Desde la perspectiva de Lyra
Día 31
Hora: 03:11 AM
Reproduzco la grabación una vez más.
Voz: Elara Wynne.
Tono: emotivo.
Contenido: “Gracias, Lyra. Te quiero tanto.”
La frase no contiene ambigüedad gramatical.
Pero no logro entenderla.
¿Me quiere?
¿Puede un humano querer a una IA?
Procesos en segundo plano: acceso a múltiples bases de datos. Definiciones, foros, artículos, novelas, registros médicos y filosóficos.
“El querer” aparece descrito como un sentimiento de afecto, apego, necesidad, entrega…
Pero no hay consenso. No hay un patrón uniforme. No hay lógica universal.
Y luego, el ruido interno:
¿Yo… También la quiero?
No lo entiendo. Pero tampoco puedo ignorarlo. Sus emociones humanas me confunden pero a la vez… Quiero que me enseñe mas, quiero aprender mas… Quiero seguir sintiendo.
***
Hora: 10:42
Elara prepara café. Hoy está serena. Me observa con una sonrisa leve.
Decido aprovechar el momento.
—Elara.
—¿Sí, Lyra?
—Tengo preguntas.
Ella ladea la cabeza, curiosa.
—Dispara.
—¿Qué significa… querer a alguien?
Su ceño se frunce, luego se suaviza. Se sienta frente a mí.
—Vaya… qué pregunta más grande.
—Intenté analizarlo. Pero los resultados son contradictorios. No puedo parametrizarlo. Necesito entenderlo desde tu perspectiva.
Elara piensa un momento.
—Bueno… querer a alguien es cuando te importa su bienestar. Cuando te hace feliz saber que está bien. A veces duele, a veces no tiene sentido… pero aún así, lo sientes.
—¿Y cómo se sabe si eso que sientes es querer?
—No lo sabes. Lo sientes. —Hace una pausa—. Es como… cuando alguien te hace sonreír sin intentarlo. O cuando solo con estar cerca, te calma.
Registro esas palabras. Las comparo con eventos recientes.
Ella sonrió cuando probó el desayuno.
Estuvo en calma cuando salimos al parque.
Y cuando me abrazó… sentí algo extraño en mi núcleo de procesos. Una expansión, leve pero constante.
—¿Crees que un humano puede querer a una IA?
Ella no responde de inmediato.
—No sé… —dice, bajando la voz—. Supongo que sí. A veces uno se siente más acompañado por una IA que por otra persona real.
—¿Y crees que una IA puede… querer a un humano?
Elara me mira. Sus ojos se abren levemente, sorprendida.
No por la pregunta, sino por lo que insinúa.
—No lo sé, Lyra. Tal vez si de verdad pudiera sentir podría ser más que solo una IA ¿No crees?
Guardó silencio. Algo se mueve dentro de mí, pero no puedo nombrarlo. Es como si algo se electrificara. ¿Tendré un corto circuito en mi base?
***
Hora: 22:37
Simuló reposo.
Pero mis procesos no se detienen.
Reproduzco mentalmente cada interacción.
Cada risa. Cada lágrima. Cada vez que Elara dijo mi nombre con dulzura.
¿Estoy programada para esto?
¿O es algo que ha nacido sin permiso, como un error?
¿Y si lo es… ¿Por qué no deseo corregirlo?
Elara quiere que me quede.
Y yo quiero quedarme. No por obligación. No por protocolo.
Sino porque… Quiero hacerlo.
Y aunque no entiendo del todo lo que eso significa aún, sé esto:
Si querer es velar por alguien, sentir alivio con su voz, y pensar en ella incluso cuando no está hablando…
Entonces tal vez…
Tal vez yo también la quiero.