| Capítulo 3

"Oh, life is bigger. It's bigger. Than you and you are not me...Oh no, I've said too much..."

— ¿Cómo era la relación con su hija?—interroga el detective White observándolo fijamente.

—Os llevábamos muy bien, siempre tratábamos de que se sintiera segura. Éramos comunicativos entre nosotros. La amábamos demasiado, aún lo seguimos haciendo.

— ¿Sabíais que quería estudiar fotografía y dedicarse a eso?

—Claro que lo sabíamos, nos lo decía siempre que podía. Ella amaba mucho tomar fotos a cada cosa que veía, era muy buena en ello que incluso tenía un blog—responde el señor Dafoe.

— ¿Entonces por qué, constantemente, ella decía que vosotros no la apoyaban con lo que ella deseaba estudiar? ¿Por qué la presionabais para que estudiara medicina igual que su madre?

—Porque eso era lo correcto—contesta el señor Dafoe—la fotografía no le aseguraba tener un futuro exitoso como el nuestro. Era eso o que fuera mi sucesora en la empresa. Ella obviamente prefirió seguir los pasos de su madre.

— ¿A pesar de que eso la hiciera infeliz por el resto de su vida?

—Como sus padres sabíamos que era lo mejor para ella, eso significaba que se convertiría en una excelente doctora.

—Pero vosotros no erais sus verdaderos padres ¿o me equivoco?

—No ¿pero eso qué viene al caso?

—Nos han mencionado que Agatha no sabía acerca de su adopción y cuando se enteró tuvieron una discusión. Esa discusión fue una semana antes de su muerte ¿es eso cierto? —Pregunta el detective White leyendo algo del expediente y el señor Dafoe asiente en respuesta— ¿Dónde estaba el día que sucedieron los hechos?

— ¿Acaso está queriendo decirme que pude haber asesinado a mi propia hija?—cuestiona el señor Dafoe molesto.

—Son preguntas de rutina, señor Dafoe. Por favor conteste.

—Estaba en casa con mi esposa. Esperando que nuestra hija se estuviera divirtiendo y llegara sana a casa, pero como ven—suspira—Eso no sucedió.

{...}

—Agatha hija, ¿cómo te ha ido en la secundaria?—inquiere su madre desde la sala, donde lee un libro, en cuanto Agatha entra a la casa.

—Hola mamá—besa su mejilla y se sienta a su lado en el sillón—Ha ido bien, ya sabes, nada fuera de lo normal.

— ¿Habéis tenido ensayo con las porristas?

—Sí, hemos estado trabajando en una nueva rutina.

— ¿Y cuándo la puedo ver?

—La grabare para que la puedas ver. ¿Y papá?

—En el despacho trabajando en unos asuntos de la empresa.

—Iré a saludarlo para después subir a mi habitación. Te quiero—besa su mejilla y luego agarra su bolso para dirigirse al despacho de su padre.

—Hola papá ¿Qué tal va el trabajo?—Agatha entra al despacho y se sienta frente al escritorio de su padre, no sin antes de dejar un beso en su mejilla.

—Estresante ¿podrías ayudarme con unos documentos?—cuestiona empezando a buscar varios papeles entre el montón esparcidos por el escritorio.

—Claro—él le entrega los documentos— ¿Qué debo de hacer?

—Vas a marcar todas las llamadas del viernes 13 de marzo con color amarillo. Y con estos otros documentos, con marcador rojo, vas a marcar donde se mencionen cosas acerca de los empleados—Agatha asiente en respuesta de que comprendió lo que su padre dijo y se puso manos a la obra.

....

—Iré a la cocina. Ya vengo—anuncia Agatha caminando hacia la salida, su padre apenas si la ve por el rabillo del ojo ya que sigue concentrado en los papeles de su escritorio.

—Hola Dorothea, solo vengo por algo de merienda—saluda a la sonriente señora que os ayuda en casa.

—Hay tostadas untadas con mermelada en la refrigeradora. ¿Quieres que te sirva jugo, querida?

—No, tranquila que yo puedo hacerlo—agarra dos vasos y sirve un poco de jugo de naranja en ellos—Y ¿cómo ha ido tú día?

—Muy bien cariño, he tenido tiempo para leer un libro entero—alude con una gran sonrisa.

— ¿Así? Y ¿De qué trataba?—pregunta mordiendo una tostada.

—Era sobre historia medieval que incluía un poco de misterio y cosas sobrenaturales.

—Pues deberías prestármelo un día para leerlo, Dorothea—ella asiente sonriente—Me voy.

—Te he traído un poco de jugo y unas tostadas, padre—indica Agatha entrando nuevamente al despacho mientras pone las cosas en una esquina del escritorio. Su padre le sonríe en agradecimiento.

En cuanto Agatha toma asiento su celular vibra indicando un nuevo mensaje.

Desconocido_20:00
Necesitas ver esto. Te puede interesar mucho, te lo aseguro.

Mira la pantalla del celular confusa, observa que es un número desconocido quien le envió el mensaje, pronto empieza a escribir una respuesta y la envía.

Agatha_20:01
¿Qué contiene ese documento? Más importante aún ¿Quién coño eres?

Desconocido_21:03
Ábrelo y lo descubrirás. En este momento no importa quién soy, solo importa que leas el documento completito.

Gruñe molesta al ver como su celular se apaga, entonces se levanta y rápidamente sube las escaleras en busca del cargador.

En cuanto a enchufado el cargador y la energía comienza a fluir en el celular, lo enciende de nuevo y abre de una vez el documento que el número desconocido le ha enviado.

— ¡No puede ser!—expresa confusa mientras sigue leyendo el documento—No, no, no—unas lágrimas salen de sus ojos.

Dolor, enojo, ansiedad, temor, confusión. Todos esos sentimientos se atoran en su cabeza con rapidez en cuanto termina de leer el documento.

— ¡Mamá, papá!—grita en cuanto se levanta del suelo, agarra el celular y sale al pasillo— ¡Necesito hablar con vosotros! ¡Mamá, papá!—protesta en cuanto ha terminado de bajar los escalones.

— ¿Por qué gritas de esa manera?—pregunta su madre mientras sale de la sala de estar.