«Kendall, despierta»
Su imagen es borrosa, pero su silueta no es la misma. No es ella.
—Kendall, ve a casa.
—Gracias Alan.
Tome mis cosas, me dirijo al elevador. Aún confundido ¿cuanto tiempo dormí? Supongo que el suficiente como para que la oficina esté casi vacía, al encender mi teléfono veo un mensaje de Emmy:
“Kendall, ¿sigues trabajando?” Seguido de un “supongo que si”.
Es tarde para llamarla, quizá se fue con Kered, no sería extraño, tampoco una coincidencia. Después de todo ese tonto tiene un auto, es su vecino y quizá ya es su amigo. En la mañana se llevaban bien y ahora "mejor". Iría directo a casa pero la frustración me causó hambre, me desvíe solo un poco del camino.
Al único restaurante que está abierto casi a media noche, un lugar también concurrido por Emmy. Quizá me sienta menos solo aquí o simplemente peor.
Este sería el momento justo donde Emmy diría: «Eres mi mejor amigo» y yo le diria «Lo sé»
Son solo palabras y una chica, no hay necesidad de una bala para matar de tal forma a un hombre.
—Señor, cortesía de la casa.
—¿Pastel?
—Usted es un cliente habitual, señor. Veo que hoy no vino con su amiga. —Haciendo referencia al lugar vacío. —La tarjeta es para usted y el pastel para su amiga.
Aquel joven dejó sobre la mesa aquel pastel y una pequeña tarjeta:
“Es imposible", dijo el orgullo.
“Es arriesgado” dijo la experiencia.
“No tiene sentido”, dijo la razón.
"Inténtalo", susurro él corazón.
"Inténtalo", es verdad no puedo darme por vencido. Kered no es nada.
...
Es tarde pero aún están las luces de departamento encendidas. ¡Esta despierta! Recoji el pastel, subí los escalones y antes de llamar a la puerta tomé suficiente aire.
Uno, dos y tres... No hubo respuesta, ¿se quedaría dormida?
Llame al teléfono, una y otra vez. Tampoco hubo respuesta, podría haber pasado algo malo y preocuparme de más, pero ella podría estar durmiendo y su teléfono en silencio. Nuevamente cruze los escalones, al bajar sentí una leve curiosidad ¿Estará Kered en casa?
—No, eso no importa.
Pero no pierdo nada, solo espiare por la ventana, con suerte esta no está cerrada. A unos centímetros de distancia lo noté, él está en casa. Las luces iluminan vagamente al exterior, sólo bastaron unos pasos para estar frente a la ventana, frente a una escena que ahora deseo no ver... En un instante abrí los ojos, pero también entendí que...
—Ella está...está bien sin mi.
Surgió la tristeza en mi, las lágrimas también pidieron ser libres. Me invadió un dolor silencioso, un dolor que significa derrota.
«Él tocó sus labios» Lo hizo de tal forma que parecía un lienzo precioso uno que él dibujo, ambos se observaron sus ojos, reflejaron aceptación, deseo...
Lentamente sus manos se hundieron en su cabello mientras se besaban.
Eran como una obra de arte en una galería, puedes ver pero no tocar, pensar pero simplemente no puedes expresar, un lugar donde el silencio es mejor. Donde los sentimientos salen a flote. Al final te das media vuelta y te alejas de allí, solo eres un espectador para el arte.
—No soy nada en realidad. Solo su mejor amigo «Nada más» —¿Intentarlo? Lo único que intentaré será separarlos.
...
—¡Tonto! ¡Tonto! ¡Tonto! —Ante aquel beso forzado Emmy golpeo vez tras vez el pecho de Kered. El robo algo preciado para ella, algo que estaba guardando para la persona que ama en secreto, "su primer beso".
Kered no sabía la importancia de los reproches de la chica. Era la primera vez que alguien se quejaba por un beso, que lo culpaba, un beso que fue desagrable.
—Lo siento.
—¿Lo sientes? No sabes nada
Emmy salió corriendo de allí, con lágrimas en los ojos. Llegó hasta la puerta de su hogar para ver frente a la puerta un pastel acompañado de una nota: "¿Sus labios eran dulces?".
Sobre el papel cayeron lágrimas,las letras no necesitan una firma de su autor, era evidente Kendall estuvo allí.
No había forma de saber si era una nota alegre o una sarcástica, sea como fuera la respuesta su corazón no podía evitar sentir dolor.
Si era una nota amigable significaria que ella no es más que una amiga para él. Y si se trabataba de una nota sarcástica sería una forma de decir «Disfrutaste romperme el corazón»
De cualquier forma son dos corazones confundidos,malinterpretados.
...
La mañana siguiente fue peor:
Kered no sentía arrepentimiento. Un beso es un beso lo ha robado y no puede cambiar nada, aun si pudiera él no lo haría.
Kendall por su parte se sentía incómodo, tenía resentimiento y por supuesto tristeza.
Emmy simplemente no sabía que pensar que sentir. No sabía que decir. Aclarar las cosas sería difícil, alejar a Kered y acercar a Kendall. No sabía que haría pero a como de lugar tenía que aclarar sus sentimientos, y entender tanto a Kered como Kendall.
Ambos tenían sus razones, Kendall necesitaba una explicación. Aunque quizá prefiera no escucharla por miedo a creer que Emmy ama a Kered. Ahora incluso cuando se cruzaron miradas por la mañana por primera vez se ignoraron.
Hasta que Emmy rompió el hielo.
—Kendall, espera.
Kendall se detuvo quedando de espaldas. Prefería no darle la cara por ahora.
Él define a su mismo como alguien sensible. Aún así cuando sea necesario se tragara los sentimientos amargos dejando ver a un hombre frío.
La ventana del alma son los ojos, dicen que estos no mienten pero aquellos ojos de gato se mantendran neutrales endureciendo las lágrimas.
—Kendall, mírame.
Emmy busco la mirada de Kendall, lo que implicó dar dos pasos al frente. Sus miradas se encontraron, pero para Emmy era muy intimidante. A pesar de que ella conocía sus ojos, ahora parecían totalmente desconocidos, ella fue la primera en desviar la vista al suelo.
Un silencio se hizo presente, casi eterno. Kendall se estaba impacientando y Emmy sólo jugaba con sus manos.