Capítulo 12

Punto de vista desconocido. 

Años atrás, encontré una carta de mi madre, ella la escribió para mi padre, fechada dos años después de mi nacimiento, aunque nunca la envió, y solo escribir sus iniciales al dirigirse a el, me dediqué a investigarlo, había pasado mucho tiempo, tarde demasiado en descubrir quién era él.

Pero nunca espere que fuese un importante empresario, conocido como Dominik Roux.

—¿Entonces Lisa Eastwood pregunto por mí?

Murmuré a través de la línea telefónica, con mi investigador privado Sebastián Bustillo.

—Así es, no le di ningún dato sobre ti, pero si confirmé tu existencia.

Mi madre no entrego esa carta porque, el hombre del que seguía enamorada, ya estaba casado y con una mujer en un embarazo muy avanzado. Solo imagino el dolor que experimento mi madre.

—Muy bien, gracias por informarme

No estaba listo para acercarme a la familia de Dominik Roux.

—También el Sr. Roux está investigando, puede que pronto descubran quién eres.

—Bueno, hasta que llegue ese momento, tengo tiempo para prepararme.

—Si averiguas alguna cosa más, házmelo saber.

Colgué la llamada. Sentía la furia correr por mi sangre, más de veinte años han pasado y recién mi padre conocía mi existencia. Y no era del todo su culpa, mi abuelo al que nunca conocí, le pidió a mi madre alejarse de Dominik, entonces, aunque ella lo amaba lo dejo.

Ella sabía que él era un chico de familia, además de que le entusiasmaba la idea de algún día liderar industrias Roux. Así que, pensando en la felicidad de ese hombre se alejó de él, meses después se enteró de su embarazo, pero jamas se lo dijo. Ahora él sabía que intentaba encontrarlo. Pero yo no deseaba conocerlo aún. Solo saber quién era él. Ver si merecía la pena reunirme con él, algún día.

Ver las fotografían en línea sobre sus eventos benéficos, mirando amorosamente a su esposa y con orgullo a su hijo David, me afectaba en diferentes maneras, sentía el dolor y el enojo dentro de mí. David tenia los ojos verdes de su madre, pero sus facciones eran similares a las de Dominik, justo como las mías, pero a diferencia suya también tenia su color de ojos, un azul profundo lleno de determinación.

Al recordar mi infancia siento un dolor de cabeza agudo, todos esos compañeros de clase que se burlaban de mí, solo por no tener un padre.

Mi madre Marie, nunca culpo a mi padre ni mi abuelo, porque, aunque fue presionada a esa decisión, ella lo acepto. Odiaba a mi supuesto abuelo por eso, con ella nunca sentí resentimiento, pero me hubiese ahorrado años de sufrimiento el tener una figura paterna. Pero supongo que en su corazón nunca logro olvidarse de Dominik.

Jamás conecté con los chicos de mi entorno, me volví una persona cerrada, por amargas experiencias en mi vida, sabía que cuando dejas a las personas acercarse demasiado, estas siempre ven tus debilidades y te lastiman.

 Tampoco tenía el tiempo suficiente para una vida social, entre la escuela y los múltiples trabajos de medio tiempo que realizaba, para ayudar a mi madre con los gastos y sus quimioterapias contra el cáncer. Ella enfermo cuando yo tenía dieciséis. Aun me afecta recordar esos momentos.

Eventualmente ingresé a la universidad, hasta ese momento era un chico solitario, pero ahí conocí a mi mejor amigo, la persona más amable del mundo.

El estudio administración, yo preferí el campo de leyes. No solo se convirtió en mi mejor amigo, era mi compañero de aventuras y de conquistas. Hasta que se enamoró por completo. Creo que hubiese llegado virgen a los cuarenta de no ser por él, me enseño todo lo necesario para ser un casanova, aunque claro, nunca nos besamos. No somos ese tipo de chicos.

Formamos un lazo de hermandad.

Él era hijo único igual que yo, en nuestros veinte no había nada que nos limitara el mundo, rememorando cada momento crucial de nuestras vidas, todo el camino que recorrimos y las heridas del pasado con las que cargábamos, puedo decir que la vida continua incluso mejor de como soñábamos.

 Me convertí en el dueño de un despacho de abogados, que en la actualidad era el mejor de la ciudad. Mi mejor amigo Michael Turner era un reconocido gerente en una compañía global. Estaba muy orgulloso y agradecido con él. Su familia fue mi segundo hogar, siempre me recibieron con los brazos abiertos. Quien diría que precisamente el me acercaría a encontrar a mi padre. Porque esa empresa importante para la que trabajaba, era industrias Roux.

Gracias por leer, no olvides dejar tu comentario si te esta gustando el libro. ¿Ya tienen idea de quien es el hijo de Dominik?