Elsbeth

35

Connor hizo buenas migas con esos dos hombres y se fue con ellos a ver el patio y las caballerizas, yo en cambio pasé al salón donde cenamos en Navidades y recordé aquellas discusiones que mi padre y Edgar tenían, el sentado en aquella silla que acaricié. Parecia que había pasado una vida desde que en aquel sitio no había pasado nadie. Subi las escaleras y entré en mi habitación. La cuna de Victoria seguía ahí. La habitación estaba tal cual la dejamos cuando nos marchamos pensando en volver, pero esta vez volvia sin el. Acaricie las mantas de su lado de la cama.

-Te echo de menos cariño, mucho – dije en voz alta y con lagrimas en los ojos

Sali de ahí ya que estar en esa habitación me producia un dolor en el alma que no lo podría explicar con palabras. Pase a la habitación de Juan y me acorde de que no sabia nada de el, quizás la misma persona que envio las cartas aquí se las envio a Mariana.

-Señora, vamos a preparar su habitación – me dijo una doncella

-No, dormiremos aquí, preparad esta.

Ella me miro intentando recordarme que esta no era la habitación del laird pero decidió callar. Yo respetaría la memoria de mi difunto marido y no seria capaz de meter en la misma cama a otro hombre. No, Edgar seguía siendo el hombre al que amaba, al que tanto echaba de menos.

Aun asi, sin poder resistirme, fui a esa habitación y me quede durmiendo en la cama, respirando su olor, al que tanto echaba de menos.

“-Cariño, mírame – dijo Edgar apareciendo en mis sueños – gracias por volver y ocuparte de mi casa.

-Edgar, amor – le dije con lagrimas en los ojos – lo siento, lo siento, lo siento

-Ehh, no te sientas culpable por casarte, recuerda que yo mismo te lo pedi. No te sientas culpable por estar en brazos de otro hombre, sabemos el mundo en el que estamos y tu necesitas uno al lado. Uno que quiere a nuestros hijos.

-Te echo tanto de menos – el me acaricio la cara y me limpio una lagrima

-Y yo a ti amor, pero sonríe, vive, se feliz por que solo asii yo podre sonreir también. Eres fuerte y no te sientas culpable nunca por que vas a volver a amar.

-Como me puedes decir eso? Como?

-Cariño, siempre estoy a tu lado, siempre a tu derecha. Todo este tiempo no me he separado de ti ni de nuestros niños.Ama, es un buen hombre. Se feliz por que llegado el dia te vas a arrepentir.

-Pero no quiero olvidarte – le dije abrazandolo.

-No lo vas a hacer, cada vez que miras a nuestros hijos tu corazón me recuerda. Por que antes de dormirte cada noche tienes un pensamiento para mi. Por que cada vez que estás sentada en el trono sin darte cuenta miras hacia mi retrato. Por que ahora has decidido no dormir en tu cama por que no vas a permitir que ningún hombre borre los recuerdos que tienes conmigo ni la huella que yo he dejado. Por eso se que no me vas a olvidar.

-Edgar, te quiero – le dije mas tranquila pensando que todo aquello que me dijo era cierto.

-Y yo a ti amor mio, nunca lo olvides. A tu derecha siempre estoy, pero ahora debes despertar y seguir con tu vida. Se feliz, ya no solo por ti, sino por mi también. Para que yo, al verte a ti sonreir, pueda hacerlo también. Te prometo que nos volveremos a encontrar, ya sea aquí arriba u en otra vida.

-Y como lo sabré que eres tu?

-Por que cada vez que me veas tu corazón se alegrará, por que aparecerán las mariposas que tu tenias en el estomago desde que me viste el primer momento. Por que la próxima vez será nuestro final feliz, el de nuestro amor.

Me besó y desapareció, despertándome asi entre lagrimas derramadas. Te quiero dije al aire sabiendo que el me había escuchado y me había sonreído.

-Todo bien? – preguntó Connor que me estaba mirando y yo asentí – No puedo luchar con un fantasma Elsbeth.

-Nadie te ha pedido que lo hicieras – le contesté

-Le sigues queriendo y lo vas a hacer por el resto de tus días.

-Por que lo dices? –no sabia el rato que llevaba ahí viéndome y por eso preguntaba.

-Lo digo por que has defendido estas tierras como si fueran tuyas, por que no te has casado hasta que tu hijo no ha nacido. Por que no permites que otra persona duerma en esta cama, por que por las noches le lloras.

-Si Connor le quiero – no le deje hablar – cuando nos casamos no le quería pero le propuse el mismo trato que te voy a proponer a ti. Fidelidad.

-Y en que salgo yo ganando si mi mujer cuando se acuesta, después de hacerla mia, piensa en otro hombre y desea que otro hombre la toque.

-Pero ese hombre esta muerto maldita sea – grité – estás hablando de una persona que está muerta no de una con la que te vas a cruzar en el castillo. Y como me puedes tu exigir nada cuando yo te he abierto las puertas de mi casa y una vez que has entrado ahí has entrado en mi vida y en la de mis hijos. Te he contado los pocos secretos que tengo, si se les puede llamar secretos y tu no me dices nada. No hablas conmigo y esperas sinceridad o amor.

El se quedó callado durante varios segundos y yo me levanté de la cama, me alisé el vestido y me coloqué los mechones del pelo suelto detrás de la oreja y seguí.

-Por que no te hablas con tu hermana? – le pregunté más tranquila

-No es asunto tuyo.



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En el texto hay: amor, guerra, highlands

Editado: 12.12.2018

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