¿embaraza? La Nerd

Capítulo 4: Teatro y Desmayos

Despertar en la enfermería escolar no estaba en mi lista de cosas por hacer este año. Honestamente, prefería los exámenes sorpresa o que me cayera un pájaro encima. Cualquier cosa menos esto.

Abrí los ojos despacio. Me dolía la cabeza como si alguien hubiera tocado reggaetón a todo volumen dentro de mi cráneo.

Y ahí estaba él.

Sentado en la silla junto a la camilla, con las piernas estiradas y el celular en la mano. En cuanto me moví, levantó la mirada y sonrió.

—Mira quién volvió del mundo de los caídos —dijo con tono burlón—. ¿Cómo estás, cerebrito?

Yo parpadeé. ¿Era real o era una alucinación con abdominales?

—¿Dónde está Zoe? —pregunté, intentando sentarme.

—Tuvo que irse a clase. Me dijo que te dejara en buenas manos —respondió, guardando el celular—. Aunque creo que estaba siendo sarcástica.

—Eso suena muy como Zoe...

Cody se encogió de hombros y se acercó un poco más.

—Igual no te preocupes, dejé la receta de tu ausencia: "Anny no asistirá por haber protagonizado un mini teatro dramático con final en el suelo".

Lo miré con los ojos entrecerrados.

—Qué gracioso eres.

—Lo sé. Y modesto también.

Se acercó aún más y con suavidad me apartó un mechón de cabello de la frente. Su mano rozó mi piel y yo sentí como si un cable eléctrico me pasara corriente desde la cabeza hasta los pies.

—Tienes un lindo golpe —dijo con esa voz que siempre suena a "acabo de romper las reglas y me encantó".

—Gracias —respondí. No sé por qué. ¿Quién da las gracias por un golpe? Yo, aparentemente.

Nuestros ojos se cruzaron. Fue uno de esos momentos raros. No incómodos. Solo raros, porque ambos sabíamos que había cosas no dichas flotando en el aire... como si el universo gritara ¡USTEDES DOS TIENEN QUE HABLAR! pero ninguno quisiera empezar.

—Ya me avisaron que puedes irte a casa —dijo de pronto, rompiendo el hechizo—. Te voy a llevar. No puedes ir sola después de desmayarte.

—No es necesario, de verdad, puedo tomar un—

—Subes a la moto, cerebrito, o te cargo. Escoge.

Y claro... ahí estaba yo, cinco minutos después, agarrada a su espalda en su moto, con el casco gigante que me quedaba como cabeza de astronauta.

Al llegar a mi casa, entramos. No había nadie. Mis padres estaban en sus respectivos trabajos, salvando el mundo o arruinándolo, nunca estoy muy segura.

Cody caminó conmigo hasta el sofá y me ayudó a sentarme.

—¿Segura que estás bien? —preguntó, mirándome con ojos más suaves.

—Sí... solo estoy... tú sabes... colapsando lentamente por dentro, pero en orden.

Él se rió. Se rió. Esa risa que yo conocía solo en secreto, porque aunque éramos de mundos diferentes, lo cierto es que nos habíamos encontrado más veces de las que cualquiera creería.

Tantas veces... que ya no podía contar.

Lo miré. Y por un segundo pensé: "¿y si lo digo ya? ¿Y si le cuento que voy a tener un mini Cody caminando por ahí dentro de unos meses?".

Pero no.

Mi boca estaba sellada con pegamento emocional.

Él me miró con una mezcla entre diversión y algo más. ¿Ternura? ¿Curiosidad? ¿Ganas de besarme? Dios, ojalá fuera la tercera.

—Anny... —dijo, más serio.

—¿Sí?

—¿Qué fue lo que ibas a decirme antes de desmayarte?

Boom.

Silencio.

Mi cerebro gritaba: ¡AHORA! ¡AHORA! ¡DILO!

Pero mi boca, muy en su estilo, dijo:

—Que tienes una pestaña en la mejilla.

Y me acerqué. Como una cobarde. Le quité la pestaña. Nuestros rostros estaban a centímetros. Su aliento en mi piel. Mis manos temblando. Su mirada fija en la mía.

—Pide un deseo —susurré, sin pensarlo.

Y entonces, sin darme cuenta, sus manos se deslizaron hasta mi cintura. Me sostuvo con firmeza, con naturalidad. Como si ese fuera su lugar. Como si ya lo supiera.

Yo contenía el aire.

Y él, sin dudar, respondió:

—Ya lo tengo enfrente.

Maldito.



#149 en Otros
#67 en Humor
#496 en Novela romántica

En el texto hay: humor, humoe y romance, humor bebe embarazo

Editado: 23.05.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.