si se hubiera golpeado en ella, lo cual es imposible, ya que el hombre que estaba en la habitación cuando despertó "Adam" le dijo que se había tomado algunas pastillas, por lo que el daño no debería ser en su cabeza, es más ni siquiera debería estar viva.
¿Por qué lo hizo?
¿Qué la llevo a tomar esa decisión?
No puede negar que pase a todo el vacío de su mente, siente una extraña conexión con él, puede sentir su corazón acelerarse cuando lo ve entrar a la habitación, definitivamente lo conoce y algo le dice que muy bien.
El doctor que la ha estado atendiendo desde el momento que ingreso al hospital, ha pasado varias veces a la habitación para saber cómo se encuentra e informarle que con suerte en algunas semanas volverá a recuperar su memoria. Cada vez que intenta recordar algo el dolor de cabeza le invade, así como una sensación amarga en su ser, es como si su mente intentará mantenerla al margen.
Se llama Samantha, tiene dieciocho años, es hija única y viví a las afuera de la ciudad en una urbanización privada.
"¿no estudio? "
"¿Qué hay con mis padres?"
Son preguntas sin respuesta, ya que Adam no se las da, evade el tema con cualquier cosa, como por ejemplo, el como se siente, si está cómoda, si quiere comer algo.
"Es tan adorable"
"Hermoso en todos los sentidos"
Ese pensamiento le envía cosquillas a su cuerpo y provoca un leve rubor en sus mejillas..
***
Adam, entra a su casa dejando salir de su boca un suspiro de cansancio, mucho cansancio, su cuerpo está negándose a seguir sin descanso.
¿Qué hago?
De su trabajo lo han llamado sin parar, su hermana no ha dejado de de enviar mensajes de preocupación al no recibir mensajes de él, de como va su día, los padres de Samantha brillan por su ausencia es más, se entero por los vecinos del frente que salieron a primera hora de la mañana de ayer con varias maletas, sin dar explicaciones y sin saber por el paradero de su hija.
¿Qué diablos tienen esas personas en la cabeza?
¿En verdad son padres de su pequeño acosadora?
Todo esto lo tiene frustrado y desanimado, ella aún no recuerda nada, el doctor le da unas semanas, o hasta meses para que lo haga, pero mientras que eso pasa, ¿qué harán ambos con sus vidas?
Con pasos perezosos se dirige a la cocina, en la cual se queda parado frente a refrigerador y saca dos latas de cervezas. Abriendo la primera y caminando hasta su habitación lleva la lata a su boca tomando un gran trago, siente el sabor de esta bajar por su garganta y refrescar un poco y así sigue hasta terminar la primera.
Haciendo caso, a lo que su cuerpo le pide toma una ducha de agua fría para despejar cualquier pesadez de este, eso siempre lo ayuda a relajarse y pensar.
Ya duchado y con una toalla alrededor de su cintura se sienta en la orilla de la cama abriendo la otra cerveza que aún permanece fresca.
-Me estoy volviendo loco. Ella me volvió loco.
Comenta a la nada, con una sonrisa en sus labios.
Sin ponerse ropa y dejando la lata de cerveza a un lado estira su cuerpo en la cómoda cama, la cual hacía días su cuerpo no tocaba y en cuestión de minutos sus ojos se cierran no sin antes decidir que va a pasar desde ahora en adelante.
***
Por otro lado, Samantha duerme plácidamente proyectando en su mente una y otra vez la imagen del hermoso hombre que le ha estado brindado su compañía por tres días.
Un suave susurro le incita a abrir sus ojos sorprendiéndose del lugar donde se encuentra, un campo con , muchas flores y de todos los colores que puedan existir, un cielo azul y algunas nubes esparcidas por este, casi del mismo modo que a un lienzo. La grama bajo sus pies descalzos se siente sumamente suave, el olor que desprenden las flores, es uno muy dulce, sus ojos se cierran por unos segundos inhalando con tranquilidad se siente tan bien, tan mágico.
No se escucha más que su respiración relajada y el soplo del suave viento.
No entiende por qué está en ese lugar, y porque si estaba durmiendo apareció ahí, únicamente puede sentir la paz y tranquilidad que creyó no sentir jamás.
¿Deseaba paz y tranquilidad?
-La deseas aún...
Pega un brinco al escuchar esa voz.
"¿De dónde vino esa voz?"
Con nerviosismo hace el esfuerzo de mover su cuerpo al otro lado del campo, pero no hay más que el campo y sus bellas flores.
-No temas.
Otra vez.
Mueve sus piernas sin saber a donde ir, mas no detiene. Al cabo de un rato se encuentra parada bajo la sombra de un frondoso árbol de flores amarillas...
"ahora si tengo miedo, ¿qué está pasando?"
-¿Quién eres?
Pregunta a la nada.
Se ríe de sí misma, al caer en cuenta que está hablando sola y no por ello se siente una loca, siente libertad y paz.
-Ha pasado mucho tiempo, pero éste mismo se encargo de volver a reunirnos...
Esa voz.
Algo hace "clip" en su mente al escucharla nuevamente y más cerca.
Su hermana.
Su otra mitad.
Las lágrimas no tardan en deslizarse en suaves caricias por todo su rostro, y los recuerdos no tardan en aparecer cada uno de ellos y junto con ellos las sensaciones que cada uno guarda.
-¿Hermana? OH POR DIOS, ERES TÚ
Una delicada risa se mueve con el viento y la imagen de una mujer con su mismo rostro se aparece frente a ella.
Eran dos gotas de agua.
Sus ojos se cierran al sentir los brazos de su hermana rodearla y abrazarla con amor.