Empezando a través del sol

Capítulo 24

Diana

Salgo corriendo cruzando la calle, un auto me golpea y vuelo por el aire. Después de eso todo se volvió oscuridad.

-Paúl mira hubo un accidente, tendríamos que ir a ver si necesitan algo.

-Vamos a ver que está pasando. Mientras llamo por las dudas una ambulancia.

Paul

Nos acercamos a ver qué sucedió. Entró en pánico cuando veo tirada en el piso a Diana, está inconsciente. No Dios por favor no puedo perderla. Me arrodilló a su lado y sin moverla trato de ver cómo se encuentra.

-Diana por favor despierta, háblame, dime que tienes. Por favor llamen urgente una ambulancia, mi novia esta muy mal.

-Tranquilo Paúl, recuerda que ya la llamaste y no creo que tarde mucho en llegar. Ella va a estar bien.

-Amiga si la pierdo me muero, ella es todo para mi. Se que su ausencia haría que no pudiera seguir viviendo.

Por suerte la ambulancia llegó rápido, le hacen las primeras observaciones y la cargan, yo no me despego de su lado. Le pido a mi amiga que le avise a mi padre que está en la empresa que voy al hospital con Diana y que cuando pueda vaya para allá con mi madre. En el camino estoy a su lado, me gustaría acariciarla pero no puedo porque la están atendiendo. Me mata verla así, solo puedo hablarle y tener la esperanza de que me escuche.

-Amor por favor no me abandones, te necesito mucho en mi vida.

Llegamos al hospital, veo como todos se mueven rápidamente para atenderla. Estamos en su hospital y todos están preocupados por ella. Me quedo esperando solo afuera, me siento en un rincón y rezo para que Diana este bien pronto. Siento que alguien se me acerca.

-Usted vino con Diana?

-Sí, cómo está ella?

-Yo soy el director del hospital. Ella ahora está en cirugía, detectamos una pequeña hemorragia, tiene varias contusiones, por suerte no presenta fracturas. Ni bien la llevemos a una habitación le vendré a avisar para que pueda verla.

-Muchas gracias doctor, por favor haga todo por ella.

-No se preocupe que haremos todo para que se cure. Diana es una persona muy querida acá y todos la vamos a ayudar. Lo dejó porque quiero ver cómo sigue todo.

Justo cuando el doctor se va llegan mis padres, estoy tan conmocionado que los abrazo a ambos.

-Hijo qué le pasó a Diana?

-Tranquilo hijo, sentémonos así nos explicas bien.

-Estaba despidiendo a mi amiga Leslie en la puerta de la empresa, sentimos un ruido fuerte y vimos cómo la gente se agolpaba. Fuimos a ver qué pasaba, cuando llegué la vi a Diana sobre el asfalto. Me invadió el miedo, no quiero perderla, ella es todo para mi y verla inmóvil.

-Hijo no la vas a perder, ella es muy fuerte y va a salir adelante. Tu tienes que estar bien para poder ayudarla. Con tu padre vamos a estar a tu lado porque sabes que queremos mucho a Diana.

-Muchas gracias mamá, voy a necesitar mucho de ustedes. No pienso moverme de acá hasta ver que ella esté bien.

-Perdón que los interrumpa. Soy Naz, una amiga y compañera de Diana. Le vengo a avisar que Diana salió de cirugía y está estable, hay que esperar como pasa las primeras veinticuatro horas. Cuando la pasen a su habitación le aviso.

-Muchas gracias Naz por avisarme, la estaré esperando porque quiero estar a su lado.

Miriam

Ver tan mal a mi hijo me parte el alma. Porque le tiene que pasar esto de nuevo cuando por fin volvió a encontrar el amor. Tampoco puedo comprender que Diana este pasando por esto, es una chica tan buena y dulce. Solo espero que salga adelante y puedan volver a ser felices juntos. 

-Paúl, perdón te puedo llamar así porque siento que te conozco bastante por todo lo que habla Diana de vos.

-Si Naz, no hay problemas. Ya puedo ver a Diana.

-Vine a decirte que puedes pasar a verla un rato hoy, mañana la pasaremos a una habitación de terapia intermedia, ahora está en la UCI por eso sólo puedes verla cinco minutos.

-Muchas gracias, podemos ir ya a verla, por favor.

-Si, acompáñame que te muestro donde está.

-En un momento vuelvo, no se vayan por favor.

-Hijo ve tranquilo que acá te esperamos con tu madre.

Paul

Voy con Naz hasta la UCI, entramos y me señala la cama dónde está Diana. Me acercó despacio, como esperando que no sea ella la que está ahí. Si no estuviera rodeada por todas esas máquinas se diría que está plácidamente durmiendo. Beso su frente y tomó su mano.




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