—Estoy aquí para apoyarte, Valeria. No te preocupes, resolveremos esto juntos —aseguró, antes de salir del despacho.
Me quedé allí, sintiendo un peso levantarse de mis hombros. Sabía que la batalla aún no había terminado, pero tenía esperanza de que las cosas finalmente se aclararían y podría continuar mi trabajo en la Torre de Cristal con la cabeza en alto.
Con renovada determinación, salí del despacho de la directiva y regresé a mi puesto de trabajo. Aunque la incertidumbre aún pesaba en mi mente, sentí un destello de esperanza al saber que la señora García estaba tomando medidas para abordar la situación con Doña Mercedes y Alejandro.
Pasaron algunas horas de trabajo antes de que recibiera una llamada del despacho de la directiva. Con el corazón latiendo con fuerza, contesté el teléfono y escuché atentamente las palabras de la señora García.
—Valeria, quería informarte que he hablado con Alejandro y Doña Mercedes sobre la situación. Ambos están sorprendidos y consternados por lo ocurrido. Estamos organizando una reunión para discutir el asunto y encontrar una solución adecuada —explicó la señora García, su voz transmitiendo calma y determinación.
Respiré aliviada al escuchar sus palabras. Sabía que no iba a ser fácil, pero tener el apoyo de la directiva me dio esperanza de que las cosas se resolverían de manera justa.
—Gracias, señora García. Aprecio mucho su intervención en este asunto —respondí, con sinceridad en mi voz.
—Estoy aquí para ayudarte, Valeria. No te preocupes, resolveremos esto juntos —dijo, antes de despedirse y colgar el teléfono.
Me sentí agradecida por el apoyo de la señora García y me dispuse a continuar con mi trabajo mientras esperaba la reunión. Sabía que aún quedaba un camino por recorrer, pero estaba lista para enfrentar cualquier desafío que se presentara.
El resto del día transcurrió con relativa normalidad, aunque mi mente estaba constantemente ocupada con pensamientos sobre la reunión y el futuro de mi carrera en la Torre de Cristal. Sin embargo, traté de mantenerme concentrada en mis tareas y confiar en que todo se resolvería de la mejor manera posible.
Finalmente, llegó el momento de la reunión. Me dirigí al despacho de la directiva con determinación, lista para enfrentar lo que viniera. Sabía que esta sería una prueba crucial, pero estaba decidida a defender mi nombre y mi carrera con todas mis fuerzas.
Al entrar en el despacho, me encontré con Alejandro y Doña Mercedes, así como con la señora García. La atmósfera era tensa, pero me mantuve firme, lista para enfrentar lo que fuera necesario para resolver la situación.
—No tengo tanto tiempo para reuniones que no sirve de nada —dijo Mercedes.
—¡Mamá Basta! —Exclamo molesto Alejandro.
—Yo digo lo que quiero, no me pueden callar —dijo Mercedes seria con voz molesta.
—Su actitud la llevo a una reunión conmigo, no sera tolerada señorita Mercedes, por mas que sea la dueña de esta Empresa, su hijo tiene razón, Basta ya —dijo en tono molesta.
La reunión comenzó con una discusión franca sobre lo ocurrido y las implicaciones de las acusaciones de Doña Mercedes. Hubo momentos de tensión y emoción, pero también hubo espacio para la reflexión y la comprensión.
—Yo no pedí reunión —dijo mercedes.
—¿Por qué piensas que la señorita Valeri y yo tuvimos sexo? —Pregunto Alejandro.
—Estabas sin camisa cuanto te vi hijo, que querías que pensara, ok lo siento, mal interprete las cosas, que quiere que diga —dijo Mercedes molesta.
—Pues no paso nada, ahora iras a decirles a todo a la oficina, que lo que dijiste era mentira, por tu culpa, Valeria casi pierde el trabajo —dijo Alejandro serio.
—Va a pedir disculpas publicas para limpiar la imagen de la señorita Valeria.
—No —dice Mercedes con tono agresivo.
—Lo harás y punto —dijo Alejandro agarrándola del brazo, la señora Mercedes se para de la silla y me mira con una mirada asesina.
Al final, se llegó a un acuerdo para abordar el asunto de manera justa y equitativa. Se establecieron medidas para garantizar un ambiente de trabajo respetuoso y se reafirmó mi posición en la empresa.
Salí de la reunión con una sensación de alivio y gratitud. Aunque sabía que aún habría desafíos por delante, me sentí fortalecida por haber defendido mi integridad y mi profesionalismo. Estaba lista para seguir adelante con determinación y confianza en mi futuro en la Torre de Cristal.
La señora Mercedes suspira y activa su micrófono.
—Todos al salón 2 ahora mismo —dijo Mercedes con tono molesto y de mala gana.
Todos se quedaron atónitos antes la llamada de la dueña de la Empresa.
la reunión seria la que salvara mi reputación y la tensión era palpable en la Torre de Cristal. Todos los empleados habían sido convocados a una reunión general en la sala de conferencias salón 2 sin previo aviso, un evento raro que generó una ola de murmullos y especulaciones. Nadie sabía exactamente de qué se trataba, pero la presencia de Alejandro y Doña Mercedes en la empresa había encendido los rumores.
Me senté en una de las sillas al fondo de la sala, tratando de mantener la calma mientras esperaba que la reunión comenzara. Mis compañeros de trabajo lanzaban miradas curiosas en mi dirección, y podía sentir la presión de sus expectativas. Finalmente, Alejandro y Doña Mercedes entraron en la sala, seguidos por la señora García. Alejandro se acercó al podio y se aclaró la garganta antes de hablar.
—Buenos días a todos. Les hemos convocado aquí hoy porque hay un asunto importante que debemos abordar —comenzó Alejandro, con una seriedad que no dejaba lugar a dudas sobre la gravedad del tema—. En las últimas semanas, han circulado ciertos rumores y acusaciones que afectan a uno de nuestros empleados, Valeria. Es fundamental para nosotros como empresa mantener un ambiente de trabajo justo y respetuoso, y por ello queremos aclarar esta situación de manera pública.
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Editado: 14.06.2024