Emily

CAPÍTULO 44.

Allen…

Pensar en su nombre dolía.

¿Cómo la persona en la que más confiaba me había engañado? ¿Cómo alguien que parecía ser el hombre más maravilloso que había pisado esta tierra era nada más y nada menos que un perfecto actor que sólo me utilizó?

Oprimí aún más la alianza entre mis manos, ocultando la rabia en una pequeña acción que parecía diminuta ante el remolino de emociones que corría por todo mi torrente sanguíneo. Tammy se encontraba detrás de mí, cepillando mi cabello con delicadeza, tenía al menos dos horas que nos encontrábamos en silencio, en la misma posición, ella sentada sobre la cama y yo, con la cabeza gacha mientras recargaba mi espalda contra ésta.

Después de salir huyendo de la comisaría, divagué por el parte, pensando y pensando en todas las palabras que me había dicho Allen, recordando desde el primer momento en que le conocí hasta esas últimas palabras que parlé con recelo. Él se había ganado esa peor faceta de mí al mentirme y sin embargo, no podía quitarme ese agudo dolor en el pecho cada vez que la imagen de su rostro descuajado cruzaba por mi mente.

— Audri — murmuró Tammy a mi oído con voz queda. Levanté la cabeza en su dirección, encontrándome con esas pupilas oscuras que eran capaces de mostrar la preocupación que tenía por mí —. ¿Quieres hablar de lo que pasó?

Respiré hondo.

¿Cómo decirle que en unas cuantas horas mi vida se volvió una trifulca de sentimientos negativos? Ezra se había llevado a Emily a mi costa; el chico del que estaba enamorada sólo era un impostor. ¿Cómo describirle todos esos sentimientos oscuros que apagaban toda esa vibra que me iluminaba?

Un nudo se formó en mi garganta al volver a ese específico momento en que Ezra tomó a mi hija en brazos y la miró con tanta indiferencia que me hacía creer que no era humano.

¿Dónde está Emily? ¿Dónde está Emily?

— Se la llevaron — no era mi voz, era la de otra chica que estaba rota, que era un títere de una mala obra, no era mía, no lo era —. Se llevaron a mi hija.

Un hipido escapó de mis labios antes de que la lágrimas volviesen a salir. ¿Cuándo pararía la agonía, ese picor a la altura del corazón que parecía hacerse cada vez más grande? Aún no entendía cómo era que me mantenía en pie, cómo era capaz de hablar cuando el mundo se me estaba cayendo de a poco.

¿Dónde está Emily? ¿Dónde está Emily?

Tammy me rodeó con su brazo, protegiéndome de esa sensación de pesar que nadie, hasta ahora, ahora había podido sanar. Dejé caer la cabeza en su hombro, intentando disminuir el sonido de mis lloriqueos que provenían de la parte rota que me conformaba, que estaba en lo más hondo y profundo de mí.

— ¿Fuiste a la policía? — preguntó en un susurro. Gimoteé.

— Declaré con el especialista en secuestros — mis labios temblaron, apreté mi agarre al brazo de Tammy —. Fue lo peor que haya hecho. Me engañó, él me engañó… me utilizó.

Mis uñas se enterraron en la piel suave de su brazo y mis dientes se apretaron hasta el punto que sentí que se rompían. Mi cuerpo entero reaccionó ante esas pequeñas emociones que me dominaron por completo.

¿Por qué no simplemente acababa? ¿Por qué no simplemente todo se volvía negro? Quería dormir y no despertar nunca, quería escapar de esa pesadilla que se asentó en mi vida en un dos por tres. ¿Cómo era posible que de la nada mi vida se convirtiese en una anécdota de libro que parecía no tener solución?

Ezra tenía mi hija a su merced, no sabía nada de ella, no tenía una mínima idea de qué podía pensaría hacerle él a mi hija. Pensar en cualquiera de los planos que aparecían en mi mente me alteraba, era obvio que Ezra no quería ni un poco a Emily, que no tenía ni el más mínimo remordimiento al ver esa carita de ángel que le caracterizaba. ¿Mi pequeña estaría bien? ¿Estaría llorando? ¿Había comido?

Miles de preguntas rondaban por mi cabeza, ¿Dónde estaba? ¿En qué condiciones se encontraba? ¿Emily me buscaría?

Mi nariz moqueó ante el llanto que parecía no cesar. Tammy se miraba preocupada; sus delicadas manos acariciaban mi cabello, su abrazo se volvía aún más fuerte.



#4928 en Novela romántica

En el texto hay: ballet, drama, amor

Editado: 03.09.2020

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