Eloy y las Estrellas.

Prólogo

11 de Julio del 2018.

Las cosas no iban bien últimamente.

Hago una mueca sintiendo el pinchazo de la aguja  entrando a mi piel.

Aun así sonrió, tratando de acomodarme sobre mi propio cuerpo para estar más cómoda. No importa cuánto me duela estar aquí, cuanto odie el sentimiento de estar en hospitales casi todos los días, no me gusta y daría cualquier cosa por dejar de sentir dolor.

Ya no quiero más.

Y aunque, la mayoría del tiempo trataba de aparentar que todo estaba bien, todo el tiempo, a veces sentía que no podía más y ¿Sabes?, no está mal quebrarte alguna vez en tu vida, es lo que necesitamos para ser nosotros mismos, no importa cuán dañados estemos, es una muestra de valentía.

La vida tiene que doler, la felicidad no perdura en nuestras manos, tienes que caer para valorarla, vivir para sentirla, correr para no perderla, vivir como si fuera la última gota de felicidad en tu sistema.

— Cuéntame Tatia, ¿Cómo va todo?. — Julie sonríe mirándome.

Mal.

—  Bien Julie, ayer visite a Mamá y le deje sus flores favoritas, limpie un poco la tierra que rodeaba la lápida, quedo hermosa, deberías verla. — murmuro con pesadez, las quimioterapias me ponían en un estado, ¿tonto?, todo era confuso para mí, ni siquiera podía describir como me sentía, era una bruma de sueño, como estar borracha.

Bueno, en realidad no sabía que era estar borracha, nunca me ha pasado.

—  El otro día termine el libro que me recomendaste. — la escucho hablar, entre abro los ojos mirándola con una sonrisa, que tal vez me salió pésima, le indico con mi cabeza que continúe. — ¿Te gusta lo romántico he?.

— Romántica empedernida. — aclaro arrastrando las palabras y añado: —  Así decía mi Mamá.

— Estoy totalmente de acuerdo Tai, ¿algún chico del que quieras contarme?.

— Los chicos de la realidad son unos imbéciles Jue.

Tal vez si lo eran, en este tiempo nunca conocí a nadie que realmente valiera la pena. Era difícil para mí, estaba tan acostumbrada a los estereotipos de los chicos literarios, que nadie llenaba por completo mis expectativas.

Pero si tenía motivos para decir que mis ex´s son unos idiotas.

Cuando era niña siempre escuchaba las historias de príncipes rescatando a doncellas en apuros o llevándolas a mundos maravillosos para escapar de sus vidas monótonas. Bailaban al compás de la música clásica y todo era amor verdadero, sin embargo, nuestra vida no es un cuento de hadas, no es una serie, no es una película, no es una canción y no es un libro.

Mucho menos necesitas a un príncipe para escapar de tus problemas.

Aunque la vida era mil veces mejor en la fantasía.

— Cuando conocí a mi primer novio creía que íbamos a estar juntos toda la vida, que nada nos separaría. — la miro con los ojos entrecerrados mientras ella duda en elegir las palabras adecuadas, aclara su garganta y sonríe casi nostálgica. — Tanía mucho miedo que mis cicatrices no dejarán que mi vida continuara como yo quería, ¿Has escuchado eso de: la persona correcta en el momento equivocado?.  — asiento con una sonrisa recordando al instante aquella canción, pero entendiendo el significado. — Primero tenía que sanar yo misma para aprender amar.

— ¿Pensabas que no merecías estar con alguien por haber tenido cáncer?.

— Cuando me enteré que tenía cáncer, quería morirme, yo se que muchas personas luchan para que la enfermedad no termine con ellos. —  suspira. — Pero yo no quise luchar, gracias a dios recapacite y ahora soy una persona que venció el cáncer Tai, y pude amar con todas mis fuerzas sin miedo a dejar a nadie.

Por un momento me mira pensativa, buscando las palabras exactas.

— Yo quiero que tu vivas tu romance Tatia, tu historia, aquella que tanto sueñas, tienes que hacerlo antes de que la vida se pase enfrente de ti y sea demasiado tarde. Corre por ella y vivela al máximo.

— La puedo vivir sin necesidad de tener a un chico Julie.

— La vida es demasiado curiosa, cuando menos te lo esperes estarás enfrente de tu estrella, como tú dices..

— Mientras seguiré amando a todos los chicos que lea, ¿Estas de acuerdo?.

Julie suelta una carcajada para después colocarme mis audífonos, la música me inunda y casi al instante olvido el dolor punzante que siento, trato de no pensar en eso. Por unos momentos tengo vagos recuerdos acerca de mis sueños de niña, como siempre que estoy aquí, yo disfrazándome de ser princesa, prometiéndome que encontraría un príncipe, me rio de mi misma, porque no sabía en que se convertiría mi vida y mi destino con ella.

Soy Tatia y tengo leucemia.

Y esta es la historia con mi estrella. 
 

**

 

Esta historia también la puedes encontrar en Wattpad bajo mi seudónimo,  @-CallMeLily.

Disfruto mucho de escribir, tanto como leer, no sean muy duras conmigo al respecto, las tqm.

Si esta pequeña parte fue de su agrado, ¿me ayudarían compartiendo?, se los agradecería mucho.

Nos leemos pronto. :)
 



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En el texto hay: triste, #romance #juvenil #amor, bad boy

Editado: 05.10.2020

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