Ellos Quieren Venganza

Capítulo 6

Darcy despertó de muy buen humor, había dormido como nunca en mucho tiempo, y no había tenido visiones raras "fantasmales" ya dos días. Se vistió con una falda larga y una blusa de manga larga, recogió su cabello con una diadema y se fue a desayunar. Fue a la cocina para saludar a Casey y también se encontró con Krist, antes de que fuera al comedor, la llamó para hablar con ella.

—Veo que está pasando tiempo con mi hijo. —observó Krist posando sus manos en los hombros de Darcy con una sonrisa de complicidad. A Darcy se le enrojecieron las mejillas un poco; Krist no parecía molesto, más bien, contento.

—Sí... ¿es algo malo? —preguntó Darcy con preocupación, Krist se apresuró a mover la cabeza.

—Para nada, usted es una linda niña; Holland ha estado de muy buen humor últimamente —Krist bajó la voz—. Y creo que se debe a usted. —dijo esto último guiñando el ojo.

Darcy aligeró su rostro y sonrió.

—¿Usted cree?

Krist afirmó con la cabeza.

—No lo tome a mal, pero al conocer a sus padres, creí que sus hijos serían igual..., pero usted resultó ser una señorita amable y cariñosa. Me alegra que Holland tenga a alguien como usted, desde que su madre falleció... —Krist se quedó callado.

—Oh... cómo lo siento. Si no le molesta, ¿puedo saber qué pasó? —dijo Darcy, intrigada y triste al mismo tiempo; sabía lo que se sentía perder a alguien tan importante.

—Una terrible neumonía. Ella trabajaba como niñera, bastante lejos de donde vivíamos. Un día, cayó una terrible tormenta, le dije que no fuera allá, pero no me hizo caso y se enfermó..., todos pensamos que era un simple resfriado, pero con el pasar del tiempo, empeoró, y bueno, ya se imagina usted lo que pasó después. Holland sufrió mucho en ese entonces —contó Krist con el rostro entristecido—, no le diga a Holland que le conté todo esto, va a decir que lo estoy avergonzando. —añadió Krist riendo ligeramente.

—No se preocupe, mis labios están sellados —dijo Darcy gesticulando con la mano—. Fue un gusto hablar con usted. —dijo sonriendo, Krist hizo un gesto con la cabeza y Darcy se fue.

Holland apareció de la nada, lo que hizo que el corazón de Darcy diera un vuelco.

—¿Estabas hablando con mi padre? —preguntó encaminándose al mismo lugar a donde Darcy iba.

—Sí, solo me preguntó cómo estaba. —mintió Darcy.

—¿Le estabas pidiendo permiso para tomar mi mano en matrimonio? —preguntó Holland sarcásticamente.

—Es lo que más quisieras, ¿no? —replicó Darcy con un tono coqueto.

—Más que nada en este mundo. —respondió Holland con un tono dramático y acarició el rostro de Darcy. Ella estaba cerca del comedor donde se encontraban sus padres, por lo que golpeó la mano de Holland para que la soltara y le dijo que se detuviera con una risa nerviosa.

Holland rodó los ojos y se fue, Darcy se sentó, sin darse cuenta que seguía sonriendo.

—¿Qué mosco te picó? —preguntó Molly.

—¿Qué? —dijo Darcy distraída.

—Has estado con cara de tonta toda la mañana. —dijo Tom metiéndose un pedazo de pan a la boca después.

—¿Enserio? —titubeó Darcy. Sus hermanos afirmaron con la cabeza y Molly la imitó haciendo cara de tonta, parpadeando con ojos exageradamente soñadores.

—Son unos inmaduros. —dijo Darcy moviendo la cabeza.

—Lo que digas, al menos Molly y yo no ponemos cara de tortolos enamorados.

Darcy miró a sus hermanos con un rostro tenso y sorprendido a la vez. El cerebro de Darcy hizo un pequeño cortocircuito al escuchar la palabra "enamorada", aunque en pocos segundos se dijo que era ridículo. Apenas conocía a Holland, y si lo pensaba bien, no lo conocía en absoluto. Solo era un juego tonto que tenían entre ellos, nada más que eso.

Al final, Darcy dejó atrás el tema e intentó concentrarse en su desayuno.

***

Darcy se encontraba en su habitación leyendo el cuaderno que encontró en la bodega. Seguía sin entender absolutamente nada.

Notó que sólo había diez nombres en total, pero, ¿por qué? Era obvio que toda esa gente era de una posición muy alta por las cifras que leía a lado de cada nombre, pero seguía sin entender la razón. Había muchas teorías en la cabeza de Darcy. También las fotos era algo que la intrigaba mucho; de las cuales dedujo que era toda la gente que estaba escrita en ese cuaderno.

Pero había algo que la inquietaba aún más, y era el hecho de que en una de las fotos estaba esa mujer que Darcy vio cuando era pequeña, una versión demacrada y terrorífica para una niña, pero estaba segura de que era la misma mujer. No podía ser una coincidencia. Eso hizo cuestionarse a Darcy si en realidad todo lo que veía no eran alucinaciones suyas, como las heridas que tenía debido a la otra noche. Si esos monstruos no eran reales, ¿cómo es que estaba tan herida después de que escapó? Darcy pensó en la posibilidad de que tal vez ella misma se estaba auto flagelando y que los monstruos solo eran alucinaciones, pero eso sería llegar a un nivel extremo de locura, no creía ser capaz de algo así. Todo era muy extraño, pero decidió concentrarse en el cuaderno.

Se le ocurrió que la mejor manera para llegar al fondo del asunto, era investigar con ayuda de la tecnología, aunque fuese la opción menos preferida. A Darcy no le gustaban mucho las computadoras, prefería la ayuda de los libros, pero esta vez era la excepción.

Como no tenía una computadora en su cuarto, fue a pedirle a Molly la suya por un momento.

—¿Para que la quieres? Creí que odiabas cualquier cosa que necesitara electricidad. —dijo Molly con fastidio.

—¡No la odio! —respondió Darcy—. Enserio necesito que me la prestes.

Molly le dijo que no y Darcy cruzó sus brazos, mirándola molesta.

—Soy capaz de decir que Judy vino la otra noche —dijo Darcy desafiando a su hermana y se encaminó a la puerta.

—¡MADRE...!

Molly se abalanzó hacia Darcy y le cubrió la boca con la mano, lanzándola a su cama y cerrando la puerta, para luego golpearla con la almohada.



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En el texto hay: fantasmas, amor, horror y suspenso

Editado: 19.07.2024

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