Darcy empezó su mañana de muy buen humor debido a una nota que encontró en su puerta.
Al abrirla decía:
"Te recojo a las 7:00 P.M en la entrada de tu casa, espero con ansias, trae zapatos cómodos.
Pd: no olvides los 20 dólares.
Con cariño, H"
Darcy sonrió al leer la carta, y se mostró impaciente a que la noche cayera.
Bajó al comedor a tomar su desayuno, su familia ya se encontraba ahí comiendo. Edith y Marlon comían en silencio como de costumbre, y Molly y Tom hablaban sobre cualquier cosa. Darcy sintió una punzada en su pie, miró abajo y vio su gran herida amoratada, dándose cuenta que su pie no había mejorado para nada; cada día el dolor aumentaba y se estaba volviendo muy difícil disimular la cojera, por lo que en verdad consideró el consejo de Holland de llevar zapatos cómodos a su cita... ¿dijo cita? Por su puesto que no era una cita, solo era una pequeña reunión entre amigos, nada más.
Mientras escogía frutas con su tenedor, Darcy les echó un vistazo a sus hermanos y se dio cuenta que Molly tenía algo raro en su brazo izquierdo. Al poner más atención, se dio cuenta de que eran rasguños, rasguños idénticos a los que ella tenía después de que esas cosas raras la atacaran, claro que no eran cortes tan feos como los que le hicieron a Darcy, pero, de todas formas, se veían mal.
—¿Qué pasó en tu brazo, Molly? —preguntó Darcy con intranquilidad. Molly miró su brazo.
—¿Qué? ¿Esto? No lo sé, desperté esta mañana con el brazo así, creo que me rasguñé a mí misma mientras dormía o algo por el estilo. —respondió Molly sin darle mucha importancia.
—¿Puede pasar eso mientras duermes? —interfirió Tom, mirando a Molly como si estuviese loca.
—Claro que sí, al dormir te mueves mucho, es probable que te llegue a pasar, dah. —contestó Molly como si fuese lo más obvio del mundo.
—¿Qué tanto hay que moverse para hacerse eso? Que yo sepa, al dormirte te quedas quieto. —replicó Tom.
—Estas dormido, Tom, no muerto. —refutó Molly.
Molly y Tom siguieron con su debate, mientras que Darcy se quedó pensando si era posible que esas cosas, espíritus, fantasmas o lo que sea que fuesen, también estén molestando a Molly, y muy posiblemente sigan con Tom. Darcy terminó con su plato, subió a su habitación y se cepilló los dientes, luego se recostó en su cama y empezó a leer un libro que Tom le prestó y que le gustó mucho, tratando de olvidar lo que vio en el desayuno, pensando que tal vez solo eran cosas suyas.
Por más que intentó, no podía leer ni una sola frase, por lo que se levantó de su cama y corrió al cuarto de Molly. Al llegar, sintió como si el aire fuera más pesado, sentía una energía muy rara, algo que solo le pasaba cuando tenía sus visiones. Se sentó en la cama de Molly, y vio una mancha rara debajo del escritorio donde estaba su computadora. Se acercó ahí y se agachó, viendo que era una gota de sangre. Estaba fresca, como si alguien se hubiese cortado el dedo con una hoja de papel hace simplemente unos segundos. Detrás de esa gota de sangre, se encontraba un pequeño agujero en la pared, en donde provenía un sonido extraño. Al acercarse un poco más, el sonido se hizo más fuerte, y de pronto, una araña salió del agujero, siguiéndole miles y miles de arañas pequeñas. Se subieron a los brazos de Darcy y ella se levantó rápidamente, sacudiéndose las arañas de todos lados. Al mirar otra vez, la gota de sangre se volvió un charco, acompañada de una persona, una mujer que parecía provenir de una época antigua. Su cuerpo estaba en la fase de la putrefacción, no se diferenciaba si su cabello era rubio o castaño, y la verdad, eso no le importó mucho a Darcy. Estaba llena de insectos y olía horrible, pero estaba muerta, no se movía, no hacía nada, era algo pacífico comparado a las otras cosas que había visto Darcy. El rostro de la mujer se le hacía conocido, parecía ser...
No tuvo tiempo para pensar en nada, porque repentinamente la mujer la vio fijamente a los ojos, y se empezó a arrastrar en dirección a Darcy. Ella se alejó para evitar que esa mujer la tocara, pero si pensaba bien las cosas, ¿qué podía hacerle? Solo era una alucinación. Se estaba hartando de huir; sintió como su cuerpo se llenaba de ira y frustración, el miedo la había dejado totalmente, algo que jamás le había pasado. Antes de que la mujer llegara a ella, Darcy se dio la vuelta y cerró los ojos, respiró hondo y con un tono firme, exclamó:
—¡No, no hoy! ¡Lárgate!
El cuarto se llenó de silencio, la energía pesada y oscura se había ido, así como la muerta viviente y el olor a putrefacción. Darcy miró a su alrededor y su cara formó una breve sonrisa de satisfacción, y con paso firme, se dirigió a la bodega. Fue hacia donde estaba el cofre escondido y lo abrió. Buscó frenéticamente, mirando cada una de las fotos de las víctimas que estaban ahí... y entonces la encontró. La mujer que vio en la habitación de Molly era Barbara Shelly.
Darcy suspiró admirada, mirando la fotografía; no podía ser una alucinación, no podía ser algo que sea solo parte de su mente. Primero Alicia Wolstencraft; luego se le aparece Mary Whitmore, y luego Barbara Shelly. Ella ni siquiera llegó a conocer a esas mujeres, ¿cómo es que las veía? ¿Cómo es que su cabeza podría inventarse algo así? No podía ser una coincidencia, algo muy extraño estaba ocurriendo, y Darcy estaba dispuesta a encontrar una respuesta.
Se la pasó toda la tarde investigando, matando el tiempo hasta que dieran las 7:00 P.M.
La verdad era una buena estrategia, porque los miércoles no trabajaba y coincidió con un día libre de la universidad, pues hubo una fuga de gas y era peligroso ir. Sintió que se estaba sobresaturando con el tema. Ya había leído cada foro en internet, vio todas las noticias habidas y por haber y básicamente, en ese punto, podría hacer una exposición sobre el tema y no tendría que memorizar nada, absolutamente nada. Aquellas personas tenían algo en común: todas sus parejas eran personas muy poco conocidas y desaparecían sin dejar rastro después de las tragedias. Lo que más le parecía sospechoso era que solo encontraran el cuerpo de Alicia, los demás, desaparecieron sin dejar rastro a excepción de Mary Whitmore, que encontraron su vestido ensangrentado, pero después no encontraron más. El cuaderno que tenía Darcy en su poder le daba la teoría de que el culpable lo hacía por deporte, ¿pero por qué? ¿Y por qué solo millonarios? Es decir, si era un asesino serial, por lo menos podía variar un poco... ok, Darcy ya estaba pensando locuras.
Darcy vio al reloj en la pared de su cuarto y vio que eran las 6:15 P.M ... Darcy ni siquiera estaba vestida, seguía con su pijama.
Darcy arrojó todos los libros y periódicos y corrió a ducharse. Aprovechó para depilarse las piernas y axilas, y del apuro se terminó cortando levemente una parte cerca del tobillo. Se cepilló el cabello húmedo y aprovechó para maquillarse. Normalmente usaba un maquillaje que la hacía ver muy natural, pero esta vez quería un poquito más, solo un poquito.