Empezando a través del sol

Capítulo 9

Miriam

Por suerte ya estamos regresando a casa, extrañe mucho a mi hijo, pero se que lo cuidaron muy bien. El viaje fue muy relajante y me hizo muy bien cambiar de aire para volver con más energía a cuidar de mi hijo.

-Tranquila Miriam que ya estamos llegando a casa y seguro todo va a estar muy bien.

-Lo sé Francisco, pero extrañe mucho a mi hijo y ya quiero verlo.

Al llegar nos sorprende ver a nuestro hijo esperándonos en la puerta. Me emociona hasta las lágrimas saber que por fin salió de la casa. Bajo corriendo del auto para abrazarlo ante su sorpresa, veo a Diana observar con emoción nuestro encuentro. Me acercó a ella, la abrazo también.

-Muchas gracias Diana por cuidar de mi hijo y sobre todo por ayudarlo a salir un poco adelante. Has logrado algo increíble en poco tiempo.

-No tiene nada que agradecer, fue un placer compartir estos días con el.

Mi esposo luego de abrazar a nuestro hijo también lo hace con Diana.

-Se que no me equivoque para nada cuando te pedí que cuidarás de mi hijo, has hecho mucho más de lo que me imaginaba. Estaré eternamente agradecido contigo.

-Señor Spector ayudar a su hijo fue algo muy agradable para mi. Lograr que el de a poco vuelva a su vida será mi mejor premio. Por favor pasen que prepare el almuerzo para todos.

-Padres si Diana cocino les va a encantar la comida, ella es muy buena y les va a encantar.

-Muy bien hijo entremos, ayuda a tu padre con las valijas. Trajimos algunos regalos, más tarde te los daré.

Francisco

Volver a casa y encontrar a mi hijo mucho mejor me colma el alma. No puedo creer lo que logró esta chica en tan poco tiempo. Solo espero que de ahora en más comience a vivir como antes de su pérdida.

-La verdad Diana tengo darle la razón a mi hijo, la comida está muy rica. Eres una excelente cocinera.

-Muchas gracias señor Spector. Vivo sola y me gusta mucho cocinar, también suelo agasajar a mis amigos con ricas comidas.

-Estoy de acuerdo con mi marido, todo está exquisito. Hoy es un gran día en esta familia, Diana debo agradecerte mucho como cuidaste de mi hijo y que hayas logrado que el salga de su encierro.

-No tiene nada que agradecer. Paúl pudo hacerlo por sí mismo, solo lo apoye para que lo logrará. Voy a traer el postre.

Diana

Levanto los platos de la mesa para llevarlos a la cocina. Me inhibe mucho cuando halagan mi trabajo, pero es lo que amo y no tienen que agradecérmelo. Colocó todo en el lavaplatos y llevó el postre.

-Hoy por la tarde volveré a mi casa. Siempre estaré para cuando me necesiten. Ahora me voy a preparar mis cosas, no se preocupe que antes de irme dejó todo acomodado.

Paúl

Mientras comíamos me quedé sin palabras, en este corto tiempo que estuvimos juntos Diana me comenzó a agradar mucho, pero ahora que mis padres volvieron ella se va. De ahora en más extrañare mucho su presencia que alegro mis días.

-Hijo me alegra mucho verte tan bien, te ves mucho mejor. Veo que te cortaste el pelo y te arreglaste la barba.

-Si mamá. Fue idea de Diana, ella lo hizo. Me dijo que si me arreglaba me iba a sentir mejor y fue así, me vi al espejo y me empecé a sentir bien conmigo.

-El verte esperándonos en la puerta fue una gran sorpresa, solo espero que sigas avanzando y cada día te sientas mejor. Sabes que solo quiero cosas buenas para vos.

-Lo se mamá. Trataré de seguir adelante y poner mi mejor esfuerzo para volver a ser el de antes.

-Ahora me doy cuenta que este viaje no sólo le hizo bien a tu madre, si no que también a ti hijo. No me equivoque cuando contrate a Diana, ella fue algo muy bueno y positivo para vos.

-Tienes mucha razón papá. Ella tiene algo que la hace especial, es paciente y tierna. Pero también cuando quiere hacer que suceda algo no para hasta lograrlo por cualquier medio.

-Cuéntame cómo logró que salieras de tu habitación, me intriga saberlo, ya que nosotros hicimos de todo y nunca lo logramos.

-Fueron varias cosas. Un día no me subió el desayuno, como tenía hambre baje y me encontré todo dispuesto en la cocina, así que me quedé a comer con ella, así varias veces. Una tarde me dijo que había llegado algo que tenía que firmar pero que tenía que ir hasta la puerta yo, me dijo que me abrigue porque hacia frío, pero en la puerta no había nadie. Entonces me dijo ya que estaba abrigado la acompañara a caminar, de entrada me costo pero desde ese día todas las tardes salimos a caminar. Por cierto me di cuenta que extrañaba mucho caminar por el parque.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.