Capítulo 45

Diana

La verdad que fue una buena idea que se quedarán a comer, pasamos una gran noche y me ayudó para distraerme. Me hizo sentir mucho mejor y me reí mucho con las ocurrencias de Francisco. Los acompañamos hasta la puerta cuando se van.

-Chicos hoy pase un día increíble con ustedes. Me alegra verlos tan bien y estoy enamorada de mi nieto.

-Yo también me siento muy feliz porque hayan venido a casa. Saben que pueden venir cuando quieran.

-Hija te puedo pedir un gran favor. Con Miriam nos gustaría pasar un fin de semana con nuestro nieto, claro si estás de acuerdo. Es muy lindo tener un bebé en la casa.

-No le prometo nada, déjemelo pensar y le contestó mañana. Se que ustedes lo van a cuidar bien porque lo quieren mucho.

-No lo dudes hija. Además puedes recuperar energía esos dos días y veras que todo va a ser mejor. Ustedes también necesitan estar un poco solos para tener un poco de intimidad.

-Bueno viéndolo de la manera que me lo dice Miriam, estoy de acuerdo con que mi hijo pase el fin de semana con ustedes. Paul estás de acuerdo?

-Si a vos te parece bien amor yo estoy de acuerdo.

-Listo el sábado a primera hora lo pasamos a buscar. Ahora nos vamos para que puedan descansar. Hasta el sábado chicos.

-Hasta el sábado papá, mamá. Nos vemos.

Unos días después

Paul

Hace un momento mis padres se llevaron a Maxwell. Diana está aprovechando para organizar algunas cosas en la casa. Yo la estoy ayudando, algo que me gusta mucho hacer, es muy lindo compartir tiempo a solas con mi amor. Se que vamos a extrañar a nuestro hijo, pero voy a aprovechar para hablar con ella y sobre todo extraño mucho hacerle el amor, tener esa conexión única que tenemos los dos y que nos llena el corazón de amor.

-Amor qué te parece si paramos un poco y almorzamos, para luego seguir.

-No me di cuenta como pasó el tiempo. En cinco minutos terminó y preparó la comida.

-Bueno, mientras terminas yo preparo la comida. Estas de acuerdo amor?

-Me parece bien. Ah, me olvidaba, te amo Paul.

La tomó en mis brazos y la beso, dándole todo mi amor.

-Yo también te amo hermosa. Mejor me voy a cocinar si no me voy a perder en vos.

Diana

Paul me deja y se va a la cocina, me apuro a terminar porque quiero aprovechar a pasar mucho tiempo con mi amado esposo. Espero que mi hijo se esté portando bien con los abuelos, extraño tenerlo entre mis brazos, pero para ser sincera necesitaba este tiempo para encaminarme de nuevo en mi vida.

-Ya termine amor. Me trajo el rico olorcito, que preparó mi bello esposo?

-Prepare la comida preferida de mi hermosa esposa, macarrones con queso.

-Me encanta, ya quiero comer.

Paul

Nos sentamos a comer, charlamos de todo, aunque siempre aparecía nuestro hijo en la charla. Parezco un mal padre por dejar que tan chiquito vaya de los abuelos, pero necesitaba este tiempo a solas con Diana para hacerla sentir mejor. Por ahora se la ve muy bien y distendida.

Cuando terminamos de comer preparó un té y un café, lo vamos a tomar al living sentados en el sillón. Este es el momento de hablar y pedirle que me diga que es lo que le está pasando.

-Amor necesito preguntarte algo muy importante.

-Pregunta amor.

-Estos días no te estuviste sintiendo muy bien. Se que varias veces lloraste, sin que yo te viera, estabas distraída y te enojabas mucho.

-Puede ser que haya estado rara.

-Has estado rara. Me podrías decir por qué, quiero ayudarte a que te sientas bien. Pero si me dejas afuera no puedo amor.

-Lo se amor, pero sabes que me cuestan algunas cosas y una de ellas es sacar afuera lo que me hace sentir mal.

-Lo se, pero ahora estamos solo vos y yo. Por favor dime que sientes, así yo se como te puedo ayudar.

-Esta bien. Pero necesito que me escuches sin interrumpirme, para que pueda decirte todo.

-De acuerdo amor.

-No tengo que decirte que mi vida no ha sido fácil, que he perdido en el camino muchas cosas importantes, como mis padres. Cuando supe que estaba embarazada me sentí muy feliz, a pesar de todo lo que pasó, lograba hacer realidad el sueño de mi propia familia. Pero cuando Maxwell nació y lo tuve entre mis brazos me di cuenta que tenía que hacerme cargo de una nueva vida. Me entró el pánico de no poder hacer las cosas bien, se que hay muchas personas que me quieren ayudar, pero en mi fuero interno me sentí sola. Pero todo cambió cuando vinieron el otro día tus padres, hablar con tu mamá me hizo dar cuenta que no estoy sola, que hay dos personas maravillosas que siempre estarán a mi lado. Pero lo más importante logré darme cuenta que a mi lado está un hombre increíble, que haga lo que haga siempre está. Me hiciste dar cuenta que tengo que estar bien, no sólo por mí, sino por mis dos grandes amores, mi esposo y mi hijo.