El primer día oficial de trabajo en "Estrellas Brillantes Agencia de Celebridades" comienza con entusiasmo para Leo. Llega temprano a la oficina, con Chispa a su lado, y se prepara para buscar talentos que puedan traer de vuelta a la vida a su agencia. Con una lista de posibles clientes y una buena dosis de café, se lanza a la aventura.
El primer obstáculo aparece cuando intenta contactar a su primer cliente potencial. Después de varios intentos fallidos de llamar, finalmente logra comunicarse, solo para descubrir que el cliente ha decidido firmar con otra agencia más establecida.
Cliente potencial: Lo siento, pero ya he firmado con otra agencia. Buena suerte.
Leo se siente desanimado, pero no pierde la esperanza y sigue adelante con la siguiente llamada.
Sin embargo, la mala suerte parece estar decidida a acompañarlo. Uno tras otro, los clientes potenciales rechazan sus propuestas, ya sea por falta de interés, por contratos previos con otras agencias o simplemente por la mala reputación de "Estrellas Brillantes".
Cliente potencial 2: ¿Estrellas Brillantes? ¿No es esa la agencia que quebró?
Al mediodía, decide tomarse un descanso para despejar su mente. Sale a caminar por la ciudad, con la esperanza de encontrar talentos en la calle. Sin embargo, cada intento termina en rechazo o burla.
Chico en la calle: ¿Estrellas Brillantes? Más bien Estrellas Fugaces, ¿no?
Mujer con gafas de sol: ¡Ja! ¿Crees que alguien trabajaría para una agencia fantasma?
Chico con patineta: ¡Eh, amigo! ¡Ve a buscarte un trabajo de verdad!
Leo suspira, sintiéndose cada vez más frustrado. Pero justo cuando está a punto de rendirse, una chica tímida se le acerca.
Valeria: Disculpa, ¿eres de Estrellas Brillantes?
Leo: Sí, soy Leo Dávila, el nuevo dueño.
Valeria: Me llamo Valeria, y soy aspirante a actriz. He oído rumores de que la agencia está bajo nueva administración y pensé... bueno, pensé que podría darle una oportunidad.
Leo la miró sorprendido, no solo por la oportunidad que se le presentaba, sino también por la vulnerabilidad que veía en ella.
Leo: ¡Claro, Valeria! Me encantaría hablar contigo y ver cómo podemos trabajar juntos. ¿Qué te parece si nos reunimos mañana en la oficina?
Valeria: Eso suena bien. Gracias por darme esta oportunidad, Leo.
Con renovado entusiasmo, Leo acuerda la reunión con Valeria para el día siguiente. Sabe que esta es su oportunidad de oro y está decidido a no dejarla escapar. Pasa el resto del día preparando una presentación impecable, investigando sobre Valeria y buscando maneras creativas de mostrarle el potencial de la agencia. Mientras tanto, Chispa corretea alegremente por la oficina, como si también sintiera la nueva energía positiva.
A medida que el sol se pone y la oficina se envuelve en la penumbra, Leo se siente más optimista que nunca. Aunque ha tenido un día difícil y lleno de rechazos, la llamada de Valeria le ha dado la chispa de esperanza que necesitaba. Con una sonrisa en el rostro y Chispa a su lado, se promete a sí mismo que hará todo lo posible para asegurar el éxito de "Estrellas Brillantes".
Al día siguiente, Valeria llega puntualmente a la reunión. Al entrar en la oficina, tropieza con el borde de la alfombra, cayendo de rodillas con un pequeño grito.
Valeria: ¡Ay!
Leo se apresura a ayudarla a levantarse, tratando de ocultar su sorpresa.
Leo: Tranquila, Valeria. Aquí todos estamos aprendiendo. Vamos a empezar la reunión, ¿te parece?
Valeria asiente con una sonrisa tímida mientras se limpia el polvo de las rodillas. Ambos se sientan frente al escritorio de Leo, que está lleno de papeles y tazas de café. Leo intenta imponer un aire de profesionalismo, pero la situación rápidamente toma un giro inesperado.
Leo: (intentando ser formal) Entonces, Valeria, cuéntame un poco sobre ti. ¿Qué tipo de roles te interesan?
Valeria: (tomando una carpeta llena de papeles arrugados y tratando de abrirla) Bueno, siempre he soñado con ser... (la carpeta se cae de la mesa y los papeles vuelan por todo el lugar).
Leo: (mientras recoge los papeles) Parece que no soy el único que necesita organizarse. No te preocupes, estamos aquí para aprender juntos.
Valeria: (enrojeciendo) Lo siento, no tengo mucha experiencia con entrevistas. Pero estoy dispuesta a intentarlo.
Leo: (sonriendo) No hay problema. Todos empezamos en algún lugar. Solo asegúrate de... (Valeria se inclina para recoger un papel y accidentalmente derrama café sobre su falda).
Valeria: (saltando) ¡Ay! ¡El café!
Leo: (tratando de no reír) ¡Oh no! Bueno, creo que eso hace que nuestras entrevistas sean más memorables.
Valeria: (riéndose nerviosamente) Sí, definitivamente. ¿Dónde me quedé? Ah, sí... ¡roles dramáticos!
Leo: ¡Perfecto! Lo importante es que tienes pasión. (se inclina para recoger la taza de café rota, derramando más café en su escritorio)
Valeria: (mirando alrededor, nerviosa) No quiero causar más problemas. ¿Cómo podemos resolver esto?