“Nosotros los asesinos seriales somos sus hijos, somos sus esposos, estamos en todas partes…” — Ted Bundy.
Muchos murmullos se escuchan en cuanto los detectives entran a la comisaria, todos los policías sorprendidos los vuelven a ver porque la verdad es que no pueden creer lo que sus ojos están observando.
El detective White trae esposada a la misma Agatha Dafoe, o eso es lo que todos ven, ya que esa joven es idéntica a la chica que se supone que murió hace tiempo atrás y ahora es llevada a la sala de interrogación.
A un lado de ellos camina la detective Loud junto a Pablo Lanks, el joven con mirada perdida, ya que tiene mucha información que debe de procesar y es que no puede creer nada de lo que hace poco se dio cuenta.
Cada detective entra en una sala de interrogación, Loud va con Pablo y White con la chica.
— ¿Cómo sabías que me enteraría de donde estaban? ¿Cómo sabías sobre los resultados del laboratorio? — pregunta White en cuanto le quita las esposas a la chica y ella se sienta.
— Porque yo se lo dije — responde, pero no la chica si no una voz que reconoce perfectamente.
— ¿Loud? — White mira confuso a su compañera, quien cierra la puerta y entra a la sala.
— Hola, tía — saluda la chica a la detective Loud y ella se aproxima para darle un abrazo.
— ¿Tía? — No comprendo nada, ¿qué está sucediendo aquí? — alterna la vista entre las dos mujeres frente a él con un tono de voz fuerte y autoritario.
— ¿Recuerdas cuando te mencione que no solo tú me pasaba información? — El detective White asiente todavía confuso — Pues tu compañera, la detective Loud en realidad es mi tía.
— ¿Por qué no me comentaste nada de esto? — él vuelve a ver a su compañera.
— Debería de decirte lo mismo, ¿no? — él le da una mirada sin comprender a que se refiere — Vos te comunicabas con ella por mensaje y nunca comentaste nada.
White baja la cabeza en cuanto se escucha lo que la detective dijo, es cierto, mantuvo todo este tiempo en secreto que se comunicaba con la chica, pero aun había algo que no comprendía del todo.
— Aunque eso no tiene sentido, lo hubiera sabido desde el momento en que leí tu expediente, Agatha — se dirige a la chica que da un largo suspiro y se sienta.
— Veo que aún no le has explicado nada — Loud frunce el ceño y vuelve a ver a la chica.
— No he tenido tiempo — ella alza sus hombros.
— ¿Explicarme qué? — consulta White mientras toma un poco de aire.
— Tendrán una hora para hablar antes de que las cámaras y el sonido vuelvan a funcionar — Loud sale — Se me olvidaba — vuelve a entrar y le da unas hojas a White — Lo vas a necesitar si vas a darte cuenta de todo, ya que al final no pudiste leer todos los resultados que el laboratorio te dio.
La puerta se cierra y quedan los dos solos, White camina hacía la mesa, retira la silla y se sienta quedando al frente de la chica quien lo mira expectante.
— Adelante, te espero — habla ella y White la mira — lee lo que dice — señala las hojas que él sostiene.
White comienza a leer y después tira los documentos en la mesa, sus ojos en cualquier momento se saldrán de sus orbitas por lo que acaba de leer.
— Es imposible — es lo único que dice con un tono de voz tembloroso.
— ¿Qué es imposible detective White? — ella levanta la ceja y se aproxima más a la mesa, junta sus manos encima de la mesa y lo observa cuidadosamente.
— Erais gemelas — anuncia y ella asiente — Un 6 de octubre en Florence, Kansas en el año 2007 nacieron dos niñas gemelas en el hospital 'Notrem viel', hijas de Margot Heinz y de un padre desconocido, al no tener dinero os dio en adopción y meses después dos familias de diferentes lados del país os adoptaron. Los Dafoe y…
— Los Stain — le interrumpe ella mientras se levanta y comienza a caminar por la sala — Dos hermanas separadas al nacer, ¿no crees que es una historia trágica?
— Así que no eres Agatha, si no Emma, Emma Stain.
— Estas en lo correcto detective guapo.
— He trabajado mucho tiempo con Loud, ¿cómo es que nunca me entere de eso?
— Es hermana de mi madre adoptiva, utiliza su segundo apellido Loud y no el Stain, te reconfortara el hecho de saber que nunca estuvo de acuerdo conmigo en cuanto a matar, pero aun así siempre me daba información cuando la necesitaba.
— Así que contigo fue la que estuve hablando todo este tiempo — ella asiente — ¿Vos y Agatha lo sabían?
— ¿Qué cosa? ¿Qué éramos gemelas? — él asiente observándola caminar — Sí, fui yo la que le informo meses atrás sobre la adopción, aunque tal vez no fue una buena idea mandarlo por mensaje — hace una mueca, después mueve la cabeza alejando sus pensamientos, agarra un poco de aire y camina de nuevo a la silla donde estaba minutos antes y se sienta — Mis padres me lo comentaron desde que cumplí los 16 y desde entonces comencé la búsqueda de mi hermana.
— ¿Vosotras tenían contacto, o sea hablaban?
— Sí, inclusive nos reunimos varias veces — su mirada se pierde en sus recuerdos — Agatha era increíble, en poco tiempo cada una conocía todo de la otra.
— ¿Por qué nadie sabía sobre vos?
— Porque tenía miedo, miedo a que sus padres nos separaran y no la dejaran conocerme, a que todos en el pueblo supieran que era adoptada y perjudicaran sus estudios, así que le dije que en cuanto cumpliera la mayoría de edad ya no tendría nada que temer — se encoge de hombros — ella solo esperaba el momento para por fin presentarme a sus amigos y a sus padres, sabes — dice con un tono de voz triste — Pero para sorpresa de ambas alguien esparció el secreto de la adopción haciendo que la vida de Agatha en la secundaria fuera un martirio.
— ¿Por qué mataste a sus amigos? — pregunta al fin White lo que ha deseado saber y que no deja de dar vueltas en su cabeza.
Editado: 11.09.2020