Empezando a través del sol

Capítulo 29

-En este momento y luego de escucharte, de sentir que realmente me amas. Aceptó hacer el amor contigo a plena luz.

-Diana te amo y ahora te lo voy a demostrar.

https://youtu.be/HMYgEXqPRs0   

Paul

Me levanto con ella en brazos, la llevó a su habitación. La paró al lado de la cama, mientras me saco la ropa la observo cómo está parada con timidez. Se que me esta dando algo que a ella le cuesta mucho dar. Levantó su cara y la miró directo a los ojos.

-Amor no quiero que te avergüences más de tu cuerpo, porque es hermoso y me encanta verlo.

-Por favor, ahora no hables más y solo hazme el amor.

La beso tomándola de la nuca y la recuesto en la cama. Me acuesto a su lado para recorrer todo su cuerpo con caricias. Corro las copas de su corpiño para adorar su pezones, que bajo mi atención se ponen duros. Voy dejando un camino de besos por su vientre, le saco la bombacha y queda su cicatriz a la vista. Levantó la vista y veo su rostro, tiene los ojos cerrados y se ve compungida, siento que está haciendo un sacrificio para demostrarme su amor. Recorro con  un dedo la cicatriz y ella se estremece con mi tacto. Me colocó un preservativo y me pongo sobre ella.

-Tranquila amor, iremos avanzando poco a poco. Te amo.

Diana

Me relajo un poco al escucharlo. Me besa los labios y me penetra, suavemente comienza a entrar y salir de mi. Con la ternura y el cariño que me trata tengo la sensación de estar haciendo el amor por primera vez en mi vida. Nuestros cuerpos se mueven al unísono como si danzaran. Lentamente va aumentando la velocidad, me va llevando al placer. El orgasmo hace que tire la cabeza hacia atrás, da una estocada más y él también llega al suyo. Apoya su cabeza en mi pecho, paso mis dedos por su pelo, mientras nuestras respiraciones vuelven a la normalidad.

-Muchas gracias hermosa por permitirme ver tu bello cuerpo. Se que hacer esto te costo mucho, por eso valoro muchísimo lo que has hecho hoy por mi.

-Paul no tienes nada que agradecer. No sólo lo hice por vos, quería hacerlo por mi. Necesitaba perder el miedo a que me vieras tal cual soy, también me sirvió para darme cuenta de lo mucho que me amas. Me viste y todavía sigues a mi lado.

Paul

Salgo de ella, me acomodo a su lado y la miró directo a los ojos.

-Te vi, te veo y te veré siempre como la hermosa mujer que eres. Nunca me iré de tu lado, porque ya no podría estar sin tu presencia a mi lado. Por eso me quiero casar contigo.

-En este momento de mi vida no se que haria sin ti Paul. Me tratas como nunca lo hizo nadie y me haces sentir tan querida, tan especial, que no puedo más que darte todo de mi.

Al ver su emoción la beso y lentamente la vuelvo a hacer mía. Hoy quiero mostrarle todo mi amor y que se de cuenta que ella es una mujer única e incomparable.

Pasamos la noche durmiendo abrazados, pensar que en poco tiempo todas mis noches las pasaré a su lado me parece increíble.

Esa mañana cuando desperté ella todavía estaba a mi lado, no se levantó antes para que no la viera, esto me permite verla dormir, ver su hermosa cara totalmente relajada y sonriente, parece un ángel. De repente unos bellos ojos celestes soñadores me miran, me da un suave beso en los labios.

-Buenos días amor, me hace muy feliz despertar a tu lado.

-Buenos días preciosa, te puedo asegurar que a mi me hace mucho más feliz. Sabes amo la belleza que brota de tus ojos pero que nace en tu gran corazón.

-Tu eres el dueño total de mi corazón, si así es gracias a vos. Te amo Paul, no voy a cansarme de decírtelo.

-Escuchar esas palabras de ti será la mejor melodía que pueda escuchar en mi vida. Te amo Diana.

Diana

Nos quedamos abrazados por un largo rato. Siento que anoche pude espantar un gran fantasma de mi vida, el me vio al desnudo y se quedó a mi lado, eso me hizo ver que su amor es real. Nadie me a cuidado tanto como lo hace Paul, tengo que hacer lo mismo por él, sobre todo porque él está volviendo a creer en el amor luego de haber sufrido mucho.

-Me parece señorita que ya para desayunar es tarde, qué te parece si te cambias y te llevó a almorzar a un hermoso lugar.

-Me gusta ese plan, aunque si fuera por mi me quedaría todo el día  así contigo.

-Ay señorita usted es muy pícara, a mi también me  gusta su idea pero debemos comer algo porque no tendremos energía.

-Me has convencido, para ser sincera tengo apetito. Ya me levanto y me preparo para salir.

Paul

Nos besamos y la veo levantarse sin importarle que está totalmente desnuda, me alegra haberla podido ayudar a que se de cuenta que es una mujer hermosa más allá de su cuerpo.




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