Danny.
Aún no logro entender en cómo hice eso, yo jamás follaba con desconocidas siempre las conocía de tiempo atrás nunca a primera vista. Pero ella me hipnotizo desde el momento en que la vi parada delante del escenario y sin saberlo ella ni yo, ya me tenía en su meñique.
Era tan pequeña y frágil, pero con ese vestido parecía toda sensual y seductora y no pude más. Pase todo el concierto viéndola detrás de la batería ella me impulsaba a presumirle que tan bien tocaba la batería, este era mi reino yo era el Rey de la batería, y ella me miró y me senti el Rey del maldito mundo con solo su mirada. No pude distinguir el color de sus ojos pero lo averiguaría de esta noche no pasaba que la conocería, podría hacer que uno de los de seguridad la escolte a ella a la discoteca donde será la after party para así conocerla mejor, vamos a ver a que lleva todo esto.
Hubo un momento en el que conectamos las miradas y fue tan profundo en hipnótico que sentí que todo a nuestro alrededor se desvaneció y solo éramos ella y yo, fue tan largo el tiempo que nos estuvimos viendo que uno de los chicos tuvo que llamarme para que iniciara la próxima canción.
Después de terminar un set completo de las canciones, el concierto termino y todos nos fuimos a los camerinos. Estuvimos compartiendo un rato con las fans, una que otra foto ustedes saben la vida de un famoso.
Después de duras casi una hora en los camerinos con las fans, nos dejaron ir porque nos teníamos que ir a la discoteca, sentía una excitación en mi cuerpo que lo único que quería era ir a la discoteca y ver si esta Pequeña Hadita estaba allá. Mis manos picaban y no era por usar tanto las baquetas de las Bateria era como si mi cuerpo estuviera inquieto por tocarla. Los chicos se dieron cuenta de mi desespero y empezaron a joderme la vida con sus bromas.
Decidimos que iríamos en mi Ranger porque era grande y tenía los vidrios polarizados nadie vería que éramos nosotros hasta bajarnos de la camioneta, obviamente los guardaespaldas venían en otro carro para cuidarnos.
Lo único que hice fue bajar de la camioneta, entrar por la puerta trasera para que nadie me molestara y entre en la discoteca. Mi mente lo único que ordenaba era buscarla ver si se encontraba aquí esperándome. Un escalofrío atravesó mi cuerpo cuando vi un vestido negro como el de ella, estaba de espaldas a mi bebiendo unos tragos de colores con su amiga. Pude ver cómo se tensaba al sentir mi mirada, Dios parecía un acosador pero lo podía apartar la mirada de su espalda, era pequeña pero aun así era perfecta, era mía, me sorprendí de mis pensamientos pero no les di importancia solo la quería en mis brazos, tenía ya mi 3trago en la mano y ni siquiera me había dado cuenta de que ya bebía porque se solo mirarla me embobado.
Ya no actuaba por mí mismo, actuaba por instinto y mi instinto me llevó hacia ella, a sacarla a bailar. La lleve a la pista puse mis manos en su pequeña cintura Dios era perfecta aún con su tamaño cabía perfectamente en mis manos, comenzamos a bailar muy pegados la canción lo ameritaba ya que era muy suave y sexy, ella miró mis labios y no sé cómo pero me estaba besando, fue tan repentino que no pude reaccionar, cuando ella se estaba alejando la agarre por la nuca y la bese. Diablos era suave y sabia delicioso aún con el alcohol mezclado tenía un sabor peculiar muy dulce. Cuando nos faltaba el aire nos separamos y yo solo pude agarrarla de la mano y llevarla afuera por la salida de emergencia donde había dejado mi camioneta estacionada y la monte en el asiento de copiloto, luego subo a mi asiento y salí rumbo al hotel, nada era planeado todo era instinto, excitacion y pasión lo que nos inundaba.
Al llegar al hotel nos subimos al ascensor y no pude resistir más y la arrincone y la bese duramente, la agarre por la cintura y la alce para que ella así enrollara sus deliciosas piernas a mi alrededor y cuando el ascensor llego a mi piso busque mi puerta y entre, la lleve a mi habitación y la tumbe en la cama. Fue todo tan apasionado estar dentro de ella se sintió el paraíso, fue tan mágico que no se cuantas veces lo hicimos solo sé que hubo un momento en el que yo estaba dentro de ella y nos quedamos dormidos.
Sentí como algo se movía y era tan suave y cómodo que solo lo abrase más fuerte era demasiado cómodo.
-Si sigues moviéndote así no te dejaré ir- Dije y mi voz fue muy ronca para mi gusto. Mi muy suave almohada hablo y dijo.
-Necesito ir al baño ¿podrías soltarme? - Escuche una pequeña pero muy adorable voz y abro los ojos y me encontré con los ojos verdes más hermosos que había visto, me recordaba a las pequeñas haditas de los cuentos que le leía a mi hermana con su tamaño parecía una.
-Te suelto pero si prometes volver a dónde estabas- Ella solo podía asentir embobada viendo mi cara, se veía tan adorable que la solté para que hiciera sus necesidades. Salto de la cama y agarro lo primero que encontró u justamente fue mi camiseta. Moría de ganas de verla en mi ropa.
No duró mucho solo cinco minutos y luego salió con mi camisa puesta y se veía hermosa, mi camiseta le llegaba a los muslos de lo pequeña que era. Volvió a la cama y a mis brazos y la acerque a mi cuerpo, encajábamos perfectamente.