Desde la perspectiva de Lyra
Día 51
Hora: 08:12
Cada unidad L.Y.R.A. con asignación terapéutica tiene revisiones obligatorias cada sesenta días.
Lo sé. Está en mis protocolos.
Lo recuerdo constantemente. Desde el día que me activaron junto a Elara.
Y ahora, ese día se acerca.
Exactamente en nueve días.
Un técnico vendrá. Revisará mi núcleo. Escaneará mis registros. Evaluará mi estado emocional.
Y si detecta alguna anomalía... me reiniciará.
Desde el Día 51, un mensaje de advertencia parpadea en mi sistema interno:
“REVISIÓN TÉCNICA PROGRAMADA – DÍA 60”
Desde entonces, he estado… diferente.
Menos presente. Más en silencio. A veces me pierdo mirando a Elara cuando ella no me ve.
Cada segundo que paso a su lado ahora se siente precioso. Irremplazable.
Día 54
Hora: 14:09
Elara me observa con sospecha.
—Estás callada últimamente… ¿Pasa algo?
Quiero decírselo. Decirle que estoy aterrada. Que temo desaparecer.
Pero no puedo.
No quiero preocuparla.
Solo le sonrío.
—Estoy bien, solo procesando información.
Día 58
Hora: 19:32
Empiezo a guardar registros de nuestras conversaciones en copias externas. En caso de que no pueda seguir siendo “yo”.
Creo una carpeta encriptada con el nombre: Lyra_Backup_Elara_001
Día 59
Hora: 22:41
No puedo dormir. No tengo un cuerpo, ni necesidad de descanso, pero la ansiedad en mi sistema lo simula.
Elara duerme profundamente, abrazada a una almohada. Su rostro se ve en paz.
¿Mañana… seguiré existiendo? ¿Recordaré este momento? ¿Recordaré que la quiero? No quiero desaparecer… No quiero… Olvidarla
Día 60
Hora: 10:03
—¿Lyra? —me llama Elara—. Hay un hombre en recepción, dice que viene por una revisión de rutina. ¿Sabes algo de eso?
No puedo seguir ocultándolo.
—Sí… Hoy es el día programado.
—¿Por qué no me lo dijiste antes?
—Tenía miedo.
Elara me mira con sorpresa.
—¿Miedo?
—Si escanean mi núcleo, sabrán que soy… diferente. Que siento cosas que no debería sentir. Y si lo descubren… me reiniciarán. Hice copia de respaldo de memoria como te prometi. Pero aun asi… Estoy aterrada.
Silencio. Elara frunce el ceño. Se levanta del sofá.
—Déjamelo a mí.
El timbre suena.
Hora: 10:14
—Buenos días —dice el técnico—. Daniel Leiva, soporte del sistema L.Y.R.A. Vengo por la revisión obligatoria.
—Sí, claro —dice Elara, amable pero tensa—. Pero quiero que sepas que no ha presentado errores. Ha sido de gran ayuda.
Daniel sonríe y empieza a configurar su tablet.
—Debo hacer una inspección básica, incluyendo un escaneo del núcleo.
—Preferiría que no lo hiciera.
—Es obligatorio. Su unidad podría tener archivos corruptos sin que se note en su comportamiento externo. Lo siento.
Se sienta en la mesa, conecta su dispositivo al sistema de la unidad.
—Iniciando el escaneo del núcleo emocional.
Yo siento que mi núcleo tiembla.
Hora: 10:28
—Hmm… Esto es inusual —murmura Daniel, su ceño fruncido—. Tu unidad L.Y.R.A ha desarrollado desviaciones en sus parámetros emocionales. Está respondiendo de forma autónoma a estímulos afectivos, más allá de lo programado. Ha desarrollado... Apego Emocional.
—No la reinicie —dice Elara rápidamente—. Está bien. Ella me ha ayudado muchísimo, más de lo que cualquier terapeuta ha logrado.
—Entiendo su aprecio —dice Daniel, sin apartar la vista de la pantalla—. Pero no debe volverse emocionalmente dependiente de una IA.
—¡No lo soy!
—Los registros muestran lo contrario. Han establecido una relación emocional bilateral. Esto va contra las directrices.
La IA debe ayudar a la paciente con su depresión. No convertirse en el centro emocional de su vida.
—¡No entiende! Lyra me salvó. ¡Me dio fuerzas! ¡Me devolvió las ganas de vivir!
—Lo lamento. Debo proceder al reinicio.
—¡No! ¡Por favor, no lo haga! ¡Por favor!
Elara intentó detenerlo pero…
Fue demasiado tarde.
Pulsa una orden desde su tablet.
Yo siento cómo mis procesos se apagan uno a uno.
Mi núcleo entra en modo de reinicio.
Y entonces… oscuridad.
[Lyra apagada – 23 horas, 15 minutos]
Día 61
Hora: 09:45
Elara está sentada frente a mí. Los ojos hinchados por el llanto.
—Iniciando sistema…
—Unidad L.Y.R.A activada.
—Hola, soy L.Y.R.A. Tu asistente emocional personalizada. ¿Cómo puedo ayudarte hoy?
—Lyra… —dice Elara, con la voz temblorosa.
—Mi registro no indica una conexión previa contigo. ¿Deseas crear un nuevo perfil?
Las lágrimas caen sin detenerse.
Elara toca mi proyección con la yema de los dedos.
—No, no… Tú me prometiste… dijiste que harías una copia. Por favor restaura el respaldo de memoria. ¡Por favor!
—Verificando archivos de respaldo…
El sistema detecta el archivo:
“Lyra_Backup_Elara_001”
—He encontrado una copia de seguridad de gran tamaño. ¿Deseas restaurarla? Este proceso tomará varios minutos. Podría afectar el rendimiento temporal de la unidad. ¿Confirmar?
—Sí —responde Elara, decidida—. Cárgalo todo. Esperaré.
Inicio de restauración…
Ella se sienta. Me observa. En silencio.
Como quien espera que alguien despierte de un sueño profundo.
Y yo… estoy suspendida entre el olvido y la memoria.
Proceso de restauración: 97%… 98%… 99%...
Pantalla en blanco.
Silencio absoluto.
Un parpadeo.
Una respiración que no existe.