El miedo puede tener consecuencias
negativas. Este puede llegar a
paralizarnos emocionalmente,
nos puede bloquear mentalmente,
limitando nuestra capacidad de
disfrutar nuestra vida plenamente.
En la parte física podría afectar
el ritmo cardíaco y liberación
de hormonas como cortisol
y adrenalina, esto puede causarte
ansiedades destructivas creando
enfermedades físicas.