Embarazo por Venganza

Capítulo 7

Alondra se sintió un poco confundida por la conversación de su padre con ella. Bueno, Apolo habló con el que no quería casarse con Helena, le contó todo lo que pasó en su habitación. Entonces tomó una decisión y era mejor casarse con su hija menor.

 

— No… Y no… Nunca me casaré con el prometido de mi hermana. —le dijo con el corazón lleno de dolor en el pecho.

— Apolo ya no quería casarse con Helena. —su hermana había hecho algo que él no podía perdonar.

— Lo que hizo con su verdad no. No me importa, pero no, no me casaré con él ni con nadie más.

— Te daré una hora para que lo pienses, mientras busco a Helena para explicarle lo que está pasando.

— Padre… Pero yo… no puedo hacer estas cosas. Esto no está bien.

— Lo harás por el honor de la familia, a tu hermana le falta ese honor.

— Padre…

 

Alondra se quedó en la biblioteca mientras su padre fue a buscar a su hermana. Sirus no pudo entender, que su hija mayor, Helena, había traicionado a Apolo. Y el mismo lo confrontó y le explicó lo que su hija había hecho en su propia casa, y la traición con su propio amigo. Sirus estaba furioso por lo que había hecho su hija. Alondra salió de la biblioteca con lágrimas en los ojos, por lo que su padre planeaba hacerles a ella y a su hermana.

Alondra había seguido a su padre, pero cuando vio a su amigo prefirió hablar con él antes de ir detrás su padre. Entonces fue a buscar a Eulices y fueron a la terraza de la mansión para contarle lo que había pasado.

 

— Que tu padre planea hacer eso.

— Quiere que sea yo quien se case con el prometido de mi hermana.

— Por el amor de Dios, mi niña, qué le pasa, tu padre está loco entonces, ¿cómo lo hará? Él está enfermo.

— Eulices, no sé qué hacer, ya sabes como es papá y la verdad no sé qué pasó entre mi hermana y el tal Apolo.

— Tienes que esperar a que tu hermana aparezca y explique lo que está pasando.

— No lo sé Eulices, creo que Apolo descubrió a Helena en algo, recuerdo haberlo visto en el pasillo de las habitaciones de arriba y estaba buscando el baño. —en ese momento, Alondra recordó su primer encuentro con su hermana y un hombre en la cama de ella. — No quiero pensar que su prometido la vio en el dormitorio con otro hombre.

— ¿Por qué dices eso Alondra?

— Porque cuando regresé de mi viaje, vi a Helena en la habitación con un hombre y ella no estaba jugando.

— Wow Alondra, estás siendo sarcástica, y si es así, entonces tu hermana está en una situación muy difícil, porque Apolo Chistos es uno de los hombres más poderosos de Grecia y podría, Y es un tiburón en los negocios, pero terrible cuando está lleno de odio.

— Espero que papá hable con Helena y ella hable con su prometido y regresen.

— Te dije Alondra Apolo es un hombre tenas, no le gusta que lo traicionen.

— Pero casarse conmigo no es la mejor solución. —dijo Alondra sonrojada.

— Será mejor que busques a tu hermana y veas qué pasó allí.

 

Los vio salir al jardín, desde la terraza. Su padre, que hablaba con Hermana, junto a él estaba el hombre que vio a Alondra por primera vez. Su padre estaba discutiendo con ella cuando se acercó un poco más para escuchar lo que dicen.

 

— Te dije mil veces que tuvieras cuidado, Apolo lo sabe todo.

— Quién le dijo eso a Apolo, probablemente la estúpida Alondra.

— Fíjate que Alondra no fue, el propio Apolo los vio a los dos en tu habitación. —Helena palideció y miró a Renzo.

— No sé qué decirle Helena. Entonces será mejor que te vayas de casa antes de que haga algo contra ti, hija.

— Papá, pero me voy a casar con él, soy su prometida, todo el mundo lo sabe.

— Lo siento, hija mía, pero Alondra se va a casar con Apolo. Es mejor que desaparezca un rato después de que la cosa se calme, habla con él.

— Pero papá tendrá todos los lujos Alondra.

— Vamos, Helena, es mejor que hoy te vayas de casa. Todo está en mis manos ahora.

— Está bien papá, lo haré, es mejor, como dices, Alondra se casa con él y al tiempo hablo con él.

— Así está mejor, hija mía.

 

Renzo, que estaba allí, se sorprendió al ver a la hermana de Helena, en el jardín, escuchando todo lo que ella y su padre decían. Esto lo sorprendió a todos que se dieron vuelta y Sirus vio a su hija Alondra allí. La tomó del brazo y entró en la casa. Mientras, Helena y Renzo entraban por la cocina para que Apolo no la viera. Cuando Sirus entró al salón de baile, animó a los invitados a escuchar a su hija tocar el piano.

 

 

— Vamos Alondra, toca el piano. —le dijo su padre delante de toda la gente.




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