Emma Robles. Una brecha entre mundos.

El mensaje.

Ya eran las 8 de la noche. El día se me había pasado volando entre la novedad del campamento de verano y mi ansiedad por terminar la última temporada de Sabrina. Me levanté de la cama, apagué el televisor y tomé el celular para buscar la receta de algún poste. Tenía muchas ganas de comer algo dulce.

Me encontré con una nueva notificación de what´s up. Un número no agendado me había enviado un mensaje.

Hola. Buenos días Srta. Oliva.

Quisiera saber a qué hora teníamos el check-in del hotel.

 Desde ya, muchas gracias.  Atte Eric Jordan.

Fruncí el ceño. “¿¿QUE??”. Mi cabeza daba vueltas. No estaba entendiendo nada. Eric Jordan era el nombre completo del cantante principal de Free Dragons, pero él era norteamericano, no hablaba español y además no vendrían a la Argentina hasta por lo menos dentro de dos semanas. “¿Acaso sería posible que…?” Sacudí la cabeza. Imposible. “Es imposible que este sujeto que quiere comunicarse con la Srta. Oliva sea Eric, MI Eric. Debería responderle que se había confundido de número telefónico y listo” Mi mente daba órdenes pero mi corazón buscaba otra salida.

Estaba a punto de teclear la respuesta hasta que se me ocurrió observar su foto de perfil. La misma se trataba de la imagen de la espalda de un muchacho, con gorra y mochila de viajero, que se hallaba observando la fachada de la torre del Big Bang de Londres. Era imposible identificar si ese joven era o no  MI Eric Jordan a través de esa imagen.

Suspiré. Debía confesarle mi identidad aunque mi corazón me cantara a gritos que no lo hiciera porque dejaría de hablarme. Me encogí de hombros. “¿Cuáles eran las posibilidades de que el cantante de mi banda favorita se comunicara conmigo por error? 0%. Listo” Debía de ser otro sujeto con el mismo nombre. Tal vez es otro norteamericano que vino a conocer Rosario. Y que además supiera español. Tal vez, sólo tal vez ese sea un nombre demasiado común en su país…

Lo siento, pero no soy la persona que buscas. Mi nombre es Emma Robles ¿Estás buscando hospedarte en Rosario? Tal vez podría ayudarte.

Me temblaban las manos y hasta sudé de los nervios al mandarle ese mensaje. Rogaba que su respuesta me abriera camino a poder hacerle preguntas sobre su identidad.

Mucho gusto Srta. Robles. Mi nombre como lo mencioné con anterioridad es Eric Jordan. Me halaga con su amabilidad.

Mi corazón no paraba de dar vuelcos dentro de mi pecho.

-Disculpa mi intromisión, pero ¿Te llamas igual que un cantante famoso?

-El mismo habla.

Sentí mi cuerpo flaquear y mi pulso comenzó a detenerse. Como mecanismo de defensa me quedé paralizada. Casi me desmayo. No podía reaccionar. Mi mente quedó en pausa por unos segundos que me parecieron interminables “¿Qué hago? ¿Qué le digo? ¡Tengo mucho miedo de ahuyentarlo!”.

De repente sentí un baldazo de agua fría por mi cuerpo y fruncí el ceño. Tal vez era mentira. Tal vez se trataba de un farsante. Mi respiración volvió a fluir con normalidad pero mi humor había cambiado por completo. Estaba enojada. Con estas cosas no se bromeaban. Pero antes de que pudiera responderle, me envió:

-Ya no grites :)

Aquello me hizo reir. Decidí seguirle el juego.

-¿Cómo puedes estar tan seguro de ello si no me puedes ver?

- Te estoy imaginando.

Eso me dio pie para preguntarle lo siguiente. Aunque me ruboricé al instante.

-¿Me imaginas linda o fea?

-No puedo responder aquello. Solo imagino a una chica gritando. No logro imaginar su rostro.

No tenía idea de qué responderle, así que le escribí:

-Pues... no te creo. No creo que seas Eric Jordan de Free Dragons ¿Cómo es que sabes hablar tan bien español?

-Lo aprendí en el secundario. Además, mi música favorita es en español. ¿Sigues con dudas, verdad?- Preguntó nuevamente al ver que no obtenía respuesta.- ¿Quieres hacer una video llamada?

Entré en pánico. PÁNICO TOTAL.  Abrí mis ojos como platos. No estaba preparada para esto. Mi aspecto estaba horrible, toda desprolija. Incluso si no se tratara del mismo Eric Jordan, no haría una video llamada con nadie en estos momentos.

-No puedo ahora. No estoy en condiciones. Pero mañana podría hacer una video llamada si estás disponible.

- De acuerdo. Hasta mañana Srta. Desconfiada. Un placer conocerla.

Y se desconectó.

Mi cabeza daba vueltas. Nunca dejó de hacerlo en realidad, pero ahora la adrenalina estaba abandonando mi cuerpo y se sentía con más intensidad.

¿Qué clase de broma me estaba jugando el destino? ¿O tal vez era un desconocido al que le gustaba tomar por tontas a las fans de Free Dragons? Todavía no descartaba esa teoría. Ni la descartaría hasta que no lo viera con mis propios ojos por video llamada. Ansiaba verlo. Necesitaba corroborar que se trataba del mismo Eric Jordan que me quitaba el aliento con cada una de sus melodías.




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