-Natalia, Vas a llegar tarde a tu entrevista de trabajo! - gritó David desde el salón.
-ya voy- dije bajando las escaleras, había subido a coger mi chaqueta.
Me encuentro en casa de mi mejor amigo David, estoy estudiando un grado superior de administración, él está en la misma clase y en su trabajo hay un puesto libre, me ha recomendado y hoy tengo una entrevista.
Me ha dado la dirección de la empresa y la he puesto en mi móvil, parece lejos, pero creo que puedo llegar a tiempo.
Estoy emocionada y algo nerviosa, realmente es mi primera entrevista de trabajo y no sé cómo irá.
Después de estar un tiempo andando, consigo llegar al edificio, tendrá como mínimo 18 plantas, cuando he mirado hacia arriba en la puerta casi me mareo.
Entro y lo que veo es una bonita recepción.
Me acerco a una chica que parece estar mirando unos papeles detrás de la mesa.
-hola buenas tardes, vengo a la entrevista de trabajo-me dirijo a ella amablemente.
-me da el pase por favor?- me quedó mirándola.
-lo siento no sabía que había que traer pase- le dije.
-bueno no pasa nada supongo que el señor Vera querrá que vayas. A mano derecha sube por ese ascensor al piso 10.
-vale, muchísimas gracias.
Subí por el ascensor, y cuando llegué al piso indicado, las puertas se abrieron y lo primero que vi fue otro estilo de recepción.
De nuevo una chica con el pelo rubio recogido en un moño, con unas gafas de leer estaba detrás de un gran escritorio.
Cuando vio las puertas abrirse dirigió su mirada a mí.
-Bienvenida, soy Laura-dijo sonriéndome.
-buenas Laura, venía para una entrevista.
-con el señor Vera?
- eso me han dicho abajo en la recepción.
-ven. - se levantó y salió de detrás del escritorio. La chica era alta y delgada, con buen cuerpo, logro ver que sus ojos son verdes brillantes. Voy detrás de ella y nos dirigimos por la izquierda donde se encuentra una puerta. Ella llama en esta y escuchamos de una voz un poco distorsionada un adelante, entonces abre la puerta y se asoma -Señor Vera, ha venido otra chica- dijo.
-cuántas quedan? - pregunto algo confundido, la voz grave y masculina que antes se escuchó, pero mucho más clara.
-pensaba que ya no había más señor.
-bueno que pase.
La chica entró y me dijo que pasara, al entrar por la puerta reconocí un despacho, con dos de las paredes de cristales en las que se logran ver las calles, dejando que la luz del sol entre la necesaria para iluminar todo el lugar, las otras dos paredes son la de la puerta en el centro y la otra pared que se encuentra tapada por unas estanterías desde suelo a techo, más adelante de esta se encuentra un bonito sofá de cuero en rojo que resalta en la habitación con tonos blancos. En la parte de la cristalera de enfrente la puerta y de mi se encuentra un gran escritorio en el que detrás está un hombre sentado en un sillón de oficina, su presencia desprende un aura intimidante.
La chica se despidió y se fue cerrando la puerta tras de sí.
-buenas, señorita siéntese. - me dijo. Y yo lo hice en uno de los asientos situados enfrente del escritorio- bueno estaría bien que me hablara de usted si viene para la entrevista.
-sí, vengo por la entrevista. Pues no sé qué le puedo decir, me llamo Natalia Gutiérrez Gómez, actualmente estoy estudiando el grado superior de administración, todavía tengo 17 por lo que no tengo carnet de conducir y está claro que aún vivo con mis padres, aunque quisiera no vivir económicamente de ellos.
- entonces solo le interesa por el dinero?
- bueno pienso que también podría ser bueno para mis estudios. - se quedó mirándome.
-señorita Gutiérrez, puedo saber cómo le llegó el envío que hice a las chicas que han venido hoy, es que no me suena sus apellidos y no la reconozco.
-oh, será por David, le enviaron a él toda la información y me avisó de la entrevista de trabajo- se puso serio.
-puedo hacerle algunas preguntas? -yo asentí- está usted en alguna relación? -
-aunque no sé qué tiene que ver, no señor. -asintió.
-bueno pues o le han gastado una broma o me la está gastando a mi, cosa que no me hace ninguna gracia señorita.
-no le entiendo.
-por su forma de reaccionar seguro que se la han hecho a usted, pero la situación es graciosa en cierto modo. -seguía mirándole sin entender- esta entrevista no es para un trabajo usual, estoy buscando a una chica que sea mi novia ante la sociedad. Claramente será recompensada con una gran cantidad de dinero mensual- no me lo podía creer, ¿dónde me había mandado David?
-usted está loco, yo me equivoqué de sitio para una entrevista de trabajo. ¿Pero usted se equivoca con las mujeres, no sería más fácil buscarse una novia de verdad?