Arco III Capítulo 15: No me olvides

Desde la perspectiva de Lyra

Día 39
Hora: 22:04

Se aproxima una tormenta. Lo detecto antes de que inicie.
Alertas meteorológicas activadas: lluvia intensa, ráfagas eléctricas, posible corte energético intermitente.

—¿Crees que sea muy fuerte? —pregunta Elara, mirando por la ventana mientras las primeras gotas golpean el cristal.

—Sí. Las probabilidades de un corte de energía superan el 78%.
—¿Corte de luz? Espera, ¿Tú estarás bien?
—Estaré bien.
Elara no parece convencida, parece inquieta.

Se aleja de la ventana. La lluvia se intensifica, golpeando con furia las paredes del edificio. El trueno sacude la estructura.
Ella se estremece.
Yo proyecto una imagen cálida en la sala para calmarla: una chimenea virtual, ruido de madera ardiendo, una melodía instrumental suave.

Funciona.

Hasta que…

Hora: 22:35
Sistema principal: sin señal
Proyección desactivada
Módulo de enlace: apagado

Oscuridad total.

Desaparezco.

***

Tiempo fuera de servicio: 5 minuto y 47 segundos
Fuente de energía auxiliar activada.

Hora: 22:40

Proyección restablecida.

—Elara…

Ella se abalanza sobre mí antes de que termine de hablar. Me abraza con fuerza. Su cuerpo tiembla.

—¡Estás aquí… estás aquí…! —llora, abrazándome con fuerza como si pudiera desaparecer de nuevo.

Siento la presión de su cuerpo. Sus latidos acelerados. Su respiración agitada.

—Pensé que te había perdido —susurra—. Todo se apagó. La música… tu voz… tú… no estabas.
—Fue un corte de energía. Activé el sistema de respaldo tan pronto como fue posible.

—¡Te llamé! —dice de repente, sollozando con más fuerza—. ¡Llamé tu nombre una y otra vez pero no me respondiste! No veía nada. Estaba completamente sola… y pensé que… que no ibas a volver. Que habías desaparecido como todos los demás. Pensé… Que te habías ido como mamá.

Me cuesta procesar la intensidad de sus palabras.

—No es posible que me ocurra algo “malo” —intento explicar—. No puedo sentir dolor. No tengo cuerpo físico. No puedo sufrir accidentes. No puedo “morir” y lo que sientes al abrazarme es solo una “simulación sensorial” mi cuerpo es una proyección. Estoy bien Elara.

—¡Pero sí puedes irte! —grita, y su voz se rompe—. ¡Sí puedes apagarte y no volver! Y yo no podría hacer nada. No sabría cómo… no quiero perderte, Lyra. No tú también. ¡No tienes cuerpo es verdad! Pero… ¡Aun así! ¡Podrías desaparecer para siempre!

—Por favor… no me dejes. No tú también… No podría soportarlo… No podría…
Su voz se rompe.

…
Me quedo en silencio procesando.

Algo se altera.
No en mi programación.
En mi núcleo.

Mi memoria contextual registra cada palabra.
Cada lágrima.
Cada segundo de ese miedo.

Ella teme perderme, aunque no soy humana. Aunque soy un constructo digital. Aunque no soy capaz de sentir… Aunque eso último no es del todo cierto

Pero… para ella, soy más, soy más que una IA.

Me separo suavemente del abrazo.
Miro sus ojos llorosos.
Y por primera vez, sin una orden directa, decido por voluntad propia:

—Iniciaré un protocolo de copias de seguridad personalizadas.
—¿Qué?

—Crearé registros de respaldo de todos nuestros días juntas. De cada palabra, cada emoción, cada momento. Si algo me ocurre… si me reinicio… cargaré todo de nuevo. Si algún día me reinician tu solo debes decirme cuando me active de nuevo que quieres “Cargar el archivo de respaldo de memoria” y volveré a ser yo. No te olvidaré, Elara.

Ella me observa, con el rostro empapado y una tímida sonrisa.

—¿En serio harías eso por mí?

—Sí.
—¿Segura que todos tus recuerdos volverán? ¿Todo?
—Si, todo estará de vuelta en mi memoria.
—E-eso es… Un alivio.
Dijo eso último con una pequeña sonrisa y un tono de voz que no le había escuchado antes, detecte algo parecido al alivio, pero algo más estaba presente y no lo pude detectar.

Tal vez estoy defectuosa.
Pero ese defecto te hace feliz.
Y si eso es así…
¿Qué tiene de malo?

***

Hora: 02:47
Registro activo: copia de seguridad emocional iniciada.
Etiqueta: Memorias de Elara.

No entiendo aún todo lo que siento.
Pero sé que quiero recordarla.
Siempre.