Embriagame con tu amor

Capítulo 14

Esa mañana las sábanas se habían pegado a mí, desde ese día en que bese a David, él se acercaba a mi lado todas las noches. Me besaba con ferocidad y deseo. Podía recordar la textura de sus manos firmes en cada parte blanda de mi ser. Y sus suaves besos en mi cuello y pecho. Provocando que suspiros de gozo salieran de mi boca. Quería quedarme en esa burbuja, en la que él era mío y yo suya. En donde nos pertenecíamos, el mundo pasaba a segundo plano y todo se sentía perfecto. Pero esas solo eran las fantasías de mis sueños.

La realidad era que, mi tarea como investigador privado, había fracasado. Después de intentar encontrar a esa mujer durante una semana, me di por vencida. Pero el divorcio continuaba en proceso.

David huía cada mañana evitándome. Pero había encontrado la manera de permanecer cerca suyo. Acompañándolo en cada tarea que realizaba. Desde llevar el heno al granero hasta recoger estiércol lo cual dejo manchas desagradables en mis camisetas de channel, sin olvidar el ordeñar a clara, la vaca de la familia. Pero toda mi ropa y zapatos de marca quedaban en segundo plano, porque estaba luchando por el amor de mi vida.

Mis manos finas y delicadas estaban rasposas resultado de mi arduo esfuerzo.

Aunque David me prefería a kilómetros de distancia, no podía alejarme, además su madre apoyo mi treta, con la excusa de que Javier el capataz estaba de vacaciones.

Cosa que era medio cierta, Lisa Eastwood le llamo una noche antes para avisarle que tenía vacaciones por tres semanas, tenía tres semanas para convencer a David de lo mucho que lo amaba. Y que nuestro destino era estar juntos.

Si la Amber Wilson de hace un año se viese en este momento, estaría avergonzada o burlándose de si misma, porque en definitiva no imaginaba el hecho de que terminaría irremediablemente enamorada de David Roux, además de que nada sería tan fácil como era de imaginar al ser mejores amigos, esto estaba resultando en un completo fracaso. Pero esta Amber no solo esta perdidamente enamorada, es testaruda y no importa el tiempo que me tome, sé que el corazón de David aun alberga sentimientos por mí.

Me puses las botas de trabajo que Lisa me compro, junto con unos vaqueros a la cadera. Y una camiseta ceñida que dejaba relucir mi cintura. Mi cabellera dorada, era retenida con una pinza. Lucia sencilla y hermosa. Como siempre.

Baje con entusiasmo las escaleras de la hacienda, rumbo al comedor. Pero risas desconocidas resonaban en las paredes. Con una sensación de curiosidad me acerque al lugar.

Una hermosa morena, de piel tostada por el sol del campo, con mejores curvas que las mías, pero ropa desaliñada, reía junto a David y sus padres. ¿Quién diablos era esa? Suficientes celos tuve con Alina, que, había resultado ser familiar de David, deseaba que esta chica también lo fuera. Pero ese brillo en sus ojos al mirar a mi David me alarmaba de sobre manera.

—Buenos días.

Dije con voz melosa dando mi mejor sonrisa, para evitar parecer una demente. Pero quizás sonreía demasiado.

—Hola cariño, el desayuno esta listo.

Dijo como siempre la dulce voz de Lisa.

—Gracias.

Con mi radar de celos encendido me senté junto a David, tal vez el me odiaba, pero aun lograba ponerlo nervioso.

—Permíteme presentarte a Jackelin Valencia la hermana de Javier.

Javier estaba de vacaciones ¿porque estaba ella aquí? Aun con mi desagrado, sonreí con amabilidad a la morena, porque si era una loca celosa, pero no una grosera.

—Es un gusto Jackelin, soy Amber.

Dije estrechando su mano.

—Claro, te reconocí al instante, mi hermano no dejo de hablar de ti esta semana, dice que eres tan hermosa como un ángel.

Mis mejillas se ruborizaron al ser consciente de esa información, Javier me creía atractiva, no es que me interesara ese muchacho, pero él era agradable.

No planeaba utilizarlo para darle celos a David, pero quizás podía fingir un poco de interés con su hermana, solo para inquietar a David.

—Vaya no tenía ni idea de que el pensaba eso sobre mí.

Era de esperar, soy Amber Wilson, hermosa, inteligente, en cualquier sitio al que voy, destrozo corazones.

David tenia los labios presionados con firmeza y sus manos en un puño sobre la barra, lucia, tenso.

Si, ¿solo así se te borro la sonrisa coqueta que le dedicabas a Jackelin no? Maldito gigolo.

—Si, espera con ansias regresar a la hacienda, las vacaciones no son lo suyo y bueno, solo venía a ofrecer una de las tartas que prepara nuestra abuela, ya eh terminado mi venta del día.

Se despidió sonriendo amablemente a todos por igual. Ella me agradaba, era amable e inocente, no creía que fuese un peligro para mi relación con David.

—Jacki, espera ¿te gustaría pasear a caballo por los viñedos esta tarde?

Mi corazón se encogió ¿Por qué me hacía esto?

Ella lo miro confundida y curiosa. Pero asintió aceptando su oferta.

Bien si así quieres jugar, David, prepárate para la guerra.




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