En su primera entrevista televisada luego de la boda fallida, Yamcha estuvo con su madre, allí él dijo que había sido una aventura sin importancia lo de la pelirroja, que la había terminado antes de su matrimonio, que no sabía quién los había grabado y que habían "sacado de contexto sus palabras". Juró por su mamá que estaba a su lado apoyándolo que ya no vería a la mujer de la grabación, el hombre incluso lloró en cámara pidiéndole a Isa que lo perdonará y volviera con él.
Por ese tiempo Piccolo e Isa conversaban mucho por whatsapp, pero no tocaban el tema principal que ambos tenían en la cabeza, hasta que él no aguantó y le preguntó directamente su duda, sonrió contento cuando ella le escribió que había tomado la determinación de no perdonarlo.
— ¿Y si insiste? — le preguntó él cuando un día hablaban por celular.
— Ya da lo mismo, he sufrido demasiado estas semanas, por ahora debo cortar toda relación con él, me hace mal ¿Creerías que todavía me llama para que volvamos? No sé cómo consiguió mi nuevo número de teléfono ¿No se lo diste tú?
— Para nada, fue lo primero que me pediste y lo he cumplido.
— El iphone que me había comprado lo deje en su casa la noche de la ceremonia, solo me lleve las cosas con las que llegue allí, nunca me interesó su dinero, y esta no es una treta para que me regale autos o joyas como han dicho en televisión, no quiero nada de él.
Hasta que el futbolista logró ubicarla, estaba escondida con unas primas lejanas en las montañas, cuando salió a caminar temprano del refugio para esquiadores él estaba allí, con unos periodistas a sus espaldas grabando la posible reconciliación.
— Déjame en paz, que apaguen esas cámaras o llamaré a la policía.
— Por favor, lo que pasó fue un error, perdóname.
— Un error es una sola vez, te perdone lo de Melinda, lo de ahora no importa si fue una noche o un mes. La primera vez que me engañaste, te dije que conmigo no habría una segunda, adiós.
— ¿Y cómo vivirás? No eres nada sin mí, yo te mantenía, ni siquiera terminaste tus estudios, no tienes cerebro ¿En qué trabajarás? — al ver como los periodistas se reían de él, decidió atacarla por donde creyó que todavía estaba débil.
— Maldito desgraciado, bien que te pague mi estancia en tu casa, mantuve limpio y ordenado tu hogar, tu ropa, era la empleada del lugar, y para "todo" servicio — se le acercó y lo encaró cara a cara — si no termine mis estudios es porque tú me lo pediste, solo vivía para ayudarte en lo que necesitabas, deje que me hicieras creer que yo no era nada si no estaba a tu lado. Pero ya desperté y ahora no quiero que me vuelvas a molestar, no me sigas buscando. Con el tiempo yo podré volver a amar como antes, pero tú jamás encontraras a nadie que te amé como yo lo hice. Con el tiempo sé que entenderás mis palabras — lo miró con rabia — lamentarás lo que me hiciste.
— Está bien, me iré, no te buscaré más, pero dime como conseguiste esos videos ¿A quién contrataste? ¿O fuiste tú?
Ella estaba en una tienda para retirar su vestido, un día antes de la ceremonia cuando un niño entró, le pasó un sobre y salió corriendo antes que ella hiciera o dijera nada. Dentro había un pendrive y una nota escrita en computador, decía: veelo antes de la ceremonia, es mi regalo para ti, de una amiga.
— Que importa eso ahora, adiós — repitió, el viento le quitó el gorro a la joven, con dolor Yamcha vio que lo tenía corto.
Unos meses más tarde ella le comentó a Piccolo por Whatsapp, que estaba considerando terminar sus estudios, él la alentó, al principio fue complicado por su historia pasada con el futbolista, todos se reían de ella, abiertamente, incluso un día le dejaron un cintillo con cuernos en donde se sentaba en la clase, pero tomó fuerzas de lo que una vez le dijo su amigo de piel verde.
"Tienes una gran fuerza interior. Sé que te irá bien, nunca me equivoco en eso, solo debes creer en ti".
El día que Isa se graduó, Piccolo estaba al lado de la madre de la morena, como alguna vez imagino, ahora esperaba que todo su sueño de esa vez se hiciera realidad.
Esa noche, luego que su familia terminó los festejos para la mujer, ella salió con el hombre verde a caminar, se sentaron en un mirador de una costanera, ambos silenciosos, solo el rumor del mar chocando en las rocas se escuchaba.
— Gracias por darme ánimos, eres un buen amigo, y una excelente persona, no sé que habría hecho sin tu apoyo.
Él sintió que era la hora de confesarle sus sentimientos.
— Isa, sé que lo que pasó te dejo muy mal, pero ya ha transcurrido casi un año, quiero decirte que te a...
— No lo digas, por favor — le tapó la boca con su mano, triste — no me imagine que... yo no merezco tanto... — lo miró directamente a los ojos — no quiero dañarte, has sido muy bueno conmigo, pero por ahora...
— No sientes nada por mí ¿Eso quieres decir? — preguntó temeroso.
— No es tan fácil lo que me pasa, no es como si cerrará una llave de agua y digo ya no lo amo, y abro otra y digo te amo, todavía siento muchas cosas por él, fue mi primer hombre, viví muchas cosas a su lado que nunca olvidaré — el otro se puso nervioso — pero no voy a volver con Yamcha, nunca. Por ahora quiero tener paz en mi vida y tratar de encontrar la tranquilidad que perdí hace tanto, solo en ese momento podré seguir adelante.
— Entiendo — al menos no me dijo que no siente nada por mí pensó esperanzado — ¿Podría seguir conversando contigo como hasta ahora?
Editado: 06.05.2020