Capítulo 5

-Hijo ya nos vamos, tienes los números de nuestros celulares cualquier cosa nos llamas.

-Lo sé papá, me voy a portar bien mientras no estén. Quiero que aprovechen el viaje y se relajen. 

-Muchas gracias hijo, cuídate mucho en nuestra ausencia, te voy a extrañar.

-Madre tu más que nadie se merece un tiempo fuera de casa para descansar, me cuidas constantemente y se que lo haces porque me quieres. Pero no es justo que estés siempre atada a mi y no hagas tu vida.

-Hijo siempre estaré a tu lado y para mi no hay nada más importante que cuidarte.

Miriam

No puedo seguir hablando, abrazo a mi hijo para luego salir de su habitación. Cuando llegamos abajo esta Diana esperando para saludarnos.

-Señores Spector deseo que tengan un buen viaje y no se preocupen que su hijo estará muy bien.

-Muchas gracias Diana. Si nos necesitas por algo nuestros números están pegados en la heladera junto que el doctor que atiende a Paul.

Diana

Los veo subir al taxi que los llevará al aeropuerto, cierro muy bien la puerta para dirigirme a acomodar mis cosas en mi habitación. Me lleva bastante tiempo organizar todo, cuando termino voy a preparar la cena. Preparó una bandeja con lo que va a comer Paul, primero le llevó a él y luego ceno yo tranquila.

Golpeó la puerta y él me dice que pase. Sigue sentado mirando por la ventana, dejó la bandeja sobre su escritorio.

-Señor acá le dejo la comida, más tarde vengo a retirarla.

No me contesta, salgo y voy a comer lo que me prepare en la cocina. Antes de acostarme voy a retirar la bandeja, cuando lo hago él ya está acostado, así que me muevo silenciosa porque no lo quiero molestar. Limpio todo y me voy a la cama, antes de dormir me pongo a leer un poco.

Paul

La comida no estuvo mal, lo mejor es que pensó que dormía y no me molesto, espero que siempre sea así entonces nos llevaremos bien. Me quedo en la cama mirando el techo, como todas las noches me cuesta dormir, no dejo de soñar con mi amada y me duele saber que ya no la tengo.

Me despierto cuando alguien entra se ve que sin querer me quedé dormido.

-Acá le traje el desayuno, espero que sea de su agrado.

-Yo no le pedí nada, no se porque lo trajo. Además debe golpear la puerta y esperar a que le diga que pase. Déjelo y váyase.

No dijo nada, dio media vuelta y se fue. El olorcito que viene de la bandeja me hace levantar. Me siento y comienzo a desayunar. Trajo hotcakes bañados con miel, tostadas, queso crema, un vaso de jugo de naranja y una taza de café, por lo menos parece que cocina bastante bien a pesar de ser un poco irrespetuosa. Una vez satisfecho me voy a duchar.

Diana

Espero que haya desayunado, entró despacio porque siento que está en la ducha, por suerte comió todo lo que le traje. Voy a tener que hacer lo que me pide, no quiero que se sienta mal.

Ya van tres días que estoy conviviendo con él, la verdad no puedo seguir viendo la tristeza en sus ojos, siempre está muy solo y así nunca podrá salir adelante. Mañana llevaré adelante un plan para poco a poco sacarlo de su soledad, espero que funcione.

Paul

Me despierto extrañado de que no me haya traído el desayuno, se habrá quedado dormida. De repente escucho un ruido fuerte que viene de afuera, tengo que ir a ver que pasó, pero no quiero salir de mi cuarto. Algo me dice que aunque no pueda voy a tener que hacerlo. Cuando llegó a la cocina esta Diana levantando algo del piso.

-Perdón señor se me cayó esta hoya, no quería molestarlo.

-Pensé que le había pasado algo, por favor tenga cuidado con las cosas.

-Lo haré señor, ya que está acá no quiere desayunar conmigo en la cocina?

-No, en cinco minutos lo quiero arriba. Ahora me voy a duchar mientras lo sube.

-De acuerdo señor.

Vuelvo rápido a mi dormitorio, voy al baño a ducharme. Esta mujer piensa que yo voy comer en la cocina con ella, esta bastante loca.

Diana

Primera prueba salió mal, voy a tener que pensar en algo más. Me pase todo el día pensando una nueva estrategia. Esa noche  me fui a la cama con un solo pensamiento en la cabeza.

Paul

Me despierto y miro el reloj que marca la 1:30. Escucho un llanto lejano, no creo que sea esa chica porque seguro a esta hora está durmiendo. Como los sigo escuchando salgo de mi cuarto, cuando llegó al suyo su puerta está abierta. Ella está acurrucada en un sillón, no me ve, pero está llorando. En este momento se ve pequeña y frágil, no parece la misma de todos los días. Quizás se sienta sola, mañana podría decirle que almuerce conmigo para que se sienta mejor. Ahora la dejo no quiero invadirla en este momento, ya tendré tiempo de indagar qué le pasa, ahora me voy a mi cuarto a intentar dormir.

Qué le pasará a Diana, algo la tiene triste. Paul empieza a interesarse en la persona que lo está cuidando. La convivencia seguirá igual o cambiará?