¿embaraza? La Nerd

Capítulo 1: Atención, Noticia.

Hoy no tenía ni la más mínima gana de ir a la escuela. Literalmente, cero. No quería enfrentar la realidad. Porque sí, soy la nerd. La chica tranquila. La que saca dieces, la que no rompe reglas, la que tiene papás casados, estables, que te hacen desayuno y te preguntan cómo dormiste como si eso fuera importante. La que nunca se mete en problemas.

Excepto que ahora estoy metida hasta el cuello. Y todo por culpa de ÉL.

El chico problemático. El de los líos constantes, los papás millonarios, la moto ruidosa y la sonrisa de: "sé que soy un desastre, pero igual te gusto". Y sí... caí.

Lo peor: ni siquiera éramos novios. Ni amigos. Ni conocidos que se saludan por educación. Éramos... eso. Un par de desconocidos con una conexión que nadie entendía, ni nosotros mismos.

¿Y cómo termina esa historia? Estoy embarazada. Sí. EM-BAR-A-ZA-DA.

—¡Anny, el desayuno se enfría! —gritó mi papá desde la cocina.

Respira. Calma. Solo vas a bajar a desayunar como todos los días. Actúa normal. Nadie sospecha nada. Aún.

—¡Anny! —llamó ahora mi mamá, Andrea.

—¡Ya voy, mamá! —respondí, intentando sonar menos colapsada.

Terminé de arreglarme (si a peinarme como zombie sin alma se le puede llamar arreglarse) y bajé.

Mis papás ya estaban sentados en la mesa. El desayuno humeaba, perfecto como siempre. ¿Ven lo que digo? Ellos son ese tipo de personas. Los que tienen sus vidas juntas.

—¿Cómo dormiste, hija? —preguntó mi papá con una sonrisa.

—Te ves un poco cansada, ¿todo bien? —añadió mi mamá, mirándome con ese radar materno que todo lo ve.

Cansada. Ja. Si supieran que casi no dormí pensando en cómo decirle al padre de mi sorpresa que... bueno, que es padre. O lo será.

—Dormí... normal. Creo —mentí, y me metí una tostada a la boca para evitar más preguntas.

Comí en modo automático mientras ellos hablaban del trabajo, del gato de la vecina que se volvió a meter en nuestro jardín, y de las ofertas del supermercado. Nada fuera de lo normal. Todo en orden. Todo menos yo.

Cuando me terminé el jugo, me levanté para buscar mis cosas. Entonces mamá dijo:

—Hoy te llevo yo al colegio. Tu papá tiene que pasar primero por la oficina.

Oh no.

Eso. Eso sí que no lo vi venir. Mi mamá nunca me lleva. Es tradición que mi papá me deje cada mañana con un beso en la frente y un “cuídate”. Pero hoy no. Hoy mamá manejará. Y yo, emocionalmente rota, hormonal y nerviosa, voy en el asiento del copiloto con mi peor cara de “nada está pasando”.

Perfecto. Mi día mejora.

Mientras nos dirigíamos al colegio, fingí mirar por la ventana, aunque lo que estaba viendo eran los recuerdos mentales de mis malas decisiones.

Cody.

Sí, ese es su nombre. El del chico malo, por si no había quedado claro.

No es que no nos conociéramos. Estudiamos juntos desde hace 4 años. Pero jamás cruzamos palabras. Los saludos no existen entre nosotros. Él es ruido, yo soy silencio. Él es caos, yo soy orden. No estamos en la misma sintonía. O eso creía...

Hasta esa noche loca. Esa noche maldita (ok, también bendita, según cómo se vea) en la que mi mejor amiga me retó a entrar a una fiesta privada. Y terminé en su cama.

Sí. La del chico malo. Y, ¿saben qué? Me gustó. Y aunque juré que sería una vez... se repitió. Más veces de las que puedo admitir. Somos ese tipo de desastre que nadie entiende. Ni siquiera nosotros. Solo sé que, cuando estamos solos, a veces terminamos sin ropa. Y sin respuestas.

—Ya llegamos —dijo mi mamá, estacionando el coche frente al colegio.

Tragué saliva. Me sentía como si tuviera que presentar un examen sorpresa... sobre cómo arruinar tu vida en tres pasos.

Salí del auto, con el corazón haciendo percusión en mi pecho. Y entonces lo vi.

Cody.

Bajando de su moto con su chaqueta de cuero, saludando a su grupo de amigos con esa sonrisa arrogante que, por algún motivo, me hacía olvidar cómo se respira.

Y ahí estaba yo. Con un pequeño caos creciendo dentro de mí. Y una noticia que tenía que contarle. Solo que no sabía cómo. Y, lo peor… no tenía idea de cómo él iba a reaccionar.



#472 en Otros
#186 en Humor
#1411 en Novela romántica

En el texto hay: humor, humoe y romance, humor bebe embarazo

Editado: 14.04.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.