⋆ Capitulo 1 ⋆

Cassidy pov. 

Hoy regreso a casa, después de estar fuera dos años. 

Siendo sincera, no quiero volver, pero ya no podía seguir aplazándolo o mis padres comenzarían a sospechar. Así que, a pesar de sentir como mi corazón se estrujaba camine hacia la puerta de abordaje. 

Y como buena sentimental que era, volteo viendo a las personas que dejó atrás. 

Corina Arellanes

Una chica castaña un poco bajita con unos hermosos ojos color miel que, ahora mismo están llenos de lágrimas que ruedan por sus sonrosadas mejillas. 

Bastián Arellanes

Un chico castaño (que al contrario de su hermana) es bastante alto, con sus mismos ojos color miel. Que, en este momento se hacen los fuertes para no soltar ninguna lágrima. 

Y el último. Al que más me duele dejar 

Un pequeño que se encuentra en brazos de bastian. 

Mi pequeño bebé, con una cabellera rubia idéntica a la mía, (Me gustaría decir que tiene mi sonrisa o mis ojos pero, eso fue lo único que sacó de mí, mi cabellera). Al menos con eso ya saben que es mío.

 En fin. Miro sus ojitos, esos ojitos que amo tanto y que todavía no estoy muy segura si son azules como el cielo u oscuros como el mar, pero ese es su encanto. Te quedas atrapada en ellos tratando de descifrarlo, a mí me tomó tres años y... me faltó tiempo para seguir admirándolos. 

No resisto y regreso para besar su regordetas mejillas de bebé. Mientras siento como me abrazan por la espalda. 

—ni que.. e ti valls–me volteó y veo Corina llena de lágrimas 

—¿Qué? —le preguntó, ya que no entendí ni una palabra de lo que dijo

—no quier he tu allas— Me gustaría decir algo para consolarla, pero ni siquiera estoy muy segura de lo qué trata de decirme. Así que volteo a ver a Bastián y está igual o más confundido que yo. 

—¿Qué dices? —pregunto por segunda vez, esperando que ahora sí le pueda entender 

—que no quiero que te vayas— dice por fin, controlado su llanto y volviendo a abrazarme 

—Qué curioso, yo no entendí eso—dice Bastián en mi oído, y estoy de acuerdo porque cuando Corina llora no se logra entender nada. 

—Ey, te prometo que regresaré pronto— le digo mientras le regreso el abrazo. O al menos ese es el plan —No sería capaz de estar lejos de ustedes tres por mucho tiempo — le digo tomando su cara, limpiando sus mejillas con la manga de mi chaqueta. 

—Cass, ya te tienes que ir o te dejara tu vuelo — dice Bastián detrás de nosotras, y tiene razón, entre más rápido me valla, más pronto podré volver. 

Así que vuelvo a abrazar a las dos personas y media que tengo enfrente y con una última sonrisa, me dirijo a la puerta de abordaje. 

Todo el vuelo me la paso durmiendo, y como no, si anoche nos la pasamos viendo películas y comiendo cuanta cosa se nos pusiera enfrente

—señorita, ya debe bajar— escucho mientras siento como me mueven por el hombro 

— si, lo siento—le digo a la azafata, mientras me levanto y tomo mis cosas para salir de allí. 

En cuanto salgo veo a mi madre (Beatriz Prescott) una mujer idéntica a mi, pero con muchos años más que yo, que casi no se le notan por todas las cosas que hace para seguir viéndose "joven" 

Y a su lado mi padre (Logan Prescott) un hombre que ronda sus cincuenta y tantos, con ese porte de hombre importante que tanto lo caracteriza, su cabello rubio esta en su mayoría con canas y sus ojos verdes, un poco más claros qué lo míos qué me observan durante todo mi recorrido hasta que me encuentro enfrente suyo. 

—hola padre, madre — digo con una pequeña sonrisa mientras los veo de cerca, esperando que algo suceda 

—hija, qué bueno que estas de vuelta— dice mi madre mientras me envuelve en sus brazos, y de todas las cosas que podrían suceder, esta es la que menos esperaba. 

—no volveré a dejar que te vuelvas a ir, en mucho, mucho tiempo— dice con una sonrisa, mientras veo como mi padre me observa, y en sus ojos veo que el apoya su idea. 

Rayos...