Embriagame con tu amor

Capítulo 10

Mariane fue ingresada de emergencia, debían detener la hemorragia que sufría. Por surte su lesión no fue mortal.

Mis pulmones se llenaron nuevamente de aire. Michael estaba asustado y furioso. Mi padre hablaba al teléfono con los policías. Estaba investigando todo acerca de Maximiliano. Porque no planeaba dejar que saliera impune. Mi padre se estaba reformando sí. Pero si te metías con sus hijas, él era un maldito bastardo de vuelta.

Cuando mi hermana salió de cirugía después de treinta minutos, detuvieron la hemorragia y suturaron su herida. Dos horas después, que despertó de la anestesia Michael le miraba con alivio, porque por un momento creyó que perdería a la mujer de su vida.

Este envolvió sus manos a su alrededor sin lastimar su herida, y planto besos por todo su rostro. Diciéndole a través del afecto que estaba ahí junto a ella.

—¿Amor me dejas un momento con Amber?

Dijo al separarse de sus labios. Este le dio un último y fugaz beso. Antes de retirarse de la habitación.

Ella me miro con lastima y un poco más al fondo de sus vivaces ojos marrón, había furia. Pero no hacia mí.

—¿Él te amenazo Amber? ¿Te llego a lastimar de alguna manera antes?

Niego mientras lagrimas gruesas se derraman por mi rostro. Toda la angustia y dolor que había retenido dentro se desbordaba. Sintiendo mi libertad de nuevo.

—No, solo me obligo a permanecer cerca de él. El, me fotografió desnuda, nunca estuve con él, fue con David. Él nos espío y me chantajeo con hacerlo público.

—Amber como lo lamento, ese idiota. ¿Se lo dijiste a David?

—No, eso ponía en peligro de igual forma su imagen. No quería involucrarlo en mi problema.

—Ven aquí pequeña, no puedo creer que soportaste estas semanas a su lado de esa manera.

Elevo sus brazos y me jalo a su costado. Me acurruque a su lado, en la cama, del lado que no estaba lastimada. El medico entro para revisar sus signos vitales y su estado de conciencia.

—Señorita Wilson, por fortuna la herida no perforo ningún órgano, fue superficial, sus bebes están a salvo.

En ese momento tanto Mariane como yo dejamos de respirar. ¿Sus bebes? ¿Ella estaba embarazada?

Giro mi rostro en su dirección y ella me mira igual de asombrada. Vuelvo a llorar esta vez de alegría, seria tía. Tía.

Salgo corriendo de la habitación en busca de Michael. Este me mira curioso por mi repentina emoción.

—El doctor necesita hablar algo importante.

Señalo con mi cabeza la habitación y este entra de inmediato. Estoy rebozando de alegría por mi hermana. Un momento el doctor dijo bebes ¿Tendría gemelos?

Michael sale pálido de la habitación. Si serian gemelos sin duda.

—¿Qué paso Michael? ¿Mi hija se encuentra en estado de gravedad?

Cuestiono mi padre, al ver su conmoción.

—No ella está bien, el doctor acaba de informarme que, vamos a ser padres. Tendrá gemelos.

Susurro el con voz temblorosa.

Mi padre estaba en shock, pero su rostro se ilumino de inmediato y sin verlo venir. Toma entre sus brazos a Michael. Si a ese que tanto renegaba.

—Felicidades muchacho. Lamento todo el daño que provoque en sus vidas, la codicia me tenía cegado. Pero ahora puedo reconocer el gran hombre que consiguió mi hija, gracias por esta maravillosa noticia Michael.

Ni Anna, ni Michael. Mucho menos yo, esperábamos esas palabras de mi padre. Aunque el día había iniciado mal. El desenlace era dulce. La familia estaba creciendo.

  Maximiliano estaba arrestado con los cargos de chantaje, agresión premeditada y propagación de fotografías intimas sin consentimiento.

Andrew se había ofrecido a representarme legalmente. Justo ahora investigaba a fondo quien era en realidad Maximiliano. Porque quizás era mas que un exnovio psicópata.

Mi madre Anna me sostiene en sus brazos, mientras el llanto que salía de mí. Había soportado semanas de manipulación, deje ir por segunda vez al hombre que amaba. Tal vez me había librado de Max, pero no estaba segura de que David escuchara mi explicación.

Y llore por eso, por como cuando creí que sería feliz con el hombre que amaba, ese maldito loco lo arruino todo.

Habían pasado un par de semanas después de esa locura de graduación que tuve, los planes de boda de Mariane se habían adelantado, mi madre Anna no deseaba que nadie hablara mal sobre su hija adoptiva, así que se puso manos a la obra y planeo cada detalle de la recepción y fiesta. Dejando que Mariane se recuperara de su herida. La madre biológica de Mariane, Mónica Layne también estaba a cargo de todo.  Esas dos mujeres eran completamente opuestas, pero se llevaban bien. Se podría decir que eran amigas. Una nunca entendió a mi padre, y la otra hizo que cambiara su lado egoísta creando un matrimonio lleno de lealtad y amistad. Admiraba a mi madre Anna, mi padre durante años fue un ser humano horrible, aunque con ella nunca fue abusivo en ningún sentido, si demostraba su lado machista. Pero ella aprendió a ponerle limites y el sabia las consecuencias si cruzaba la línea.

Estaba en casa de mis padres, después de todo lo que me había sucedido no estaba lista para vivir sola. Aunque no recibía ninguna remuneración económica por mi sanción temporal. Adrián Levin mi compañero de oficina, me pedía apoyo por correo para revisar y aceptar lo casos. Alegando que Andrew había salido de la ciudad por asuntos personales y estaban saturados de trabajo. Por suerte para mi me daba una compensación por mi ayuda.

Dinero que gastaba en comida chatarra porque mi depresión había regresado. David no tomaba ninguna de mis llamadas. Seguro creía que había jugado con sus sentimientos.

Una noche cualquiera mi tristeza se remplazó por esperanza. Pues Lisa Eastwood me llamo, solicitando mis servicios de representación legal. El motivo estaba divorciándose. Me entristecía y asombraba la noticia. Ellos eran un matrimonio de años, feliz y amoroso.

Pero las explicaciones me las daría en persona. Así que tomé el primer vuelo que encontré a Washington. Con la esperanza en mente de recuperar a David.




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