Embarazada de mi Vecino.

Capitulo 5.

     En un abrir y cerrar de ojos, Matt estaba parado entre Ian y yo; a Garrett no le quedó otra opción que dar un paso hacia atrás y por su rostro comprendí que sí recordaba a mis amigos y por supuesto sus ojos viajaron directamente a los míos, y luego a mi gran vientre. Su rostro se descolocó totalmente al ver que estaba embarazada y el sudor comenzó a correr desde mi cuero cabelludo hasta el nacimiento de la nuca; no quería que Tania supiera lo que había pasado entre Ian y yo, luego sería noticia en todas y cada una de las revistas de la gran ciudad. Ya podía imaginarme el titular en dónde me acusaban de ser una rompe hogares e incluso me acusaría de haber engatusado a Ian para que me dejara embarazada y así quedarme con su fortuna, si es que había una aunque por lo que había leído, si existía.  

-¿Hana? 

    La voz de Ian me trajo de vuelta al presente y de inmediato sentí la presencia sobreprotectora de Samanta a mi lado; la tensión en el ambiente se podía cortar con un cuchillo.  

-Te pregunté algo. ¿Qué haces aquí? 

    Matt atrajo la atención de Ian e inmediatamente sentí el alivio en mi ser. 

-Yo… vivo aquí. 

-¿Qué sucede cariño? ¿Los conoces?  

    Tania se prendió del brazo de Ian como un pulpo y su mirada desdeñosa me recorrió de arriba a bajo. 

-¿Cariño? – Samanta sonaba desconcertada y molesta a la vez y en cuanto adivine si movimiento la tome del brazo.- ¿Tú escuchaste lo mismo que yo? 

-Si… es que es su prometida. 

    Susurré tan bajo que creí que no me había escuchado, pero entonces ella grito haciéndome entender que si. 

-¿¡Su prometida!? – Miró a Ian como si quisiera matarlo.- No pues que rápido olvidas y superas amigo. 

   Ian la miro desconcertado y un tanto molesto mientras chasqueaba la lengua. 

-Paso casi un año. 

-El “casi” es la palabra clave en esa oración amigo, además hasta donde yo se faltan unos cuantos meses para que se cumpla el año.  

-¡Y por lo que veo no soy el único que tiene noticias por aquí!  

    Él obviamente estaba hablando de mi embarazo y por un segundo estuve tentada de gritarle que el bebé era suyo, pero una voz razonable me dijo que de hacerlo, luego me arrepentiría.  

-Oye… yo a ti te conozco. -Dijo Tania al tiempo que analizaba a Samanta.- ¡Ah sí! Ya se quien eres; tu eres la pequeña que cree ser mi competencia en la pasarela. 

-¿Pasarela? No vamos modelando por una; somos modelos de revistas. Y si, también te reconocí; eres la niña odiosa a la que nadie soporta en el estudio, pero no les queda de otra o irás corriendo a quejarte con papi.  

-¡Ja! Tu solo dices eso porque eres una envidiosa sin talento a la que le encantaría estar en mis zapatos. 

-No gracias, si estar en tus zapatos significa sacrificar el 90% de mi intelecto, entonces prefiero intercambiar zapatos con un gorila, entonces no tendría que realizar ningún sacrificio intelectual. 

-¿Qué quieres decir con eso? 

    En ese momento me preguntaba cuando pasamos de estar nerviosos porque Ian pudiera descubrir que él era el padre de mi bebé a Sam y Tania sacando las garras. Por supuesto Matt, siempre la voz de la cordura de nuestro trío, fue quien tomo del hombro a Sam y la retiro unos cuantos pasos hacia atrás junto a Jon para que estuviera a una buena distancia de Tania; no es que me desagradara que esa chica quedará con unos cuantos pelos menos, pero no quería a Samanta metida en líos.  

-Creo que mejor nos vamos a nuestro apartamento Hana; Samanta y Jon nos acompañaran a cenar hoy, veremos un par de películas y luego se irán a su casa.  

   Matt me tomo de la mano y me sonrió amablemente y en sus ojos distinguí un brillo de sobreprotección mezclado con otro sentimiento que no alcancé a distinguir.  

-Vamos, debes tener hambre. O mejor dicho “deben” tener hambre.  

-¿Ustedes dos viven juntos? 

    Ian sonaba realmente alarmado y por un segundo disfrute de ver el dolor en sus ojos cuando Matt asiento con la cabeza, pero luego el sentimiento de culpa me abrazó y me sentí pésimo.  

-Por supuesto que deben vivir juntos cariño. ¿Qué no ves su enorme vientre? ¡Estoy segura que lo verían a 20 km de distancia! Es por eso que no quiero tener bebés ahora, me arruinaran la figura. Por cierto, hacen una linda pareja.  

   A pesar de las palabras de Tania, pude sentir el veneno en ellas y la mirada de Ian clavada en mi nuca mientras entraba al apartamento con los chicos. 
 




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