Bruscamente, llevó su mano protectora hacia su vientre. Tenía el corazón acelerado y el empezó a impervertilarse.
Debía hacer un esfuerzo grande en calmarse. Dándole vueltas a esos pensamientos no llegaría a nada.
Cada pensamiento llegaba siempre a la misma conclusión. Los únicos hombres de su vida eran los empleados pues dado que por estar tanto tiempo sumergida en el trabajo no tenía vida social.
Sólo pudo haber sucedido la noche de la fiesta. Una mujer no olvidaría tan fácil una noche de pasión además había amanecido sola en la cama al día siguiente.
Cristel seguía tratando de encajar las piezas de su rompecabezas, pero ninguna encajaba.
No podía estár embarazada.
Pero lo estaba.
_ ¿Cristel, Tienes un momento?
Marlon Collins llevaba todo el día esperando la oportunidad de hablar a solas con su jefa.
Quería hablar algo importante con ella, pero no sabía cómo ni por dónde empezar.
Pero se arriesgaria.
Encontró a Cristel revisando unos papeles de inmediato dejó de revisarlo y levantó la cabeza para mirarlo a la cara.
_Claro, adelante.
_ ¿ Cuál es el problema?
_ ¿ Algún problema relacionada con un libro?
_ No, nada de eso.
Necesito decirte algo pero...
Oye ¿ Te encuentras bien ?
Ella estiró los labios una sonrisa falsa, como promesa de político en campaña.
Te podría decir que he tenido días mejores, la verdad!
Pero estoy bien no te preocupes. ¿ Dime qué querías decirme?
Nervioso tomo asiento. No sabía que en realidad que le pasaba a su jefa y si le decía la verdad o simplemente decidió mentirle.
Aunque algo debía de estar jodidamente mal porque nunca vio a Cristel krosvhel tan frágil.
Marlon la observó de pies a cabeza, aunque esta vez tenía motivo de fuerza mayor para hacerlo. El pulso se le aceleraba cada vez que Cristel lo miraba.
Parecía un niño el cual rompió un juguete sin querer y temia ser castigado.
Ha pesar de que su figura no era algo de otro mundo. Sus senos medianos, sus caderas estrechas. Aunque su forma de moverlas lo hacía volverse loco.
En realidad su rostro era su mayor atractivo, su cabello era castaño claro caía en ondas, su rostro triangular , ojos verdes , nariz perfilada y labios carnosos con un lunar en un labio la hacían ver hermosa cuando sonreía.
Normalmente Marlon contemplaba su rostro y la manera de mover sus caderas, se beso muy sexy.
Era una mujer fuerte, calidad, tenaz , integra. Cualidades que siempre había admirado de una mujer.
Su compromiso y perseverancia con sus empleados lo hacía que se sintiera más atraído hacia el.
No conocía su pasado, pues ella nunca hablaba de ello, solo cosas laboral. No mezclaba el trabajo con su vida privada.
Sin embargo su coraza había parecido romperse y parecía perturbada por algo.
No parecía tener sangre en su cuerpo el único color que resaltaba era el verde de sus ojos aquellos que parecíaba con tanta intensidad, por más que trataba de imaginar que le sucedía a Cristel no podía saber pues su expresión solia ser neutro cuando le sucedía algo.
Haz dicho qué querías hablar conmigo _ volvió a decirle Cristel.
_ si, pero esperaré éstas muy pálida.
¿Seguro te sientes bien?
¿Te sucedió algo hoy?
_ Si... Bueno... Yo...
Oh Dios mío _Cristel se hundió en la silla y se hundió en la silla y amplio su sonrisa, como si quisiera calmarlo. Estoy bien no es problema tuyo.
Tranquilo.
Pero probablemente no es el momento para tratar asuntos del trabajo, siempre y cuando no sea de suma importancia.
Marlon oyó voces el exterior de la oficina.
Los empleados podían dar por terminada la jornada laboral. El también tendría que marcharse, obviamente Cristel quería que la dejara sola.
_ Es algo personal no tienes porqué preocuparte.
En la mañana te ausentarse unas horas.
¿Tenías una cita médica?
¿Alguna mala noticia referente a la salud?
_Si, tenía una cita con el médico y te repito que no hay nada de que preocuparse.
El entendío lo que ella quizo decirle, pero vio que sus manos le temblaban y estaba palida como un papel.
_ ¿ Te ha dicho algo el médico que te ha disgustado?
_Marlon, por favor está conversación es innecesaria.
_ Ya te dije que estoy bien. Simplemente estoy embarazada!
Marlon quedó petrificado al escuchar la noticia. El corazón se le quería salir del pecho .
No estaba segurl de poder levantarse de la silla aunque se incendiera la editorial.
_Rayos, Collins. No he debido decirte nada.
Cristel jamás lo llamaría por su nombre al menos que estuviese molesta con el. Se frotó la nuca, estaba irritada por tener que decir a Marlon lo que le secedia.
_Bueno ya te he dicho lo que me sucede, debo pedirte un gran favor. Te agradecería que no le dijeras a nadie que estoy esperando un bebé. No se trata de ocultarlo, simplemente no estoy preparada para lidiar con eso.
¿Podrías hacerlo?
_ Por supuesto me llevaré esto a la tumba.
Oye! No seas exagerado de todas maneras se enteraran, pero todo a su debido momento.
Marlon quería decirle a que fue a su oficina, pero no se atrevía a decirle.
Cristel se levantó y cerró la puerta con seguro. Me temo que esto no es todo.
Hoy en día no hay nada raro que una mujer a los treinta y cinco años elija ser madre soltera. Ese no es el problema...
¿Qué, no quieres tener el bebé?
-Oh, si claro que lo quiero tener.
Por instinto Cristel llevó sus manos a su vientre. Es solo que no ha sido planeado, pero ya buscaré la forma de salir adelante con mi bebé. En realidad no creo que lo que me a preocupado sea la noticia que voy a tener un bebé. Sino la sensación de vergüenza.
¿ Vergüenza?
Ella volvió a sentarse y se frotó la cara. Se dirigió hacia el y le dijo Marlon no debes decirle esto a nadie. Bueno esta bien, tranquila. Pero ya me haz que me haz dicho lo que te pasa.