Dos días después Diana fue dada de alta, Paul la llevó a su casa para cuidarla de cerca. Ella pidió ir a la habitación que uso los días que cuido a Paul. El aceptó aunque quería que estuviera con el en su dormitorio.
-Estás cómoda Diana, necesitas que te traiga algo.
-Si Miriam. Estoy muy bien, solo necesitaría un poco de agua.
-Muy bien, ahora te la traigo.
-Amor si necesitas cualquier cosa sabes que me llamas y estoy acá.
-Lo sé Paul. No te preocupes que estoy bien. Ahora quisiera descansar un poco.
-Descansa amor, yo voy un momento hasta la empresa y vuelvo rápido.
-Esta bien, no te apresures que yo no me voy a mover de acá, estoy un poco exhausta.
Paul
La beso en la frente, la veo un poco cansada, me cuesta dejarla pero se que mi madre la cuida tanto como yo.
Diana
Ahora tengo más miedo que antes, si mi cuerpo era desagradable ahora con la cicatriz será peor. No se como voy a poder volver a tener intimidad con él, no sé qué pasará cuando me recupere y el quiera hacer el amor. Con esa inquietud dándome vueltas me quedé dormida, deseando que todo esto sea solo un mal sueño.
-Mamá he vuelto. Cómo sigue Diana?
-Hola hijo. Recién fui a verla, estaba dormida y se la veía muy tranquila. Porque no subes a verla.
-Si ahora voy mamá. No tendría que despertarla para que comiera algo.
-No te preocupes hijo, si duerme es porque el cuerpo le pide que descanse. Si se despierta y tiene hambre ya tengo algo preparado para ella.
-Muchas gracias mamá, entonces voy a estar un rato a su lado.
Paul
Entró en la habitación, la veo durmiendo hecha un ovillo. Se ve tan tierna y dulce que me dan ganas de abrazarla. Me siento a su lado para contemplarla. Por momentos arruga el ceño y al rato se relaja. De repente se despierta sentándose en la cama con un gesto de dolor.
-Hola amor. Qué te pasó, te duele algo?
-Hola Paul. No, solo fue por el movimiento que sentí un tironcito en la herida. Me siento bien.
-Tenes que tener cuidado con la herida, los movimientos bruscos la pueden abrir. Pudiste descansar?
-Si descanse muy bien, ahora me siento con más energías. Ahora me gustaría comer algo.
-Su pedido es una orden, ya te traigo algo.
Diana
Me beso dulcemente en los labios, ese simple contacto me hizo desear más de él. Lo sorprendí profundizando el beso, enrede mis dedos en su cabello y el hizo lo mismo. Cuando nos separamos nuestras respiraciones estaban agitadas.
-Te besaria todo el tiempo, pero ahora debo buscar algo de comer para que pronto tengas fuerzas.
-Me parece que usted solo me quiere por mi cuerpo, por eso quiere que me recupere pronto.
-Tienes mucha razón, pero más quiero ese corazón que se encuentra dentro de ese hermoso cuerpo.
Paul
No responde a lo que le dije. Me apresuró a buscar algo para que coma. La veo mucho mejor tanto como para hacer bromas y todo.
Unas semanas después Diana se sintió lo suficientemente bien para volver a su casa. Pero antes de volver Paul tenía algo que preguntarle que era muy importante para él.
-Diana estás segura que quieres volver a tu casa. Mis padres están muy contentos por tenerte acá.
-Paul ya me siento muy bien, además no me gusta estar tan lejos de mi casa tanto tiempo. Extraño mucho mis cosas y tengo que prepararme para volver al trabajo.
-Esta bien, pero me dejarás llevarte?
-Si, eso me gusta que lo hagas.
-Necesito hacerte una pregunta muy importante para mi.
-Dime, si puedo te la contestó.
-Estoy seguro que podrás responderme.
-Ok.
-La primera vez que te vi solo eras una persona que venía a cuidarme por pedido de mis padres. Pero un día me mostraste cómo salir de mi encierro y entonces fue cuando realmente te descubrí. Te empecé a conocer, a darme cuenta la increíble mujer que eres. Poco a poco me di cuenta que necesitaba estar todo el tiempo a tu lado. Sin darme cuenta me enamore de ti, de tu dulzura, de tu ternura, de tu forma de ser. Por eso hoy quiero pedirte algo muy importante.
Diana
Apoya una rodilla en el piso y toma mi mano. Tengo la sensación que no me va a gustar lo que viene ahora.
Editado: 05.06.2019