Sophie.
Ocho meses y dos semanas eso es exactamente el periodo de mi embarazo. Tanto tiempo y muchas cosas han pasado, una de tantas es que ya la Nikki fue encarcelada o mejor dicho fue retenida por haber intentado escapar de la policía en cuanto tuvo la oportunidad.
Ese día fue algo estresante ya que no sabíamos que pasaba.
Pero bueno eso ya paso, en estos momentos nos tenemos que concentrar en nuestro bebé que en cualquier momento nacerá o bueno eso presiento, ya le he dicho a mamá que pueda que el bebé se adelante y ella solo sonrió y me dijo.
-Nena tu te adelantaste.-
-Gracias mamá no tenia que saber eso.- Le dije y rodé mis ojos
***
Es de noche cuando siento algo mojado entre mis piernas y eso solo puede significar una cosa.
-El bebé viene.-Susurre y luego recordé que Danny no esta en casa ya que mis desordenados antojos lo hicieron ir a la tienda por unas mandarinas y dulce de leche.- Oh Dios el bebé viene.
Ahora estoy hablando sola y no se si es por que mi fuente se rompió o es que ya salte a la locura.
Agarro mi teléfono de la mesita de noche y marco a Danny. Cuando repica dos veces escucho la puerta ser abierta y a Danny hablando fuerte.
-Nena, ya llegue pero si quieres algo mas dime antes de subir a la habitación.- Ven es tan atento y no se enoja.
-Necesito que me ayudes aquí arriba, mi fuente se rompió.- Escucho su pisadas y por lo que oigo viene corriendo.
-¿Que necesitas? Y ¿Por que la cama esta mojada?-A veces es tan ingenuo y es todo mio.
-Nene no te asustes, todo con calma.-Le digo mientas el solo s queda hay parado viendome.
Parecen horas lo que son solo segundos en los que espabila y entra en acción.
-MIERDA nena haz rompido fuente.-Se apresura a donde estoy y me ayuda a levantarme y a arreglarme la ropa.
Agarra mi bolso y el bolso del bebé y me ayuda a bajar las escaleras, mientras bajamos llama a sus padres y les avisa que vamos vía al hospital. Igual llama a mis padres y les dice lo mismo.
Subimos al auto y el nos lleva en un tiempo récord y de paso sin accidentes.
Cuando llegamos al hospital ya nuestros padres estaban afuera con una enfermera y una silla de ruedas todo fue demasiado rápido.
fue mas o menos así.
Baje del auto.
Subí a la silla de ruedas.
Y después al trabajo de parto.
Danny
Conté diez deditos regordetes en las manos y diez deditos gorditos en los pies, mi papá me dijo que lo hiciera y así lo hice.
Fueron cuatro horas y veinte minutos de dolores, sudor y de yo quedarme sin mi mano, pero valió la pena. Solo por ver ese pequeño rostro de bebé y la cara de felicidad de Sophie.
Fueron las cuatro horas más largas de mi vida pero valió la pena.
Un pequeño hombresito fue lo que la vida me regalo hace ya casi tres año.
Y ahora inesperadamente me regalo una princesita. El destino a veces es extraño pero como siempre inesperado. Menos mal que habíamos comprado ropita con colores pasteles, Sophie decía que no se fiaba mucho de los doctores pero bueno que se puede hacer.
Una princesa me regalo la vida y una reina. Ahora mi familia esta completa.
-Mirala Danny es tan bella y pequeña.-Me dice Sophie con nuestra hija en brazos.
-Si nena, igual que su madre.- le beso la frente a nuestra niña- ¿Que nombre le pondremos? sabes que solo pensaba en nombres de niños.
Piensa y ve a la bebé.
-Que tal si le ponemos, Danielle.-Me dice y observa a la bebé.
-DANIELLE.-Susurro y observo a mi hija.- Me gusta.
-Hola Danielle, bienvenida al mundo. No sabes cuanto te amamos papi y yo.-Le dice Soph y besa la frente de la bebé.
A veces el amor llega de maneras inesperadas y cuando llega golpea tan fuerte que te noquea pero te hace ver las estrellas las cuales te guían hacia el verdadero amor de tu vida.
Una noche fue lo que basto para que el destino me golpeara y me hiciera ver estrellas, el amor me golpe tan fuerte que no quise dejar de ver estrellas.
Ese golpe vino en la forma de una mujer de baja estatura y tímida pero a la vez feroz por las personas que ama.
Así es la vida y vale la pena vivirla, mientras te llene de golpes que te llevaran por el buen camino y hacia donde el destino quiere que estés. Con tus seres queridos y los que se conocerás en el camino. Puede ser fácil o puede ser difícil, solo tienes que vivirla.
Yo caí en el amor y nunca quiero levantarme de nuevo.
La música de mi vida es mi familia. Dos princesas y un príncipe. Que mas se puede pedir.