Empezando a través del sol

Capítulo 15

-Podemos hacerlo con la luz apagada, por lo menos esta primera vez.

-Diana lo haremos a tu manera si así te sientes mejor, solo quiero mostrarte mi amor y lo importante que eres para mi.

-Está bien, también quiero que sepas que eres alguien muy especial en mi vida.

-Tranquila porque te voy a cuidar mucho porque tu eres un ángel que le devolvió la luz a mi alma.

     

Paúl

Me separó un poco de ella, le pido que se quede en el lugar, me saco la ropa y dejó un condón en la mesita de luz. Apagó la luz como ella me pidió y vuelvo a su lado. Lentamente le sacó el vestido, mientras lo hago acarició su tersa piel, lo dejó en una silla sobre mi ropa. La tomó en mis brazos y la recuesto en la cama. En la penumbra de la habitación veo sus hermoso pechos y su figura que me deslumbran. Me colocó a su lado, recorro todo su cuerpo con mis manos, su cuerpo tiembla por mi tacto. Me situó sobre ella, beso sus dulces labios, desciendo por su cuello y llegó a sus pechos, los succiono y ella gime en respuesta. Sigo mi camino por su vientre hasta llegar a la unión de sus muslos, separó las piernas para poder llegar a su clítoris y trazar círculos con mi lengua sobre el, introduzco un dedo en su interior que la hace gemir. Cuando siento que esta cerca del clímax me levanto para colocarme el condón.

-Voy a penetrarte suavemente, quiero saborear cada parte de ti.

Levantó un poco sus piernas y entró en ella despacio, empiezo a moverme, entro y salgo de ella, se toma de mis brazos y nuestros cuerpos se unen como en una danza. A medida que voy aumentando la velocidad su respiración se vuelve más errática al igual que la mía. Siento como sus piernas se tensan, llega al orgasmo diciendo mi nombre y hace que yo llegue a mi clímax. Me apoyo sobre su pecho mientras ella acaricia mi pelo, nuestras respiraciones se van relajando, nos quedamos así por un largo rato. Salgo de ella, me saco el condón, me recuesto a su lado y la atraigo hacia mí para abrazarla.

-Cómo te sientes amor?

-Me has hecho sentir muy bien Paúl. Siento que fue la primera vez que he disfrutado tanto del sexo y a su vez me sentí muy cuidada.

-Eso quería que sucediera, que te sintieras bien y cuidada. De ahora en más siempre será mi prioridad que seas feliz a mi lado.

-Espero que podamos ser felices juntos, me agrada mucho estar a tu lado Paúl.

Diana

Estar entre sus brazos me relaja mucho, sin darme cuenta comienzo a bostezar.

-Perdón, creo que ha esta hora ya estoy un poco cansada.

-No tienes que pedir perdón, se que trabajas mucho y por eso estás cansada. Si no te molesta me dejarías pasar la noche contigo, mañana es domingo y ninguno de los dos trabaja.

La verdad en este momento no tengo energías para decirle que no se quede, aunque para ser sincera no quiero que me deje de abrazar.

-Paúl no me molesta para nada que te quedes.

-Entonces descansa amor, yo estaré cuidando tus sueños.

Paúl

Nos cubro a ambos con la sabana, la beso en la frente, veo esbozar una hermosa sonrisa y como se queda dormida en mis brazos. La observo por un rato, su rostro relajado mientras duerme es más hermoso todavía. Pienso en lo que me dijo sobre su cuerpo y no llegó a comprender porque no le gusta. Me quedo dormido disfrutando de estar a su lado.

Despierto después de haber descansado muy bien como hacía mucho no me pasaba. Diana no está en la cama, tengo la sensación que se ha levantado antes para que no pueda ver su desnudez. Tengo que demostrarle que su cuerpo es hermoso, quiero ayudarla de la misma manera que lo hizo conmigo. Me levanto, me pongo la remera y el pantalón para ir a buscarla. La encuentro en la cocina preparando el desayuno muy concentrada, tanto que no me ve. Lleva un vestido muy holgado que no marca nada de su figura. Me acercó y la abrazo por detrás.

-Buenos días hermosa.

-Buenos días Paúl.

-Me trajo hasta acá un olorcito muy rico.

-Estoy preparando unos huevos revueltos, unas tostadas y café. Pudiste descansar bien?

-La verdad hacía mucho tiempo que no descansaba tan bien. Dormir a tu lado fue lo mejor de todo. Vos cómo dormiste?

-Muy bien, para ser sincera es la primera vez que duermo tan bien acompañada. Anoche me sentí muy cuidada y me gusto mucho hacer el amor contigo.

-A mi también me gusto mucho. Desde que me ayudaste a salir y me di cuenta que eres alguien importante para mi, quiero cuidarte siempre y hacerte muy feliz, como lo hiciste conmigo.

Diana




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